Justicia, Fe y Santidad

El agua es un líquido vital para nuestra supervivencia, cubriendo un 71% de nuestra tierra, así como un 70% de nuestro organismo. Usualmente cuando los científicos intentan encontrar vida en otro planeta, inician buscando agua, ya que es sinónimo de esta. ¿Te has preguntado qué pasó por la mente de los discípulos de Jesús, cuando Él muere? Realmente las sagradas escrituras no son muy explícitas al contarnos qué ocurría en el lapso de esos días. Pero sin duda debió ser un mome...nto de duda y temor. Retrocedamos un poco y notemos cómo en los momentos que las cosas se les salían de las manos a sus discípulos, ellos corrían al Señor, para que así, Él les diera solución. Logramos ver que cuando cae una tormenta, temerosos lo despiertan, algo así como un niño con su padre, teniendo claro que su papá le protegerá. Pero, ¿Qué pasa cuando ven a su Maestro humillado? Siendo juego y burla del pueblo, así como lastimado cruelmente, y peor aún, que por esas heridas llegara a la muerte... Sin duda ese día de reposo fue diferente a todos los demás pues debió haber sido un día lleno de tristeza, desilusión y dolor, ya que, era un hecho que Jesús había muerto. ¿Qué pasaría con ellos? ¿También serían asesinados? ¿O simplemente todo se terminaba ahí? Tantas preguntas sin resolver... Tantas respuestas que el miedo no les dejó ver... Ellos de pronto olvidaron toda la preparación, respecto a la muerte de su Señor. Lo olvidaron en el momento más importante, cuando aquél soldado le abrió el costado con una lanza, y brotó agua, definitivamente lo olvidaron porque en su boca hubo desecación. Sin embargo, su Señor vuelve, a demostrar que ese miedo e incertidumbre, no debió existir. Y entonces, verdaderamente ellos toman del agua que la piedra destilaba. Ahí la sed dejó de ser, y a pesar de que pasados 40 días fue dejado de ver físicamente, nunca más hubo indecisión, porque nunca más les faltó de beber, comprendieron realmente, el significado al que aquella mujer samaritana había llegado. Ahora, no solamente dejaron de ser cuerpos desérticos, sino que ríos de agua viva corrían de sus vientres, y aquellos ríos son los que llegaron a Colosas, Filipos, Tesalónica, Roma y a nuestro corazón. See more

"No me elegisteis vosotros a mí, más yo os elegí a vosotros..." Juan 15:16 ¡Milagro!

Y partiendo de Elim toda la congregación de los hijos de Israel, vino al desierto de Sin, que está entre Elim y Sinaí, á los quince días del segundo mes después que salieron de la tierra de Egipto. Y toda la congregación de los hijos de Israel murmuró contra Moisés y Aarón en el desierto; Y decíanles los hijos de Israel: Ojalá hubiéramos muerto por mano del Señor en la tierra de Egipto, cuando nos sentábamos á las ollas de las carnes, cuando comíamos pan en hartura; pues nos ...habéis sacado á este desierto, para matar de hambre á toda esta multitud. Y el Señor dijo á Moisés: He aquí yo os haré llover pan del cielo; y el pueblo saldrá, y cogerá para cada un día, para que yo le pruebe si anda en mi ley, ó no. Éxodo 16: 1-4 La escasez de los recursos necesarios para sobrevivir, así como las inclemencias del tiempo, sumando la frustración y cansancio que los invadía, dejó ver qué era lo que en realidad sentía Israel por Dios y qué se encontraba en su corazón. Como vemos, Israel no solo anhelaba volver a Egipto, sino que comienza a mentir con tal de regresar. Pero el Señor lo pasa por alto, y se compadece de ellos, dándoles maná. Conociendo la historia, se cansan de este, así que Dios envía codornices, sin embargo, al final también se fastidian. Se fastidian de caminar tanto para una sola tierra y no alcanzan a ver que, lo que el Señor buscaba no era solo libertarlos físicamente de Egipto, sino libertar a Egipto de ellos; pues ya lo habían hecho suyo. Por lo tanto buscaban un milagro que los devolviera a ese pueblo en el que se mantenían esclavos. Pero el milagro ya estaba... El milagro fue la zarza, fue Moisés, fueron las plagas, fue quebrantar el corazón del faraón, fue el mar abierto, fue la columna de fuego, fue la nube, fue el maná. Su vista no alcanzó a mirar la grandeza y el amor que iba inmerso en esos actos, no alcanzó a visualizar la tierra fructífera que los esperaba, y así quedaron postrados en el desierto. Muchas de las veces así pasa en nuestra vida cotidiana. Dejamos de notar los milagros, se nos pasan los años esperando algo grande, que sí llegó pero no supimos ver... Nunca digas: ¿Qué es la causa que los tiempos pasados fueron mejores que éstos? Porque nunca de esto preguntarás con sabiduría. Eclesiastés 7:10 Prepara tu vista, porque el velo ha sido roto, hemos sido comprados, ya estamos a la mesa, ya somos conciudadanos. Aprovechemos cada momento de nuestras vidas para llegar a la tierra prometida, y solo lo haremos, logrando percibir cada detalle y milagro con el que somos sustentados y perfeccionados a lo largo de este camino. No esperemos ver maná caer del cielo, porque el milagro ya ha sido hecho. "... Bienaventurados los que no vieron y creyeron." Juan 20:29

¡Qué equivocado estaba!