Barrios Oldies de Juaritos.
Juarez Barrios 32674 Ciudad Juárez, México

>Cité a Pamela en el restaurante. >Era la segunda vez que nos veíamos. >La primera, me había gustado tanto. >Que tenía que invitarla a salir. >Nos fue fabuloso.... >Al menos así lo sentí. >Supongo que el hecho de que somos padres solteros ayudó a que tengamos varias cosas en común. >También por el hecho de que me dijo al oído: -¿Qué te parece si seguimos la noche en tu apartamento? -¡Mesero! -Grité- ¿Podría traer la cuenta? >Salimos del restaurante. >Subimos a mi automóvil. >Corrimos por la ciudad hasta salir de ella. >En una pequeña colina, se ubicaba mi casa. >La noté sorprendida. >Estacioné el coche afuera. >Bajé mi vidrio. -Voy a llamar a don Javier para que nos abra, pero tenemos una contraseña en la familia. Entonces, ¿podrías taparte tus oídos? >Tal vez le pareció raro. >No obstante, se tapó. >Pulsé el botón para que me abriera el mayordomo. -Escarcha blanca. >Nada. >Presioné nuevamente. -Escarcha blanca. >Nada. >Apreté. -Hola, don Javier, ¿está despierto? >Nada. >Le dije a Pamela que podía destapar sus orejas. -Qué extraño que no conteste. Deja uso mis llaves. >Revisé en la guantera. >Estaban ahí. >Presioné el botón en las llaves. >Abrí el portón. >Metí el coche. >Cerré el portón tras de mí. >Manejé por mi pasillo hasta la puerta principal. >Giré la perilla. >Entramos. -Wow, tu casa es enorme. -Gracias. Si gustas esperar en la sala. No me tardo. >Caminé hacia atrás, en mi cocina. >Nadie. >En el cuarto de servicio. >Nadie. >En el lobby del último piso. >Nadie. >No estaba Javier. -Parece que estamos solos. -Le dije a Pamela. -Mucho mejor. >Comenzó a besarme. >Acaricié su espalda. >Nos recostamos en el sillón. >Vibró mi celular. >Paramos. >Reviso el celular. >Un mensaje. >Mi hija. >"Llego 2 am al aeropuerto, ¿puedes recogerme?" >"Obvio". -Es mi hija. -Oooo, no me hablaste mucho de tu hija. -Aam, pues, mi exesposa y yo tuvimos dos hijas, pero.... -Y una de ellas te está buscando. -En realidad, llega al aeropuerto 2 am. -Entonces tenemos cuatro horas para nosotros. >Volvimos a nuestro juego. >Estábamos por desvestirnos cuando ocurrió un apagón. >Pamela gritó. -¿Es usted, don Javier? >Nadie respondió. >Entonces. >Unos golpes muy fuertes sobre el portón. >Como intentando derribarle. >Caminé hasta el cuarto de servicio. >Las cámaras y las pantallas seguían funcionando. -Pensé que no había electricidad. -Dijo Pamela. -Tal vez hay media luz. >Miramos la cámara del portón. -¿Qué es eso? -Preguntó. -No....no sé. >En la pantalla podía observarse un cuerpo largo. >Pálido. >Desnudo. >Sin cabeza. >Empujando el portón con fuerza. >Sus manos llenas de sangre. >Intenté llamar al 911. >Pero mi teléfono no servía. >Como si no trajera batería. >Pamela intentó, pero su teléfono estaba igual. >Conectamos nuestros celulares pero no cargaban. >En mi pánico, tiré mi celular al suelo. >La cosa seguía empujando el portón. >Emitía un ruido terrible que provenía de su garganta sin boca. -No quiero morir así. -Me dijo.- >No supe qué responder. -Tal vez se marche en el día. -Contesté. >La cosa no dejaba de empujar el portón. >Entonces, un miedo aún más profundo corrió mi cuerpo. -Mi hija.... mi hija va a llegar al aeropuerto y si no me ve, tal vez venga en un taxi. Si llega, esa cosa va a matarla. >Esperamos varias horas. >La angustia. >Terror. >Incertidumbre no me abandonaban. >No saber en dónde estaba mi hija. >Si había llegado. >Si estaba viva en el aeropuerto. >Si había muerto. >Si tenía miedo. >Las lágrimas casi brotan de mis ojos. >Pero. >Algo ocurrió. >Un silencio. >No empujaban el portón. -Oye, tal vez tu hija tiene un celular o algo en su cuarto con que puedas comunicarte con ella. -Comentó Pamela. >Corrí. >Subí las escaleras. >En la oscuridad intenté apreciar cada rincón en el cuarto de mi hija. >Segundos más tarde, sonó mi teléfono. >Corrí hacia abajo. >Pamela contestó. >Colgó. >Presionó el botón que abre el portón. -Es tu hija, Ruperta. No te preocupes....cuando me dijiste que tapara mis orejas.... no las tapé, escuché tu contraseña. Escarcha blanca. Es ella. >Escuché como los pasos de mi hija se acercaban. >La presión subía por mi columna. >Rendido, mis rodillas tocaron el suelo. -Quien me espera en el aeropuerto es mi hija Ana. A Ruperta no la he visto en cuatro años. Murió junto con mi esposa en un accidente, nunca encontraron su cabeza. See more

Rudy /Rodríguez /Un/ ratito/

Ya ni en tu propia sombra

Hola buenas tardes ayudenme a compartir por favor ..es hija de una amiga

Para El Peggy El Cali El Payomas El Sirongo El Nene El Maliya

Firme tarde raza chingon de Barrios oldies de Juáritos ánimo

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Lucille--Little Richard #oldiesoldschoolporvida

ZAC: COMUNIDAD CHOLA DE ZACATECAS, ESPERA JUSTICIA ANTE EL FEMINICIDIO DE CARMEN CARAMELO. LA MONEDA ESTÁ EN EL AIRE: ADVIERTEN A FISCALÍA.