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Denise Ramos Murrieta 23.11.2022

Gestiona tus emociones

Denise Ramos Murrieta 23.11.2022

¿Por cuánto te vendes?

Denise Ramos Murrieta 23.11.2022

Todo cambio genera un duelo

Denise Ramos Murrieta 22.11.2022

El verdadero amor suma, no resta.

Denise Ramos Murrieta 22.11.2022

Todo va a estar bien

Denise Ramos Murrieta 22.11.2022

Cambio de planes Maritza pensaba que había encontrado el amor de su vida. Se sentía afortunada porque estaba enamorada de su novio y ahora tenían una pequeña empresa juntos. Habían estudiado la misma carrera en la universidad y habían hecho planes juntos para construir su empresa y después su familia. Todo iba muy bien, la empresa iba creciendo y pusieron fecha para la boda. Dos meses antes de la boda Maritza descubrió que estaba embarazada. Se puso feliz, pues el plan era em...barazarse inmediatamente después de la boda y había sucedido un poco antes. Para ella estaba bien y Joaquín, su novio, también dijo estar feliz con la noticia. Rentaron la casa donde iban a vivir, la amueblaron, hasta el cuarto del bebé ya estaba listo. Martiza sentía que estaba viviendo en un sueño. Un sueño que se hacía realidad con cada día que pasaba. Llegó el día de la boda, todos estaban listos. Habían venido los familiares de todas partes del mundo. Iba a ser un gran día. Ya estaba todo listo. El salón para la fiesta, el templo lleno de flores, el crucero al que se iban a ir de luna de miel, pagado. Todo listo. Ella llegó al templo radiante y feliz. Joaquín no había llegado, pero en su mente pensó: ya no tarda así es él, un poco impuntual. Pasaron los minutos y Joaquín no aparecía. Ella le marcó al celular y la llamada se fue a buzón. En ese momento sintió desesperación y frustración. No sabía por qué no aparecía Joaquín. Por fin iban a concretar sus sueños. ¿Qué estaba pasando? Maritza no entendía por qué tardaba tanto. Siguieron pasando los minutos, pero Joaquín no apareció. Joaquín no llegó a la cita más importante. La boda. Maritza vivió unas semanas aturdida después de ese evento. No quería salir de la cama. Joaquín no le había vuelto a contestar ni una sola llamada. Una hermana de Maritza había ido a la empresa que ambos habían construido y se dio cuenta que la empresa ya no estaba. El local estaba vacío. Ya no quedaba nada de lo que habían construido juntos. Solamente quedaba ese pequeño ser que ella llevaba en su vientre. Cuatro meses tardó en levantarse. Maritza lloró hasta que no le quedaron lágrimas, poco a poco entendió que la vida iba a seguir y que su hijo iba a nacer. Maritza se secó las lagrimas y empezó a planear su vida nuevamente. Una familia de dos. Su familia. Hoy después de cinco años, Maritza ya tiene su pequeña empresa, ama a su niño y ha vuelto a construir su vida y su amor propio. Tiene un novio que la quiere y también quiere mucho a su hijo. Aún no sabe si se va a casar con él, pero ahora disfruta intensamente el hoy, sin planear tanto el futuro. See more

Denise Ramos Murrieta 22.11.2022

Hoy por Twitter live @deniseramosm

Denise Ramos Murrieta 21.11.2022

Denise Ramos Murrieta - Terapeuta/Conferencista nos habla del tema: Cuando buscamos culpables y no nos responsabilizamos por nuestros actos y de nuestra vida SÍGUENOS EN INSTAGRAM ----> @elmejordiatelemax

Denise Ramos Murrieta 21.11.2022

Deja de esperar y empieza a vivir

Denise Ramos Murrieta 21.11.2022

Los cuatro fundamentos de la autoestima.

Denise Ramos Murrieta 20.11.2022

Escucha mi participación en EXA FM Las Vegas https://open.spotify.com/episode/06HLBYaVqX5GahhyNyuGkD

Denise Ramos Murrieta 20.11.2022

La manipulación psicológica

Denise Ramos Murrieta 20.11.2022

No tienes que llegar a ser especial, ya lo eres.

Denise Ramos Murrieta 20.11.2022

Julia tomó la camisola de su esposo que estaba manchada de maquillaje y oliendo a perfume de mujer y la desgarró. La rompió con toda la fuerza y el coraje que podía salir de su ser. Se sentía llena de ira, algo muy intenso recorría su cuerpo por dentro como si fuera una energía destructora capaz de acabar con todas las posesiones de su marido. Abrió el closet de su esposo y sacó toda su ropa. La llevó al patio trasero y le prendió fuego. Sus hijos salieron de la casa a ver... que pasaba y ahí estaba su mamá quemando la ropa de su papá. Julia vio la mirada de horror de sus hijos, pero era tanta su furia que no sintió nada en ese momento y siguió sacando más cosas de su marido para alimentar la fogata mientras gritaba a todo pulmón que Juan era un desgraciado infeliz. Sus hijos lloraban al verla así, pero ella los ignoraba, la ira se había apoderado de ella. Estaba como en un trance hipnótico. Seguía quemando todo sin importarle nada. Julia llevaba tres años sospechando que su esposo tenía una amante. Tres años de sentirse invisible para él, pues él ya ni la volteaba a ver. Esos tres años ella había vivido llena de miedo e inseguridad, pues pensaba que su marido la podría dejar en cualquier momento y creía que ella no podría vivir sin su presencia. Tres años de aguantar llegadas tarde, excusas para no presentarse en eventos familiares, y cada vez menos presupuesto para los gastos de la casa. Ella sabía que había alguien más, pero se auto engañaba y prefería pensar que su esposo estaba con amigos o en el trabajo, aunque a veces no llegaba a dormir. Solo de pensar que él se podía alejar de su lado, la hacia entrar en crisis de ansiedad donde sentía que se le iba a salir el corazón y no iba a poder respirar. Literalmente, sentía que sin él se iba a morir. Hasta esa noche. Esa noche estuvo esperando y llamando a su celular, pero él lo había apagado. Esa noche dejó la ira salir. Esa noche se cansó de tener miedo, se cansó de sufrir, se cansó de esperar un cambio. Él llegó en el mañana alcoholizado y se quedó dormido en el sillón. Ella tomó su camisola y vio que tenía labial, maquillaje. En ese momento dejó de temer. La ira le ayudó a Julia a liberarse, a perder el miedo, a salirse de su zona de confort, pero no le importó el trauma que les iba a quedar a sus hijos al verla quemando la ropa de su papá. La ira a veces nos libera, es una fuerza interior que dice: ¡Basta! ¡Ya no más! Y está bien sentirla, pero hay que aprender a usarla correctamente. Hay que usarla a nuestro favor sin permitir que nos domine. Hay que usarla como un motor para movernos de un lugar en donde no somos felices, pero sin permitir que tome el control total sobre nuestras acciones porque podemos lastimar a los que más amamos. Después de ese episodio, Julia les pidió perdón a sus hijos, se separó de su marido, y ahora está recuperando su autoconfianza y autoamor poco a poco. See more



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Teléfono: +52 662 114 9634

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