Psic. Emma Aranda
Etiquetas / Categorías / Temas
Toda demanda al final y al inicio resulta ser una demanda de amor
Es aquí donde la cura analítica permite discriminar las condiciones subjetivas que hacen posible una renuncia genuina, respecto de aquellas que promueven una renuncia voluntarista o aun hipócrita
Por eso en terapia es una nueva chance de reeditar esa memoria y a esa historia volverle a dar otra oportunidad
A la hora de definir el final del tratamiento: ¿Quién pone el punto final? Nada es para siempre, tampoco en el análisis. Muchas veces los motivos son de índole ...económica, por mudanzas, por problemas de tiempo y de horarios. Otros serán más profundos y tal vez tengan que ver con las ganas, el deseo, la necesidad o con la resistencia a seguir avanzando en el descubrimiento. Pero lo cierto es que no siempre es fácil decirle chau al diván. O, en realidad, es muy difícil decirle al analista que se decidió dejar de analizarse, por miedo a su interpretación, o por sentirse en falta o traicionando ese tiempo de trabajo conjunto. A veces el tratamiento es interrumpido, es decir, dejarlo antes de tiempo. ¿Antes de tiempo de qué? De que estén medianamente solucionados o elaborados los conflictos por los cuales se consultó y los que pudieron haberse hecho evidentes o surgido en el curso del análisis. Es decir que muchas veces se abandona el análisis porque algo de lo que allí se trabaja resulta poco soportable y 'mejor no avanzar'. Muy distinto es cuando alguien se va porque se ha cumplido el trabajo que necesitaba realizar allí con su propia subjetividad, entonces es que ése es el final. Eso es una decisión, que siempre deja un saldo de plenitud y satisfacción. En los análisis bien llevados, ese momento siempre llega. También se le puede dar un cierre cuando el paciente decide que no desea continuar con el tratamiento. Esto se debe a diferentes factores: solucionó el problema que lo llevó a consultar; experimenta una sensación de mayor bienestar; siente que está estancando y no avanza; se canso y se desmotivó, enumera. Y dice que la el paciente tome, siempre es respetada por el analista. El paciente llega por su propia voluntad y la puerta queda abierta para que vaya y venga todo lo que desee o necesite. Si un paciente plantea el final del tratamiento en un momento que evalúo como riesgoso, se le comunica pero se respeta su decisión.
Acompañar con una mirada diferente, en donde se pueda ver al analizando como capaz de poder resolver sus primos conflictos, de poder con la vida y de sostener su propio deseo
Siempre será un buen momento para volverse a levantar
Por eso en terapia es una nueva chance de reeditar esa memoria y a esa historia volverle a dar otra oportunidad
A la hora de definir el final del tratamiento: ¿Quién pone el punto final? Nada es para siempre, tampoco en el análisis. Muchas veces los motivos son de índole ...económica, por mudanzas, por problemas de tiempo y de horarios. Otros serán más profundos y tal vez tengan que ver con las ganas, el deseo, la necesidad o con la resistencia a seguir avanzando en el descubrimiento. Pero lo cierto es que no siempre es fácil decirle chau al diván. O, en realidad, es muy difícil decirle al analista que se decidió dejar de analizarse, por miedo a su interpretación, o por sentirse en falta o traicionando ese tiempo de trabajo conjunto. A veces el tratamiento es interrumpido, es decir, dejarlo antes de tiempo. ¿Antes de tiempo de qué? De que estén medianamente solucionados o elaborados los conflictos por los cuales se consultó y los que pudieron haberse hecho evidentes o surgido en el curso del análisis. Es decir que muchas veces se abandona el análisis porque algo de lo que allí se trabaja resulta poco soportable y 'mejor no avanzar'. Muy distinto es cuando alguien se va porque se ha cumplido el trabajo que necesitaba realizar allí con su propia subjetividad, entonces es que ése es el final. Eso es una decisión, que siempre deja un saldo de plenitud y satisfacción. En los análisis bien llevados, ese momento siempre llega. También se le puede dar un cierre cuando el paciente decide que no desea continuar con el tratamiento. Esto se debe a diferentes factores: solucionó el problema que lo llevó a consultar; experimenta una sensación de mayor bienestar; siente que está estancando y no avanza; se canso y se desmotivó, enumera. Y dice que la el paciente tome, siempre es respetada por el analista. El paciente llega por su propia voluntad y la puerta queda abierta para que vaya y venga todo lo que desee o necesite. Si un paciente plantea el final del tratamiento en un momento que evalúo como riesgoso, se le comunica pero se respeta su decisión.
Más común de lo que podemos imaginar... Encontrar el propio deseo y no el de los padres u un otro es una de las finalidades de la terapia... seguir el deseo propio y sostenerlo
La relación analítica
Información
Teléfono: +52 33 1304 5858
Web: psicoteraperezarandaemma.blogspot.com
80 personas le gusta esto