Little Play

En la sociedad en la que vivimos, las etiquetas y los apodos son algo común, lo hemos normalizado. Estas se basan en el comportamiento, en las características físicas o en los nombres. Quizá en este momento pensarás que no siempre se hacen con malicia y que incluso surgen del cariño, llegándolo a usar incluso con nuestros hijos e hijas, pero ¿alguna vez te has detenido a preguntarle a ese niño o niña como se siente al respecto? Aunque sean niños o niñas merecen respeto, p...or ello, es necesario preguntarles qué opinan, cómo se sienten y si lo aprueban. Las etiquetas despectivas suelen tener las siguientes consecuencias: Pueden generar baja autoestima. El niño o niña aprende a hacerlo con otras personas en diferentes ámbitos. Comienza a comportarse de la manera en que lo etiquetamos. Puede preceder o apoyar el acoso escolar Al usarlas para corregir el comportamiento se pueden sentir agredidos y actuar a la defensiva. Mejor describe en lugar de etiquetar, así corregirás lo que hace y no lo que es. Por ejemplo intenta decir Estás hablando muy fuerte en lugar de Eres un gritón. ¿Se te ocurre otro ejemplo? Nos encantará leerte en los comentarios.

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