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JacoboDiaz 22.11.2022

El viaje Todo comenzó una mañana fría y con lluvia. No me gustaba aquel clima pero, siempre me ha gustado viajar. La voz salió fuerte y profunda de dos bocinas montadas en los extremos de aquel inmenso barco: "Pasajeros, sírvanse abordar, nuestra salida se llevará a cabo en unos cuantos minutos. No olviden sus pertenencias ni despedirse de sus familiares y amigos".... Entonces noté que yo estaba solo. ¿Nadie me acompañó en aquel viaje que, por lo que supe, duraría más de una semana? Me invadió una profunda tristeza que trate de dejar de lado enseguida. Así pasó la mañana, la tarde, el día siguiente y algunos más. Yo seguia solo. Me levantaba en las mañanas tratando de hacer platica con alguien pero, nunca había nadie. El mar, en su inmensidad, era mi único compañero. Un día, temprano, alguien dejó un pequeño sobre a través de mi puerta; dentro del sobre había un un recado que decia: "Fue un placer para nosotros que nos haya elegido como su medio de transporte; esperamos verlo de nuevo." ¿Nosotros? ¿Quienes eran nosotros que nunca los vi? Cerré los ojos como para huir de aquel momento y me quedé profundamente dormido. Al despertar, me pareció escuchar ruido de personas que pasaban por el pasillo. ¿Seria? Me asomé y pude comprobar que muchas personas, adultos, niños, familias enteras corrían rumbo a la cubierta; muchos se dirigían al restaurante en donde escribi este relato. ¡Que bello es estar con gente, convivir y compartir con ellos! Que maravilla que Dios nos haya dado unos compañeros, amigos, ¡familiares! ¡Que pesadilla!, y, ¡que alegría despertar! Olvidaba anotar que, por la fecha que aparecía en el ticket de mi desayuno, ¡mi viaje recién comenzaba! Amigo, amiga, mira a tu alrededor, alguien está junto a ti, en tu casa, afuera, en la calle, en la tienda de la esquina, en el supermercado, en cada lugar por el que pasas. Dale gracias a Dios. No viajas solo. Hay gente que va en el mismo barco y te acompaña. ¡Feliz viaje!

JacoboDiaz 21.11.2022

Paz en movimiento. Sentado ante mi computadora, con la pantalla en blanco y mis brazos descansando sobre el escritorio sentí una sacudida, algo raro, y sin más, ¡me fui! ¿A dónde habré ido?, no lo sé, pero, se sentía bien estar ahí, sin compromisos que cumplir, preocupaciones que atender, ni personas con las que discutir. Ahí solo había inmensidad. Caminé despacio, sin rumbo y sin sentido, pero, tranquilo, sumamente tranquilo. ¡Qué cosa tan extraña! ¿Cómo podía estar ta...Continue reading

JacoboDiaz 20.11.2022

Encierro Hoy, mientras caminaba por el parque recién habilitado debido al Covid, me gusto ver la calle, los árboles y aquel pequeño estanque que seguía estando ahí. En ocasiones creemos que en nuestro encierro van desaparecer las cosas que nos gustan, aquello que amamos. ... Mientras reflexionaba así, una pareja que trotaba me saludó con una sonrisa oculta tras el cubre bocas obligado. Yo devolví el saludo moviendo mi mano. El dolor de ese encierro del que nos sentimos victimas, está más en nuestras mentes. El Covid nos obliga a ser cuidadosos para no contagiarnos ni contagiar a los demás pero no nos impide seguir viviendo. Respetando las medidas sanitarias, podemos seguir disfrutando nuestra familia, nuestro hogar, incluso disfrutar de nosotros mismos. Seguimos vivos aún estando dentro de nuestra casa,pero, hay que vivir para experimentar ese milagro divino. ¿Porque no comenzamos a vivir nuevamente?

JacoboDiaz 20.11.2022

Una decisión Dos horas pasamos aquella mañana en nuestra cafetería favorita componiendo el mundo. Varios recuerdos llegaron como buenos invitados, ¡qué tiempos aquellos! De repente y casi sin darme cuenta, Oscar contesto una llamada, pidió la cuenta y se retiró. Nos quedamos solos mi taza de café a medio terminar y yo.... Que fascinantes somos. Disfrutamos un momento y luego pareciera que nunca lo hubiéramos hecho. Cortes como de película que parecen ir del drama al misterio y luego a la comedia. Me levanté y me dirigí a la salida callado, pensando. - Oye, ¡que gusto verte! me dijo aquella voz sorprendiéndome. - Raúl, ¡cuántos años sin vernos! le respondí. - Si, que bueno que te veo tengo tanto que contarte; ven te invito un café. Así se compuso mi día. Tenemos a nuestro alcance alegrarnos o amargarnos la vida. Es un acto de decisión, de tomar las riendas de nuestra actitud y agradecer o reprochar lo que nos pasa. Desde entonces, me molesto cuando le echo a perder el rato a alguien; primero, porque me lo echo a perder yo. ¿Qué te parece si decidimos sonreír hoy?

JacoboDiaz 20.11.2022

Amanecer Que tu amanecer no sea esperar a que salga el sol o a que el clima sea benigno; que no sea un regalo que tal vez no llegue, un premio inmerecido y mucho menos la suerte. Que tus ganas de vivir, tu esfuerzo, tu esperanza y tu fe llenen esos amaneceres y los conviertan en el impulso divino de una actitud que no espera por algo, sino que se da, que se entrega; una actitud generosa que sirve a los demás y que... ¡ama!



Información

Teléfono: +52 33 2493 3676

Web: www.jacobodiaz.com.mx

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