Mi tiempo en el centro histórico
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El Museo del Estanquillo fue inaugurado en noviembre de 2006 y está ubicado en lo que antes era la joyería La Esmeralda, inaugurada el 27 de noviembre de 1892 por el propio presidente Porfirio Díaz y construida por los arquitectos Eleuterio Méndez y Francisco Serrano. Fue joyería, oficina de gobierno, sucursal bancaria y posteriormente la discoteca La Opulencia, hasta que se rescató el edificio para su recuperación.
En 1910 con motivo del Centenario de la Independencia, en México se inauguraron una gran variedad de bellos e históricos relojes monumentales en ciudades importantes como San Luis Potosí, Puebla, Morelia, Guanajuato, Veracruz, Querétaro y principalmente, en la capital del país.
Yo ya tengo mi ejemplar y ustedes?
En la calle de Paseo de Bucareli, se encuentra el reloj del periódico El Universal, único reloj que toca nuestro orgulloso Himno Nacional. De igual forma se debe mencionar al Reloj Otomano ubicado en Bolívar y 16 de septiembre, regalo del pueblo turco.
En 1910 con motivo del Centenario de la Independencia, en México se inauguraron una gran variedad de bellos e históricos relojes monumentales en ciudades importantes como San Luis Potosí, Puebla, Morelia, Guanajuato, Veracruz, Querétaro y principalmente, en la capital del país.
El Museo del Estanquillo fue inaugurado en noviembre de 2006 y está ubicado en lo que antes era la joyería La Esmeralda, inaugurada el 27 de noviembre de 1892 por el propio presidente Porfirio Díaz y construida por los arquitectos Eleuterio Méndez y Francisco Serrano. Fue joyería, oficina de gobierno, sucursal bancaria y posteriormente la discoteca La Opulencia, hasta que se rescató el edificio para su recuperación.
En la calle de Paseo de Bucareli, se encuentra el reloj del periódico El Universal, único reloj que toca nuestro orgulloso Himno Nacional. De igual forma se debe mencionar al Reloj Otomano ubicado en Bolívar y 16 de septiembre, regalo del pueblo turco.
Yo ya tengo mi ejemplar y ustedes?
Don Carlos Salamanca, originario del barrio de Tepito, aprendió el arte de la reparación de relojes y la joyería con los expertos del Centro Histórico. Sus ganas de salir adelante lo llevaron a superarse y hoy es integrante de la Asociación de Relojeros Técnicos Mexicanos. Esta es una pequeña historia de aquél México nostálgico: "En Tepito había toda una industria de relojes usados, pues a la semana rehacían alrededor de 50 y tenían gente que les compraba dentro del mercado... para salir a la calle a revenderlos"... Los ponían en el suelo y les decían ‘Los perfumados’, porque al ponerlos al sol, el perfume de la vaselina empezaba a desprenderse. En aquellos años el despertador valía 25 pesos y era buena la ganancia, pues los comprábamos por kilo y éste valía dos pesos, narra". La gente iba a Tepito a arreglar sus relojes porque en las relojerías formales les decían que ya no servía su reloj, que tenían que comprar otro en vez de repararlo. En cambio en Tepito encontraban la posibilidad de reparar su reloj a un precio accesible, pues es un objeto al que se le llega a tener aprecio.
Don Carlos Salamanca, originario del barrio de Tepito, aprendió el arte de la reparación de relojes y la joyería con los expertos del Centro Histórico. Sus ganas de salir adelante lo llevaron a superarse y hoy es integrante de la Asociación de Relojeros Técnicos Mexicanos. Esta es una pequeña historia de aquél México nostálgico: "En Tepito había toda una industria de relojes usados, pues a la semana rehacían alrededor de 50 y tenían gente que les compraba dentro del mercado... para salir a la calle a revenderlos"... Los ponían en el suelo y les decían ‘Los perfumados’, porque al ponerlos al sol, el perfume de la vaselina empezaba a desprenderse. En aquellos años el despertador valía 25 pesos y era buena la ganancia, pues los comprábamos por kilo y éste valía dos pesos, narra". La gente iba a Tepito a arreglar sus relojes porque en las relojerías formales les decían que ya no servía su reloj, que tenían que comprar otro en vez de repararlo. En cambio en Tepito encontraban la posibilidad de reparar su reloj a un precio accesible, pues es un objeto al que se le llega a tener aprecio.
Información
Web: www.mitiempoenelcentrohistorico.mx
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