Multimedios Jahdai

BAJO SUS ALAS 2021: clic para reiniciar EL ARRIBO DE UN NUEVO PRETEXTO... Siempre que se acerca la llegada de un nuevo año, son expresados más por costumbre y tradición que por verdadera convicción, gritos auto desafiantes como: !ahora sí es mi año! !este año es el bueno! !voy con todo! y otros similares. Que yo recuerde, entre los propósitos de año nuevo, generalmente los que tenían que ver con la salud física, parecían ser prioritarios: el bajar de peso, hacer una dieta, practicar ejercicio, conseguir una mejor figura y abandonar algún vicio. Sin embargo, en los últimos años parece ser que la salud ya no es tan importante como anhelar estrenar auto, casa, celular, ropa y cosas materiales. Los compromisos espirituales o morales que pueden traer paz y bienestar a tu alma y unidad familiar, son enviados al fondo de la lista. No debería ser así, sin embargo, el arribo del 2021 se presenta como un buen pretexto para reconsiderar tus proyectos de vida y acomodar en tu pirámide existencial, el orden de lo que más te importa. En mi humilde opinión, conceder más importancia a la salud que a las cosas materiales es una sabía decisión. Tener salud física y mental, es la mayor riqueza con que puedes contar en este mundo. Realmente no tienes que invertir mucho dinero para transformar tu aspecto físico y sentirte mejor. Lo primero que debes anotar e insertar en tu mente, es creer que tú eres la única persona que puede cambiarlo todo. Tienes que dejar de mirar televisión y anuncios comerciales que te bombardean por todos los medios visuales y te prometen hacer milagros de la noche a la mañana. No existe mayor poder que tu voluntad bien enfocada y disciplinada para empezar la carrera a la meta propuesta. Voy a ir directo al punto mi querido amigo. No necesitas esperar que llegue un año nuevo para comprometerte a iniciar un cambio en tu vida con la ayuda de productos mágicos que, la única magia que realizan es vaciar en segundos tus tarjetas de crédito y desaparecer tu dinero. Hoy mismo puedes trabajar con tu voluntad y someterla a tu dirección. Tú puedes controlar los impulsos de tu voluntad y dirigirlos sin permitir que te sigan controlando. Te describiré una situación práctica. Existen miles de personas que están presas de vicios como el alcoholismo y tabaquismo. Son engañadas por pensamientos internos y voces exteriores que les susurran que jamás van a poder salir de ese hoyo de miseria y destrucción, incluso, hay quienes piensan erróneamente que, si dejan de beber o fumar de un día para otro, se mueren: ¡mentira más grande! Nadie va a morir si decide gobernar sus pensamientos y ordenarle a su voluntad que, en este mismo instante deje de beber y fumar: lo que sí sucederá es que, ¡va a vivir! Arroja sin temor la cajetilla de cigarros a la basura, vierte la botella de licor al inodoro y verás que no morirás. Los estudiosos de la conducta humana han concluido que un mal hábito debe ser desarraigado implementando a la par uno bueno. Una vez que hayas tomado la decisión de destruir tus vicios, proponte actitudes positivas como levantarte temprano y salir a caminar al aire libre. Los productos mágicos no hacen milagros, pero tu mente unida a la buena voluntad que el Creador tiene hacia a ti, sí realizará el milagro de un día para otro. Tienes que creer que lo has logrado y al practicar con coraje y perseverancia el nuevo hábito, agradece a Dios por obrar ese cambio que para ti era imposible. No te detengas, ve por más. Acciones sencillas son sinónimo de escalar peldaños. Retira la ropa y objetos que por años colocaste sobre tu aparato de gimnasio y úsalo para lo que fue diseñado. Sal a comprar feliz el tornillo que le falta a tu bicicleta deportiva que ocasionó la mandarás a la bodega como chatarra. Saca los tenis empolvados del rincón del closet. De verdad, no es costoso, los cambios profundos en tu ser no tienen que ver con dinero, sino contigo mismo. Te aseguro que estas pequeñas decisiones que parecen insignificantes por ser gratis, te inspirarán para seguir adelante y vencer día a día. Y si me permites, te compartiré que la Biblia contiene una fórmula mágica infalible. Este es el orden establecido por el Cielo para los mortales que habitamos la tierra. El Maestro de Galilea lo dijo: Lo más importante es que PRIMERO BUSQUEN EL REINO DE DIOS y hagan lo que es justo. Así, Dios les proporcionará todo lo que necesiten (Mateo 6:33 NBV-). Ojalá que este año 2021 reflexiones sobre lo que verdaderamente es importante en tu vida. Estoy consciente que alguno podrá decir que escribir sobre hacer un cambio de la noche a la mañana es lo más fácil y ridículo que ha oído, argumentando que solo quien vive esas experiencias reales y tormentosas puede hablar sobre el tema. Sé de lo que estoy hablando. Lo he vivido y comprobado, no es teoría motivacional; es afianzarte y creer de corazón Todo lo puedo en Cristo que me fortalece. Nos vemos y nos leemos en el primer lunes de 2021, si Dios lo permite ¡Que tengas un excelente y bendecido fin e inicio de año!

BAJO SUS ALAS Pide permiso antes de salir NO TIENES LA VIDA COMPRADA... Llevo un poco más de 25 años conduciendo en carreteras, gracias a Dios no he sufrido un accidente. En una ocasión que viajaba con unos colegas hacia Nuevo León, adelante de Matehuala, S.L.P., en un tramo recto nos rebasó a alta velocidad una camioneta tipo suburban; no era modelo reciente, pero si contaba con buena máquina. A unos doscientos metros me pareció extraño que la potente suburban circulara por el acotamiento sin disminuir la velocidad. En eso se elevó una gran nube de polvo, la camioneta ya había abandonado la carretera y empezó a dar violentas vueltas hasta detenerse cerca de unos gigantes arbustos de espinos. Alerté a mis compañeros sobre ese suceso y nos detuvimos para auxiliar o colaborar en la medida de lo posible. Al acercarnos a la unidad, esta se encontraba con las cuatro llantas hacia arriba. La escena era espantosa. Cerca de diez tripulantes, entre adultos y niños, iban en ella y estaban prensados entre los asientos y el techo. Los gritos y lamentos eran indescriptibles. El chofer había salido expulsado, pero estaba ileso vomitando cerca de un matorral. Otros automovilistas se sumaron a prestar apoyo. Entre llantos y gemidos alcanzaron a sacar a los niños que resultaron totalmente ilesos, mientras las madres y demás adultos clamaban por ayuda. Un servidor fue comisionado para atender a los tres niños mientras las tareas de rescate continuaban. Las autoridades tardaron un poco en llegar. Dice un dicho que los niños y los borrachos siempre dicen la verdad. De los borrachos tengo mis dudas, de los niños no. Uno de los pequeños de diez años de edad aproximadamente, se desahogó y con un conmovedor llanto confesó que el chofer era su papá y que venía bien tomado. Narró que desde un día antes habían ido a una fiesta a una población cercana y el día del percance habían regresado para continuar el festejo. Su papá no quiso dejar manejar a otra persona y prometió que nada iba a suceder, que él estaba bien. Increíblemente y contra todos nuestros trágicos pronósticos, a juzgar por la magnitud del accidente, ningún pasajero murió. Cuando llegó la ambulancia uno de los paramédicos al ver el cuadro expresó angustiado: Aquí tiene que venir el SEMEFO a dar fe de los cuerpos; pero su sorpresa fue mayúscula al constatar que ni uno había perdido la vida. Después llegaron los bomberos y rompieron los fierros con grandes pinzas y herramienta especial para poder liberar a los muertos de miedo. Supimos que todos ellos eran familiares. Desconsolado el niño mayor gritaba por la presencia de su mamá, los otros dos no se recuperaban del impacto emocional y mantuvieron silencio. Fueron dos o tres horas el tiempo que permanecimos allí. Nunca olvidaré la escena de la mamá de los niños, al ser liberada, con heridas no de gravedad, fue corriendo hacia sus hijos. El mayor la abrazó fuertemente y le dijo: Dile a mi papá que ya no tome más cerveza, por favor dile, dile. Por lo regular en estas fiestas decembrinas corre demasiado alcohol. Cuántas tragedias no han pasado por gente inconsciente e irresponsable que ingiere alcohol con exceso provocando accidentes y muertes de personas inocentes que, jamás imaginaron que su vida terminaría de la forma más brutal e inesperada. Aunque tú y yo pongamos todo de nuestra parte por evitarlo, en un instante nuestra vida puede ser arrebatada: no estamos exentos de sufrir una situación tal. Ten la humildad de pedirle a Dios su protección y bendición cuando salgas a carretera. No conoces ni puedes predecir todos los peligros latentes. No basta tu buena pericia en conducir. Cada vez que salgo a carretera con mi familia, inclinamos el rostro para pedir el cuidado y protección del Todopoderoso, ponemos nuestra frágil vida en sus manos, porque no sabemos si llegaremos al destino. Es una pequeña oración no de temor, sino de confianza en Él. Cada experiencia de viaje y el regresar a casa sanos y salvos, es un milagro del Cielo. Dios no es un talismán que puedes colgar en tu carro y en automático todo estará bajo control. No actúa así la Providencia divina. Reflexiona en este texto bíblico: Ahora escuchen esto, ustedes que dicen: Hoy o mañana iremos a tal o cual ciudad, pasaremos allí un año, haremos negocio y ganaremos dinero ¡Y eso que ni siquiera saben qué sucederá mañana! ¿Qué es su vida? Ustedes son como la niebla, que aparece por un momento y luego se desvanece. Más bien, debieran decir: SI EL SEÑOR QUIERE, VIVIREMOS Y HAREMOS ESTO O AQUELLO. Pero ahora se jactan en sus fanfarronerías. Toda esa jactancia es mala (Santiago 4:13-16 NVI-). Por eso no me cansaré de decir: si Dios permite, nos vemos el próximo lunes. ¡Que tengas un excelente, bendecido y muy responsable periodo vacacional!

BAJO SUS ALAS Si los perros pudieran hablar CONCIENCIA SOCIAL, SENTIDO COMÚN Y HUMANIDAD... ¡Hola! Mi nombre es Balú. Causé una sorpresa e impacto terrible cuando llegué a la casa de la familia Jiménez Ramos. No me esperaban. Era un cachorro de dos meses en el momento que Brianna (la hija mayor) me presentó con sus padres. Marlon y Leticia dieron el grito en el cielo, yo hubiera querido de felicidad, pero fue todo lo contrario. Casi en ese mismo instante me querían devolver. He sufrido muchas amenazas de lanzamiento y hasta hoy, aquí sigo. Honestamente puedo entender al viejo, en mi plena etapa de cachorro me comí zapatos, almohadas, ropa y todo lo que estaba a mi paso y alcance. La gota que derramó la copa fue al morder y despedazar una parte de un mueble nuevecito: ¡ahí sí la vi cerca! Los esposos estaban Yo, me preparé para el peor desenlace. Me río un poco porque recuerdo que, los amos sentenciaron a Brianna que el intruso estaría en casa por unos días en lo que me hallaban un hogar adecuado. Ya cumplí diez meses y te voy a contar un poco de lo que he visto, escuchado, y me ha sucedido. Escuché con detenimiento todas las reglas que le pusieron a la hija mientras este cachorrito estaba de huésped. Una de las cosas que le advirtieron: !ni creas que le vamos a limpiar sus cochinadas a tu perro!. Pobrecitos, en especial el don. Nunca imaginó que una semana enterita (que por azares del destino me quedé solo con él) levantaría diariamente mis excreciones y lavaría el sitio donde hago pis. Bueno, con decirles que ya hasta me sacan a pasear y me han comprado algunos accesorios. En una ocasión el señor refunfuñó: pensé en tener algún día un perro, pero uno de verdad, no como esta cochinadita, ¡perro enano! Después me sacó a caminar y me llevó a un cerro, de ida me fui feliz, pero por la altura y mi modificada constitución corporal, ya no aguanté a llegar a la cima. Ahí lo tienen, todo bravo me trajo de regreso en sus brazos y yo, bien concha jadeando sin cesar disfruté la jornada. Al llegar a casa, con una cara de enojado que parecía más de risa, me bajó y dijo ante la familia: !no aguanta nada, pensé que era un perro de verdad, es de mentiritas!. Quiero pedirte, y aclararte, mi querido amigo humano, a nombre de todas las mascotas, lo siguiente (por favor tómalo con madurez y como un simple punto de vista, no estás obligado a pensar igual que yo). Te diré que, no somos personas, somos animalitos y criaturas inferiores, no te sorprendas de lo que voy a mencionar: no podemos compararnos con un humano jamás. No está bien, por lo tanto, que nos pongan nombres propios de personas. No deberíamos vivir adentro de las casas, sin embargo, ya nos hicieron como parte de la familia y hasta hemos llegado a dormir en la cama de ustedes. Nos besan, nos dicen que nos aman, nos dicen muchas palabras y hacen cosas con nosotros que, son de uso exclusivo para las relaciones entre humanos y de padres a hijos. No es en absoluto correcto. Las mascotas no necesitamos amor. El amor es un sentimiento sublime y sagrado que deben procurarse los seres humanos. Dense amor entre ustedes, que tanta falta les hace. Lo que necesitamos es un poco de cariño y sí, mucha atención y cuidado, porque no somos objetos ni juguetes. Te suplico (sigue hablando Balú, hasta el final) que antes de adquirir una mascota seas muy frío y consciente del gran compromiso que adquirirás. Si no cuentas con el espacio y condiciones adecuadas, además del tiempo que es un factor importantísimo ¡no la lleves a tu casa! Si no te vas hacer responsable, no veo sentido que la adquieras; si solo la compras por capricho de tus hijos, seguro le vas a dar vida de perro. Me han contado mis cuates, en algunos de mis paseos que, no es nada agradable quedarse sin comer varios días, estar encerrado por semanas en un espacio reducido y lo más triste y desagradable: vivir entre el montón de las propias suciedades. Si las mascotas pudiéramos hablar, te rogaríamos que nos asearas, nos alimentaras y nos llevaras a pasear. Pero no podemos, tenemos que soportar maltrato animal. Algo que te voy a suplicar a titulo perruno que NO hagas, porque he visto que genera problemas entre los vecinos, aparte de ser foco de infección, es sacar a defecar a tu mascota a la calle. Te suplico le enseñes y alecciones para que lo haga en casa, ¡enséñale por favor! Eso ayudará a no molestar a nadie. Una vez que haya hecho sus necesidades en casa, ahora sí, solo así, sácala a pasear, debes ser responsable y llevar una bolsa y recogedor por si le gana ocasionalmente, pero no es la calle el lugar indicado para que lo obligues y enseñes a defecar. En eso sí tengo que reconocer al viejo, aunque nadie vea que me ganó en la calle, y aun siendo terreno baldío, levanta mi popó. Lo más detestable: veo a diario a personas inconscientes que no portan su bolsa y sacan con toda la intención a sus perros a defecar a la calle. Esos mal educados, aparte de ser inconscientes, son unos groseros porque se molestan y quieren golpear a quien les llama amablemente la atención o les ofrece una bolsita. Me despido: Mis amigos terrícolas, definitivamente somos muy diferentes. Nosotros no tenemos las facultades y habilidades de ustedes. No razonamos y nuestros sentimientos, si así se le puede llamar son muy distintos. La verdad es que no les envidiamos nada, porque estamos conformes con lo que somos. Si nos tratan mal, les movemos la cola y vamos a sus pies sin guardar rencor. Nuestro cariño lealtad y gratitud hacia ustedes es sincero. En nuestro mundo, por muy maltratados que seamos, no existe la palabra suicidio: ustedes se dan por vencidos muy rápido. No vas a creer lo que te voy a decir, pero te lo comparto: Dios colocó en nosotros al igual que ustedes, un pequeño chip que hace que lo reconozcamos y alabemos como nuestro Creador, y eso sucede todos los días; la explicación no es misteriosa, simplemente somos parte de su maravillosa creación (Salmo 150:6). Y por último les voy a confesar algo que me dijo de frente Marlon (no se lo digan) hace unos días que me llevó a dar la vuelta: !ay Balucito!, ¡no quise aceptarte desde que llegaste porque ya no quería encariñarme con otra mascota! ¡Y mira ahora! Me enteré que sufrieron mucho por la pérdida de un periquito llamado Chester ¿Qué le hacemos? Así es la vida. A nombre del titular de esta publicación, deseo que tengan un excelente y bendecido día. Lo leen el próximo lunes, si Dios se los permite.

BAJO SUS ALAS Los secretos de la escoba ATRÉVETE A MOVER LOS MUEBLES... En días pasados, más obligado por la petición de mi esposa que por propia iniciativa, tomé la escoba para barrer la casa. Felicito y aplaudo a quienes son colaboradores de los quehaceres del hogar, en mi caso, me apena decirlo, soy un tanto rejego y aunque lo sé hacer, no soy un manso voluntario. Creía ser un buen barrendero porque lo hago despacio, sin levantar demasiado polvo y buscando llegar a los rincones. Esta vez aprendí una gran lección: la verdadera limpieza no consiste en lo que se ve, sino en lo que no se ve. Había unos muebles que no se habían movido por mucho tiempo y la escoba solo le pasaba alrededor. Yo sabía que, aparte de saludar a unos huéspedes eternos (las arañas), encontraría algo más. Al desplazar un mueble se dejó ver bien formada la capa de polvo y pelusa, y por supuesto, algunos objetos que se habían extraviado y se dieron por perdidos; por el paso del tiempo ya estaban cubiertos de polvo. Una de mis hijas se alegró cuando le presenté uno de los hallazgos ¿dónde lo hallaste papá? !lo había buscado por todos lados! Escoba en mano, me detuve a meditar un poco. A las personas les interesa más la apariencia exterior, a la cual dedican mucho tiempo en barrer y adornar, sin revisar en qué condiciones se encuentra el principal mueble o aparato del que depende su esencia y carácter: el cerebro. Cuando se trata de atender y limpiar tu cerebro, pasas la escoba de inmediato y le restas importancia: que siga guardando polvo y cosas. Aunque se llenen de polvo todos esos pensamientos y sentimientos de dolor, frustración, infidelidad, maldad, resentimiento, etc., te conforta saber que nadie los ve, nadie los conoce, nadie tiene acceso a ese departamento y nadie puede remover los muebles, solo tú. Posiblemente piensas que no es de vida o muerte hacer limpieza en esa zona restringida, aunque la alarma se enciende y te da advertencias que la memoria principal necesita una reseteada o formateada para eliminar virus letales. No prestas atención, hasta que un día se daña seriamente, causando enfermedad y problemas emocionales que no solo te afectan a ti. Cuando alguien visita tu hogar y te elogia por tener pisos relucientes y todo en orden, jamás te preguntará si puede mover un mueble para constatar que está igual de brillante ese espacio oculto. Las personas juzgan lo que ven por fuera y está a su limitado alcance. Lamentablemente, si el aspecto superficial es lo que más te preocupa, permitirás que tu cerebro y tu carácter se cubran de polvo. Las principales funciones se atrofiarán causando fosilización por falta de mantenimiento moral y espiritual. Estoy seguro que la mayoría, al igual que un servidor, siente ese llamado interior a revisar lo más íntimo de sus pensamientos. Esa advertencia de peligro es la voz de tu consciencia que te está indicando la urgente necesidad de atención. Es un desafío de valientes. Atrévete a entrar y remover los muebles de tu cerebro. Una vez que estés en lo más profundo de tu ser, te darás cuenta que necesitas la ayuda de Dios para mover esos pesados obstáculos. Aquí es donde el Todopoderoso hará lo que tú no puedes hacer: abrir el Mar Rojo. Al igual que le pidió a Moisés, levantar solamente su brazo, a ti te pedirá que lleves la escoba al lugar donde Él ya removió el obstáculo, y con suavidad barras, limpies o elimines, si es el caso, ese polvo y objetos que, están allí, ocupando un gran espacio que no les pertenece y te causan mucho daño. Dios está dispuesto a realizar esos grandes prodigios en tu vida, para liberarte de una vida doble y de apariencia. La verdadera sanación integral, empieza en pedir socorro a Dios. Él, es el único que conoce lo más secreto e íntimo de tu corazón. Los personajes bíblicos que admiramos hoy, sufrieron y pasaron por lo mismo, un salmo atribuido a David dice: Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce los pensamientos que me inquietan (Salmo 139:2 NTV-). Nuestro Señor Jesús lo confirmó: Porque del interior del hombre salen los malos pensamientos, los asesinatos, el adulterio, la inmoralidad sexual, los robos, las mentiras y los insultos (Mateo 15:19 DHH-). Nunca es tarde para realizar la genuina obra de limpieza, el primer paso es tomar la escoba con valor e ir, de la mano de Dios, a encontrarte con aquello que has dejado escondido por mucho tiempo ¿sientes que no hay nada que limpiar, no te acuerdas qué perdiste, te avergüenza lo que verás? No hay problema, Dios te lo mostrará con claridad, paciencia y amor. Te guiará a las opciones correctas de solución, acepta la ruta de salida. Puede ser que tu cónyuge sea parte de tu restauración, un psicólogo, un médico, un amigo, o un líder espiritual. Nos vemos el próximo lunes si el Altísimo lo permite. ¡Que tengas un excelente y bendecido día!