Relatos Itinerantes

Brebajes visionarios/Luis Reyes Nuestro mundo material es producto de nuestro mundo espiritual, somos creadores de nuestras propias realidades y sueños. Hay brebajes visionarios que nos llevan a la habitación de nuestra mente, las paredes son los miedos, las puertas libertades, las ventanas son visiones lejanas e intocables, los techos son cargas, los pisos son tu ser.... Limpia tu casa, limpia tu ser, exorcisa tus demonios, suda tus ángeles y dejalos volar. Un día serás un sueño y dejarás de despertar.

Quien publica las mentiras de un loquito redentor, termina siendo su propio manicomio.Quien publica las mentiras de un loquito redentor, termina siendo su propio manicomio.

El documental que relata la extraordinaria historia de Edson Arantes do Nascimento está próximo a ser estrenado por Netflix el 23 de febrero. Un material audiovisual que ningún amante del futbol puede perderse, pues cuenta con videos testimoniales de leyendas del balompié brasileño como Zagallo, Amarildo, Jairzinho y Rivellino, que estuvieron cerca del mejor de todos los tiempos. El material audiovisual, producido por el director ganador del Óscar, Kevin Macdonald, relata la revelación del joven prodigio de 17 años de edad quien a lo largo de su carrera sorprendió con su magia del juego bonito en la Copa Mundial de Suecia de 1958, alcanzó su madurez como jugador en Chile 1962 y su consagración en México 1970.... https://shyriudhoku.wordpress.com//el-esperado-documental/

Muerte lenta/Luis Reyes Con las ganas de morir y no poder hacerlo. Sin ganas de luchar, de despertar una mañana más. ¿Pará qué? No tiene sentido, no hallo razones, hoy no.... No necesito frases de autoayuda, tampoco palabras de aliento. Han sido tantas las heridas que ya no sé dónde colocar las vendas. Hasta este momento ya no funcionan las ideas y los deseos, ya es un dolor ulcerado que ha invadido a todo el cuerpo. Se ha infectado el alma de putrefacción, de sucesos que no pedí, que se repiten, que irónicamente pensando que has dado lo mejor regresan como maldición. La muerte ronda epidémicamente, se multiplica. Salir del encierro y mirar a los muertos vivientes o vivos murientes es cosa de todos los días. Virus que vino a enseñarnos lo importante de un beso, un abrazo, una caricia en tiempos donde eso puede ser mortal. Muerte lenta que ha mezclado tiempos, situaciones no resueltas, pensamientos atrapados, emociones reprimidas. No tengo ganas de levantarme, de estar con alguien, quizá pienso que es lo mejor, ya no despertar. Estar entre las cuatro paredes de mi propia prisión. Muerte que carcome, muerte en vida, muerte que roe y destruye para crear nuevas eras que ya no estoy dispuesto a observar. Tal vez sea que en medio de la tormenta no dan ganas de tomar el timón y que la barca se estrelle de una vez contra los arrecifes. Un día de no querer hacer nada, de no querer arreglar las cosas porque siempre que tratas de arreglarlas terminan siendo peor. Muerte lenta es una sensación de ser un alma en pena en cuerpo muerto, quejumbroso, llorón y bueno para nada. No quieres acercarte a nadie porque piensas que solo estarías mejor, ya descansando entre las tumbas. En el silencio de las grises criptas, enterrar los huesos que te dieron de una vida prestada. Y aún no termina el suplicio, el dolor innegable, aquel que no quería reconocer, que habita en mí. Mátenme porque no siento, ya no vivo, me cansa la pelea, la soberbia y mi propio ego. Así todos los días de estos últimos días, el año delirante, el que sin terminar solo me hace sentir que solo quiero morir tranquilo.