Medicina Ancestral Izcalli Assul
Carr Transpeninsular -Maneadero km 11, Ex Ejido Chapultepec, Maneadero parte baja 22793 Ensenada, Baja California, Mexico

No, no estás enferma, estás desconectada de la naturaleza. No, no tienes flojera, estás desconectada de la fuente de energía y del real descanso. No, no eres ansiosa, te desconectaste de los ritmos naturales.... No, no necesitas cambiar nada para ser hermosa, solo te has desconectado de tu pureza y de lo que se goza. No, no eres irregular, solo te desconectaste de la luna y sus fases. No, no estás sola, solo has olvidado el idioma de tu alma y lo increíblemente acompañada y en calma que estás cuando conectas con ella. No, no tienes que hacer ninguna dieta, solo que se ha confundido tu brújula interna, vuelve a la naturaleza. No, no eres depresiva, solo que te sigues tratando de adaptar a una vida represiva. No, no tienes miedo, tienes un anhelo de tocar el cielo. No, no eres lo que tocas, no eres lo que ves, eso es nada mas el 1% de tu ser. Atrévete a conocer lo real, más que lo físico, más tangible que tu propia piel, esas ganas de florecer. No, no estás perdida, solo estás comenzando a recordar a que has venido a esta vida. No, no estás confundida, hoy tu guía interna despierta y te toca soltar todo lo que te han enseñado sobre amar. No, no eres humana, eres una Diosa encarnada, que de a poco al meditar y respirar descubre toda la sabiduría que su alma tiene para dar. Desconozco autoría

AQUÍ ESTOY Le temo a la mujer en la que me voy convirtiendo, porque es la que sabe tejer y destejer realidades, porque es la que deja de idealizar para empezar a caminar, porque siempre quise que todo sea hermoso y perfecto, color frambuesa, olor lavanda, sonrisa de miel, y no hacía más que atascar en mi garganta las lágrimas, los me duele, los basta. Y hoy, viene la anciana que un día seré y me dice que todo está bien...... Respiro. Me está creciendo nueva piel, una piel más fuerte, más buitre, más halcón, más sabia, más honesta, brutalmente honesta, y también más solitaria, y por ello amo más genuinamente. Yo soñaba con cosas imposibles, y no, no reniego de mis sueños ni los incapacito, tan sólo que, me cansé de buscar el imposible por temor a lo posible. Hoy sé que también soy tierra, y también soy ciclo, y ya no anhelo un mundo que aún no existe, lo que anhelo es sentir mi sangre recorrer el paisaje que me viste y desviste, hacer el amor conmigo, con el viento y con el mar, inhalar y exhalar consciente, tomar la vida que ya está y empezar a caminar. Puedo abrazar lo que soy. Ese abrazo soñado y rezado por siglos. Aquí estoy, siendo la que soy. Lo que callamos las brujas