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EL HABITO DE SENTIRNOS OFENDIDOS... Las personas se pasan la mayor parte de su vida sintiéndose ofendidas por lo que alguien les hizo. La sorprendente revelación que te voy a hacer, va a cambiar tu vida ¡Nadie te ha ofendido! Son tus expectativas de lo que esperabas de esas personas, las que te hieren Y las expectativas las creas tú con tus pensamientos. No son reales. Son imaginarias. Si tú esperabas que tus padres te dieran más amor y no te lo dieron, no tienes por qué se...ntirte ofendido. Son tus expectativas de lo que un padre ideal debió hacer contigo, las que fueron violadas. Tus ideas son las que te lastiman. Si esperabas que tu pareja reaccionara de tal o cual forma y no lo hizo Tu pareja no te ha hecho nada. Es la diferencia entre las atenciones que esperabas tuviera contigo y las que realmente tuvo, las que te hieren. Nuevamente, eso está en tu imaginación. ¿Enojado con Dios? Son tus creencias de lo que debería hacer Dios, las que te lastiman. Dios jamás ofende ni daña a nadie. Un hábito requiere de todas sus partes para funcionar. Si pierde una, el hábito se desarma. El hábito de sentirte ofendido por lo que te hacen otros (en realidad nadie te hace nada) desaparecerá cuando conozcas mejor la fuente de las ofensas. Cuando nacemos, somos auténticos Pero nuestra verdadera naturaleza, es suprimida y sustituida artificialmente por conceptos que nuestros padres, la sociedad y televisión nos enseñan. Y crean una novela falsa de cómo deberían ser las cosas en todos los aspectos de tu vida y de cómo deben actuar los demás. Una de las mayores fuentes de ofensas es la de tratar de imponer el punto de vista de una persona a otra y guiar su vida. Cuando le dices lo que debe hacer y te dice no, creas resentimientos por partida doble. Primero, te sientes ofendido porque no hizo lo que querías. Segundo, la otra persona se ofende porque no la aceptaste como es. Y es un círculo vicioso. Todas las personas tienen el derecho divino de guiar su vida como les plazca. Aprenderán de sus errores por sí mismos. ¡Déjalos ser! nadie te pertenece. Las personas son un río caudaloso. Cualquier intento de atraparlas te va a lastimar. Ámalas, disfrútalas y déjalas i

Jabón para manos Mary Kay con Karite

Amé esta frase-enseñanza... Siempre he dicho, y lo sostengo, que cuando vas a emprender un negocio, tienes que indagar, calcular, y encontrar las suficientes razones para hacerlo. Pues además de tiempo, estarás invirtiendo lo que quizá es tu único capital al momento. Pero esta frase expresa mejor mi idea. ... Es imposible tener la certeza al 100% de que tu proyecto o emprendimiento funcionará. Nadie lo sabe! Porqué? Porque es algo que depende de ti, sí; pero también de otros factores que tú no controlas. Y si te esperas a tener absolutamente todo fríamente calculado y controlado, jamás sucederá! O bien, para cuando tú lo hagas, ya otr@ robó tu idea y lo desarrolló, o ya otr@ suplió las necesidades de tu mercado... Así que ya es demasiado tarde. Entonces, un 80% de auto convencimiento, información, y entendimiento es más que suficiente para tener la decisión y actitud que necesitas para hacerlo funcionar. Ejemplo: Entender bien el negocio MK. Ya sabes cómo funciona? Cómo te inscribes? Qué recibes? Lo porcentajes de ganancia? Qué datos te pedirán? Tus próximas inversiones? Qué tienes qué hacer? Excelente... ADELANTE! HAZLO Ése es tu 80% El 20 restante es podré hacerlo?, me pagarán mis clientes a tiempo?, me apoyarán mis conocidos?, quien me comprará?, conseguiré tener un equipo, lograré la carrera MK? Etc etc ... es un 20% que implica labor tuya y de otros, y no obstante, NUNCA LO DESCUBRIRÁS SI NO EMPIEZAS Te lo digo por experiencia... así empecé yo mi Negocio y mi Directorado. Y no, discúlpenme pero NO TODO ES DE CREER y CREER. Ni Dios pide credulidad! En todo caso, es FE... en ti, en tu modo de conducirte, en tu proyecto, en tu gente. Y esa FE necesita estar basada en argumentos sólidos, en conocimiento, y respaldada con acciones... porque definitivamente un día se someterá a prueba la decisión que tomemos y ahí es donde probaremos de qué estamos hechos. Y como siempre digo: no tienen qué coincidir conmigo. Es solo mi pensar . Esa frase la tomé de Diego Ruzzarin, y coincido con su pensamiento.