Psicóloga Diana Paz
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La condición de desconocimiento a la nueva normalidad puede generar pensamientos de incertidumbre que a su vez generan emociones diversas entre las que se encuentran la angustia, el miedo e incluso la frustración. Los efectos de lo anterior lo hemos visto manifestado en conductas de agresión (por ejemplo los ataques al personal de salud), evitación (con el denominado síndrome de la cabaña) e incluso el no seguimiento a las indicaciones de prevención y cuidado. Identificar el pensamiento para modificarlo puede a su vez modificar el curso que seguirán nuestras emociones y conductas.
La pandemia representa una condición que puede afectar y modular la salud mental a manera de favorecer el aparecimiento de enfermedades o bien reactivar o empeorar aquellas preexistentes. Cuidar nuestra salud mental debe ser igual de importante que procurar el resto de nuestro bienestar.
El estrés ha aumentado y nuestra capacidad para sobreponernos a él ha disminuido, así lo señalan las investigaciones de la Dra. Elke Van Hoof. Si bien muchas de nuestras respuestas emocionales y conductuales son normales para el carácter extraordinario de la pandemia, una de las dificultades que enfrentan las personas es saber cuándo pedir ayuda. La Dra. Elke Van Hoof nos da 5 áreas para valorar: apariencia, rendimiento, crecimiento, afectos y relaciones. Si hay alteraciones en 2 de esas 5 es recomendable buscar ayuda.
La nueva normalidad no tiene antecedentes en el mundo, donde los confinamientos han sido de menor o mayor intensidad. La incertidumbre puede causar angustia y preceder el desarrollo de padecimientos como la ansiedad y la depresión. En este escenario será importante vigilar y atender nuestra salud mental.
Atender nuestra salud mental es importante en la promoción de la salud integral. #diamundialdelasaludmental #worldmentalhealthday
Al sentirnos abrumados por las emociones quisiéramos evitarlas y detenerlas, dejar de sentir tristeza, enojo, miedo. Esta intencionalidad de control emocional genera desgaste e incrementa el malestar. Ver a las emociones como un todo nos aleja de ver la función que tienen para nuestra supervivencia; el miedo nos permite alejarnos del peligro, la tristeza nos acerca al consuelo, el enojo nos permite defendernos. Esta perspectiva de las emociones donde se reconocen como procesos, nos permite identificar que hay componentes que, con entrenamiento, podemos controlar y de esta manera transitar de manera saludable por todas ellas.
Es importante recordar que lo que sentimos puede ser normal dados los cambios que ha ocasionado la pandemia, sin embargo, es importante saber cuándo pedir ayuda. La Facultad de Psicología de la UNAM, junto con la Secretaría de Salud, comparten también recursos para identificar riesgos en la salud mental.
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