Ricardo Larrínaga

A eso se le llama patrón, seguimos los mismos patrones porque no nos hacemos consientes de lo que motiva que siempre nos acerquemos al mismo tipo de personas para relacionarnos, adquirir aptitudes sociales evita estos patrones, aprendes a leer al otro y leerte a ti.

Muchísimas veces en medio de una sesión cuando me están relatando la historia de sus relaciones románticas veo una y otra vez repetidos los mismos patrones de toxicidad y siempre pregunto ¿Por qué escoges esas parejas? Y casi invariablemente la repuesta es algo cómo Porque me escogen a mi yo no les escojo La verdad es que si permites que alguien te escoja quiere decir que en el fondo tú no te sientes lo suficientemente hábil para escoger, comprenderlo a mí en primera persona me costo trabajo, siempre pensaba pues es lo que llega a mi vida la cuestión está justamente en eso, si tomas todo lo que le llega a tu vida seguramente seguirán llegando cosas similares, te toca a ti decidir, buscar y escoger que es lo que quieres en tu vida. Justo aprendí esto al estudiar seducción, que yo podía escoger...

Cambiar un paradigma personal, sea el que sea, reclama mucha valentía. Una de las resistencias más comunes que me encuentro entre las personas a las que doy consulta es todo lo relacionado con la forma en la que nos atraemos hombres y mujeres. Están tan incrustadas en nuestras creencias sociales los mitos sobre la atracción que simplemente nos negamos a ver la verdad y aún cuando se presenta contundentemente frente a nosotros, la repuesta social sigue siendo con base en el mito y no en la realidad. El trabajo invariablemente implica primero mostrar los mayores aspectos de la verdad, para posteriormente realizar de manera deliberada acciones que sirvan de evidencia a nuestra mente sobre esta.

Tenemos tan instalado el cliché de las películas del hombre hablándole 10 veces al día y mandando 50 mensajes, le llena la casa de flores y que después de eso ella accede a salir con el, que pensamos que atraer es lo mismo que perseguir.