Sam Peraza

Judas y houdini Y yo que perdí la capacidad, De amar entregándome a cualquiera. Yo que amaba los días azules y llenos de libertad,... Empapado bajo la lluvia. Aquel que dejó ir a la mujer que amaba, Por disfrutar el placer del sexo de una noche. He dejado morir plantas maravillosas al cruel sol de la media noche. Y justo hoy, Que a la media noche me ofreces tus besos de Judas, Me invitas a hacer el amor. Llámame mañana, Como si a ti no te hubiera enseñado a mentir un hombre, Como si a mi no me hubiera enseñado a huir Houdini. Como si no nos conociéramos. Como si no supieras mi pasado.

Bonito jueves gente bonita les desea el escritor ojos de regalo

Mi cigarrillo. Maldito humo que forma tu silueta, Maldito veneno. Maldito tu recuerdo que me atormenta por la mañana.... Podré encender otro. Mientras mis manos tiemblan, Y tu nombre me viene a la mente. Cómo si fuera un huracán en playa virgen. Cómo si este humo me volviera un poco menos demente. No saben igual. Ahora mi cigarrillo al despertar ya ni sabe a ti. Cuando antes los compartíamos hasta el final. Buena sea este último trago que me recuerda que te mentí. Cuando jure que no me enamoraría, Cuando mi orgullo me hizo tener el valor de besarte.

"NADIE SINO TÚ" Nadie puede salvarte sino tú mismo. te verás una y otra vez... en situaciones casi imposibles. intentarán una y otra vez por medio de subterfugios, engaños o por la fuerza que renuncies, te des por vencido y/o mueras lentamente por dentro. nadie puede salvarte sino tú mismo y será muy fácil desfallecer, pero muy fácil, pero no desfallezcas, no, no. limítate a mirarlos. escucharlos. ¿quieres ser así? ¿un ser sin cara, sin mente, sin corazón? ¿quieres experimentar la muerte antes de la muerte? nadie puede salvarte sino tú mismo y mereces salvarte. no es una guerra fácil de ganar pero si algo merece la pena ganar, es esto. piénsalo. piensa en salvarte a ti mismo. tu parte espiritual. la parte de tus entrañas. tu parte mágica y ebria. sálvala. no te unas a los muertos de espíritu. mantente con buen talante y garbo y al cabo, si fuera necesario, apuesta tu vida en plena refriega, al carajo las probabilidades, al carajo el precio. nadie puede salvarte sino tú mismo. ¡Hazlo! ¡sálvate! entonces sabrás exactamente de qué hablo.