Universal Chapultepec
Avenida Independencia 215, Colonia Chapultepec Puebla, Mexico

¿Quién mató a Abel? -Su hermano. ¿Quién vendió a José? -Sus hermanos. ¿Quién expulsó a Jefté? ... -Sus hermanos. ¿Quién sintió envidia de David? -Sus hermanos. ¿Quién se enojó con el regreso del hijo pródigo? -Su hermano. En fin, entre tantos ejemplos en la Biblia, vemos que todos los TRAICIONADOS y MALTRATADOS por sus propios HERMANOS, fueron muy BENDECIDOS y GUARDADOS POR DIOS. Por lo tanto, NO DEJE DE IR A LA IGLESIA, y NO RENUNCIE A BUSCAR SU COMUNIÓN CON CRISTO, porque algún HERMANO le hirió. Acuérdese que su asunto es con el PADRE, y no con los HERMANOS. See more

TRIBULACIÓN Los cristianos, en tiempos del imperio romano, experimentaron este tipo de tortura por no aceptar ... El origen de la palabra tribulación proviene del latín tribulatio.onis, teniendo como sinónimos: apertura, martirio, tortura, aflicción, agonía, angustia, tormento y dolor.... La tribulación era una forma de tortura utilizada en la época medieval. Se colocaba a la persona boca arriba en el suelo y se le colocaban pesas en el pecho, una tras otra, hasta que la persona ya no podia respirar y llegaba al punto de ser aplastada viva. Los cristianos, en la época del imperio romano, experimentaron este tipo de tortura por no aceptar la idolatría de los emperadores y gobernadores de la época. Las opciones eran solo dos: negar la fe y deshacerse de la tribulación o asumir la fe y ser aplastado vivo. El apóstol Pablo les escribe a los corintios acerca de esta tortura, llamándola una tribulación leve y momentánea: "Por lo tanto, no nos desanimamos. Y aunque por fuera nos vamos desgastando, por dentro nos vamos renovando de día en día. Porque estos sufrimientos insignificantes y momentáneos producen en nosotros una gloria cada vez más excelsa y eterna. Por eso, no nos fijamos en las cosas que se ven, sino en las que no se ven; porque las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas."(2 Corintios 4: 16-18). Las torturas no fueron momentáneas ni leves. Además de ser constantes, provocaban un inmenso martirio, pero así es exactamente como los nacidos de Dios veían la tortura, como leve y momentánea, pues la fuerza que producía el Espíritu Santo en ellos era mucho mayor que la falta de aliento provocada por los pesos o el dolor de sus costillas que se estaban rompiendo, mientras se le agregaban pesos. Mientras la tribulación (tortura) causaba heridas, dolor y debilidad física, el hombre interior, es decir, lo espiritual, se regocijaba, porque conocían lo que les esperaba en el Reino de los Cielos. Por eso, no negaron la fe, aunque sabían que serían torturados, a veces, hasta la muerte. La única manera de deshacerse de la tribulación era negar la fe, pero eso, para alguien nacido de Dios, ¡es IMPOSIBLE!