Etiquetas / Categorías / Temas



Nhapsi 23.11.2022

Buenos días estimados :)

Nhapsi 23.11.2022

Buena y bonita noche!! :)

Nhapsi 22.11.2022

Aplica para adultos también.

Nhapsi 22.11.2022

La exploración es parte de la naturaleza de las niñas y los niños, de esa manera van entrando en contacto con el mundo que les rodea. Las personas que acompañamos estos momentos importantes debemos mostrarnos atentas y dispuestas, sin querer hacer las cosas por ellas/os, sin dejar de lado la seguridad y celebrando junton con ellas/os los logros que se obtienen. Seamos partícipes activos para garantizar un desarrollo integral en las niñas y los niños.

Nhapsi 21.11.2022

Su servidor y toda la familia Nhapsi les deseamos iniciar el año de la siguiente manera...

Nhapsi 21.11.2022

Muy buen día a todos. Ya estamos en septiembre con toda la actitud de hacer un mejor Estados Unidos mexicanos :)

Nhapsi 21.11.2022

Mi propio caso Clínico: Tengo 34 años y hace tres me diagnosticaron Trastorno del Espectro del Autismo (TEA). Llamar a alguien "autista" se convirtió, hace ya t...iempo, en un insulto. Bien pensado, todo es susceptible de ser utilizado como insulto: ser alto, ser bajo, llevar gafas, tener mucho pelo, tener poco pelo, cecear, sesear, ser cojo, ser listo, ser tonto... en fin, la lista es larguísima. Por eso, cuando me enteré que estaba dentro de eso que llaman autismo, me fui por unos minutos recordando toda dificultad en mi vida. A pesar de ser psicólogo y una persona muy funcional no negaré que nunca me percate de ello . ¡Uf! Por si no me habían rechazado poco en mi vida, encima ahora me llamarían "autista..." Pero, a la larga, el diagnóstico ha sido literalmente mi salvación. Y haro de mi familia y amigos ya que Tengo más paciencia conmigo; tienen más paciencia conmigo. No necesito Tomar una medicación para regular mis niveles de serotonina y me reconozco a mí mismo en el espejo. Soy la misma persona que era antes, pero ha salido de la nada un aura que me rodea y me protege. Aunque los síntomas del autismo no siempre son los mismos, les contaré los que yo he conocido y cómo he tenido que esforzarme para desenvolverme en el día a día. Aparentemente tenía las mismas habilidades que mis compañeros, pero siempre me costó enfrentarme a cuestiones prácticas. Ahora que la tecnología se van metiendo en las aulas, no sé si en las escuelas (primarias) seguirán pidiendo las tablas de multiplicar en público. Siempre tuve pánico a que llegara mi turno de hacerlo... Pero claro, llegó mi turno y tuve que reconocer abiertamente que era incapaz de hacerlo sin cerrar los ojos y recitando. ¿Qué solución encontró la maestra? Castigarme y exigirme que lo hiciese en la media hora del recreo. ¿Acaso pensaba que bajaría el dios de las tablas y me quitaría el miedo de hacerlo? Al final aprendí a hablar en público muy aparente que es lo que vengo realizando desde entonces. Pero lo cierto es que tengo 34 años y todavía no sé relacionarme bien con los demas como el resto de la gente. ¿Otro ejemplo además de ? El reloj. Mi mente no clasifica los momentos del día con las horas inventadas por el ser humano. Es como si retuviera una memoria ancestral, primitiva, común a la que tienen los animales, con un planteamiento libre, flexible y arbitrario de la división temporal. Cuando he estado solo (por lo general), he llegado a perder completamente la noción del tiempo. Soy capaz de comerme un plato de cereal a las doce del mediodía o de desayunar a las siete de la tarde. ¿Y qué pasa? Absolutamente nada, de verdad. Podría seguir enumerando otras dificultades, como la orientación o el dinero. Cuanto más mayor me hago, me doy más cuenta de que en realidad las cosas que me cuesta entender son las inventadas por las personas, como el tiempo, el dinero, un determinado tipo de nudo, el saludar de mano beso o abrazo (me incomoda)... Al final el problema no es que no podamos hacer algo (eso se aprende). El problema radica en el miedo a que la gente nos señale, porque cositas pequeñas que a la gente le pasan casi desapercibidas, para mí suponen agravios terribles. Ahora sé que lo que me pasa se llama hipersensibilidad. Lo anterior también sirve para explicar otros aspectos de mi vida. Para mí, lo mejor de mi etapa escolar hasta universitaria es que ya quedó atrás. ¿Que no sabes hacer algo? Se te castiga. ¿Que eres lento? Se te castiga. ¿Que eres muy bueno en algunas cosas y dejas en evidencia al docente? Se te castiga. ¿Pero qué hay que hacer para aprender correctamente en este país? En la escuela yo no era el única raro de mi clase, ni mucho menos. Pero no conozco ningún otro caso en el que dos compañeros (un chico y una chica) prohibiesen al resto que me dirigiesen la palabra. Para los profesores este tipo de actitudes o bien pasan desapercibidas (pfff) o bien las entienden como algo normal. Los maestros deberían tener un poco más de formación y adaptarse a las necesidades concretas de sus alumnos. Por ejemplo, los niños con autismo pueden ser más lentos en sus respuestas y en sus gestos, o se comunican mejor haciendo dibujos o señas, o pueden repetir palabras y frases que escuchan, o usar palabras fuera de lugar... No sé, yo , por ejemplo, podía hacer la pregunta menos oportuna, o ponerme a dar saltitos de alegría, o cantar a voz baja una canción en medio de clase. También creo que los padres deberían enseñar a sus hijos a respetar a los niños que se comportan de esa manera. Con el tiempo, y sabiendo lo que me ocurría, he desarrollado dos sistemas operativos mentales: el mío, el que venía en mi cabeza el día en que nací (M1), y el de los demás, que me sirve para andar por la calle (M2). No es que se hayan fundido en uno solo, porque soy consciente de las diferencias. Me gustan los recuerdos que guardo en mi M1. La gente normal registra el día de su graduación, el día de su boda, el día en que nacieron sus hijos... Pfff. Vaya baremo más anodino. Yo recuerdo el primer día que escribí mi nombre, y fue en una agenda de mi papá. Aún no iba ni al kinder, lo hice en casa, por la mañana con ayuda de mi hermana mayor, y se lo enseñé a mi madre. Pensé que se volvería loca de contenta, pero la pobre estaba todo el día trabajando en la casa y para ella esos momentos felices debían entrar en la categoría de simples. Mi M1 tiene almacenado también el recuerdo de la primera vez que oí muchas de las palabras que estoy ahora mismo escribiendo: sé dónde estaba, quién las dijo, recuerdo la voz, el olor del lugar... en fin, cosas importantes, repito. Recuerdo aprender los números en clase, en la pizarra, y en cambio mi mente me los mostraba con formas y colores, con relaciones "personales" entre ellos. Además a cada número le correspondía un color, un objeto, una fruta, varias cosas a la vez... no sé, era genial. Parece una locura, pero les juro que más locura es el funcionamiento de la Bolsa y a todo el mundo le parece normal. Aunque me alegra haber construido un M2, me apena haber perdido parte de la plasticidad de mi M1. Es el precio que he tenido que pagar, pero creo que compensa. Mi falta de amigos siempre se ha visto suplida por mi desbordante imaginación. Esa es la última que se pierde, incluso cuando se ha marchado la esperanza, y lo digo desde mi propia experiencia. Pero todavía debo seguir aprendiendo. Siempre, siempre, siempre, me equivoco con la gente. Dice el psiquiatra que las personas con autismo solemos tener más problemas en la interacción, a la hora de interpretar los gestos, las palabras y las intenciones de los demás. En la mayoría de personas hay una campanita interior que te avisa de que, aunque te esté sonriendo, no caes bien a la persona que tienes delante; o de que te puede meter en pronlemas; o incluso de que se aprovechará de ti. Pues bien, en mi caso esa campanita suena siempre que conozco a alguien. No puedo confiar en la gente, de modo que para no enloquecer, o para no quedarme encerrado en casa, me dejo manipular, ridiculizar y marginar hasta que me canso. Hace unos días, al despedirse de mí, me dijo el psiquiatra: "Te hace falta un poco de malicia de la que les sobra a los demás". El es buenísimo y siempre son acertadas sus palabras, pero en este caso me vi obligado a corregirle: "Tal vez sea a ellos a los que les hace falta un poco de la bondad que me sobra a mí". No pudo por menos que darme la razón, y cualquiera que conozca a alguien como yo entenderá a qué nos referimos. Como digo, ahora tengo la situación más controlada, pero eso no quita que a veces me encuentre sobrepasado. En esos momentos termino aislado, y dentro de miente: da igual que sea en un piso compartido, en la universidad, en el trabajo o en clase. Siempre tiene que ser alejado de las personas, como esta situación se me presenta tan a menudo, es mejor tener preparado el ritual que sabes que te va a ayudar, así que sigo metódicamente los pasos que me lleven a no hiperventilar. Me gustaría que la gente comprendiera mejor estas cosas. Por eso escribo esto. El día en que pueda entenderlo al cien, entonces sí que habremos dado un paso importante. Me gustaría decir "Soy yo, con mis saludos sin tocarse; soy yo, con mis momentos de desconexión; soy yo, cuando no entiendo una broma absurda; soy yo, a pesar de no saber qué hora del día es; soy yo, ¡qué feliz me hace ser yo!". Decían los presocráticos que el origen de la filosofía era simplemente el asombro. Y nosotros somos filosofía pura. Las cosas cotidianas, las reguladas socialmente nos asombran tanto... tal vez porque esas normas sociales se han creado de forma unilateral: son como las tijeras. Hasta hace poco nadie pensó que los zurdos no podían cortar bien con tijeras normales. ¿Y que son unas tijeras normales? Pues las que sólo pueden usar los diestros, lo cual convierte automáticamente a los zurdos en anormales. En vez de ser considerados minoría, son anormales, qué cosas. No?

Nhapsi 21.11.2022

Buen día lectores, pacientes, colegas y amigos.

Nhapsi 21.11.2022

El primer desafío antes de criar un niño, es primero haber sanado el propio. Cuídate para cuidar, respétate para respetar, ámate para amar. Álvaro Pallamares Visto en Psicología infantil.

Nhapsi 21.11.2022

Saldos a todos los seguidores.



Información

Localidad: Tlaquepaque

Teléfono: +52 33 3468 4132

Ubicación: jesus michel gonzalez 45602 Tlaquepaque, Jalisco, México

Recomendaciones y opiniones

Escribir una reseña




Ver también