Pascual Vite

¿Qué has olvidado? (Cuento Breve) ... ¡Salgamos!... mi maleta estaba lista para partir inmediatamente!....en ella había guardado no sólo mis cosas, también grandes recuerdos. Como un tipo que decide ir a cualquier parte, en el momento que quiere, igual que un perro callejero que no tiene dueño, mi equipaje era muy básico.... ¡Siempre viaja ligero! Me decía mi abuelo... Sin embargo, aún con la prisa de salir lo más rápido que se pudiese, de ese lugar hermoso; antes que me atrapara con sus comodidades, sólo me detuve unos segundos, sintiendo que algo olvidaba. No encontrando nada más que llevar, casi aventé mis cosas en la cajuela y corriendo le di el llavazo que hizo ronronear el motor de ese mi primer auto... A varios kilómetros de aquel paraíso, mi mente construyó cientos de argucias, justificaciones y porqués para seguir distanciándome.... y al final volvía la recurrente pregunta: ¿Qué olvide? Con esa inquietud que de vez en cuando invadía mi alma, no sólo recorrí distancias, también pase mil vidas alejándome. ¡No puedes vivir siempre así! Me dijo una mujer que vendía abanicos en la calle, ¡Tus ojos están llenos de nostalgia! Prosiguió. Baje la vista tratando de ocultar lo que a leguas se nota que llevamos dentro. ¡Dejaste tu sonrisa! Y por más días o años que vivas, tu vida será muy corta. Le compré un abanico y me retiré, antes que aquella mujer siguiera adivinando, lo que traía mi alma... ¡No soy adivina! Me gritó. !Soy Igual que todo el mundo, queriendo vivir mucho tiempo, pero siempre con prisas y recuerdos! ... Caminé por fin despacio, bajo aquel día, que lo empecé a mirar y a sentir espléndido ... ¡El aire luz de aquel abanico inundó mi cuerpo y despertó mi espíritu! Miré con cuidado el dibujo de aquella mágica artesanía ... ¡De un lado estaba mi sonrisa! ... y del otro lado... lo que mi papá decía.... ... Pensé para mis adentros... ¡La sonrisa no se debe guardar en la maleta!... y reí como un loco, con todas mis fuerzas... y escuché desde todas partes carcajadas y risas, mientras no dejaba de releer esa bendita frase, que me devolvía mi verdadero rostro y limpiaba mis ojos: ¡La vida de un hombre o de una mujer, se mide por su sonrisa! ... ¡Decidí ser Longevo, igual que mi padre muerto joven a los 87 años! Jaja,, jejeje, jijiji, jojoooo,,, jujuuuuuuuuu Autor: Pascual Vite Martínez

Tenoch (Anecdotario de un Padre Minero) Acostumbrábamos cuando los tiempos lo permitían comer con aquel hombre sabio. Aunque vivía como un buen minero, su sabiduría le hacía merecedor de una maestría a pesar de contar únicamente con el tercero de primaria. A mi corta edad, saboreaba aquella sobremesa de extraordinarias historias, como un banquete especial. Conocí a través de el, a los 7 Pares de Francia que con su valentía derrotaron a ejércitos; así como a los filósofos y ...a los hombres que transformaron a sus pueblos. Su palabra me hizo amar el estudio y el valor del trabajo. Ese día lo miré llegar de su trabajo y corrí a sentarme a la mesa, al igual que mis hermanos. ¿Saben que tienen en común, Pitágoras, Alejandro el Grande y Tenoch? Siempre iniciaba con una pregunta y ese día no era la excepción. Vivieron en épocas distintas pero creían que los hombres más sabios y cultos debían dirigir sus pueblos, continuó. Pitágoras fundó su escuela. Alejandro impulsó la ciencia y las artes y Tenoch fundó un Imperio con esa Idea. ¡Tenoch era un Mexicano! Exclamó recalcando esa palabra y escuchamos a boca abierta como llevo a su pueblo a un lugar donde el águila devoraba una serpiente. Remato diciendo ¡Fue con la Educación que venció a todos los pueblos! ¿No fue con la guerra? Repliqué. En los libros dice que era un pueblo guerrero. ¡No! ¡Hizo que les temieran! El educó a toda su gente a través de la Escuela y también formó a sus Tlatoani (Hombre que habla bien) con una disciplina y voluntad inquebrantables. ¡Los maestros desarrollaron el espíritu y el alma de un Pueblo, que los hizo poderosos en poco tiempo! ¡Yo quiero ser Maestro! ¡Ese tipo de maestro! dije para mis adentros... y aquel momento quedó guardada en el baúl de mis recuerdos. Hoy al revusar mis triques, me volvió a esa escena... en mis manos estaba una frase de Pitágoras que el mundo había olvidado: ¡Cuando los hombres de Ciencia y sus maestros gobiernen un Pueblo, habrá prosperidad y abundancia! ... Se alegró mi corazón doblemente al reconocer que muchos formadores de la patria buscan incidir en las políticas públicas... y exclamé con júbilo ¡Vamos Maestros! Algunos que me escuchan no están de acuerdo y me dicen ¡No todos los profes están convencidos!... Sin embargo, sé que la evolución se da a paso a paso. Y con la esperanza bien puesta, vuelve a mi la voz de aquel minero ¡Lo único valioso que puede dejar un padre lo mismo que un gobierno, es la Educación! Y vuelvo a gritar con Entusiasmo: ¡Vamos Profes! Autor: Pascual Vite Martinez Pd: ¡Vamos Profes!

¡Más Huevos a la canasta! (Un cuento de otro cuento) Estaba embebido en mis pensamientos, cuando un anciano tocó mi puerta.., ¡Vendo huevos de rancho! ¿Compra?...Continue reading

Felicidades a mis Compañeros Maestros de la Región Tlanchinol Tepehuacán en su Día y a Todos los maestros de Hidalgo, de mi gran México y del Mundo. Con cariño: Ser Maestro... Ser Maestro es un gran intento... De llevar a un pueblo a la tierra prometida, Ese paraíso que como Moisés sólo queda mirarla desde lejos... muriendo alegre con la certeza de la misión cumplida... Es arrancar de la palabra la osadía, que impulse, que incentive y que arrebate... sirviendo de crisol que avive el fuego, Donde se forje el acero del carácter. Ser maestro es un arrebato permanente del extasis sublime del artista, Que pone colores a la vida En los ojos llorosos de un muchacho. Es crear puentes o si es preciso abrir mares...para escapar de la ingratitud y la ignorancia... Ser maestro es más que un buen decir, es siempre un bien hacer, trocando la pobreza en abundancia. Ser maestro es saberse constructor, Arquitecto genuino de La Paz y la armonía... es ser aprendiz, es ser hermano... buscador incansable del oro filosofal y de la música divina. Ser maestro no es poca cosa... Es entender el fuego serpentino que convierte al alumno en supra humano... Es la voz que aplaca los infiernos... es la mano que cura las heridas, trocando en Divino lo mundano. Ser maestro es ser el siervo fiel que duplica los talentos, del don nadie agobiado por la vida... es luz amiga Que ilumina en los silencios El justo medio de la verdad y la mentira. Ser maestro es un mantra del bien Ser... es una palabra que origina poesía... Gracias a ti mi gran Maestro... Por decirme: ¡Levántate y Camina! Autor: Pascual Vite Martínez