Un Rincón De Mi Alma

Cuando te enojes, vuelve a ti mismo y cuida de tu ira. Y cuando alguien te haga sufrir, regresa a ti mismo y cuida de tu sufrimiento. No digas ni hagas nada, po...rque cualquier cosa que digas o hagas en un estado de ira podría estropear más la situación. La mayoría no lo hacemos, no queremos volver a nosotros mismos, sino perseguir a esa persona para atacarla. Pero si tu casa se está incendiando, lo más urgente es volver a ella e intentar apagar el fuego, y no echar a correr detrás del que crees que la ha incendiado, porque si lo haces, tu casa se quemará mientras te dedicas a atraparle.

Unas palabras muy interesantes del empresario David Águila...

Demasiado tarde... Se agolpa, galopante en el pecho, Así estalla, el instante necio, Cómo condenado, en la celda, preso,... Con la soledad y abandono como lecho... Mirando tan fijo el inerte techo, La mente clavada, en un futuro incierto, Tú, ahí, vanidosa frente al espejo, Llenas de pintura tu rostro completo, Tratando de matizar el paso del tiempo, Maquillando todo ese sufrimiento, Ocultando orgullosa lo que estás sintiendo, Pues tus maletas tienes ya, preparadas, Para esa tu cobarde escapada... Mientras yo, sin articular palabras, Prendo otro cigarrillo, El humo así irónico, juguetón, sarcástico, Se escapa, Cómo se esfuma en una espiral, tu amor, Tú necia, yo orgulloso, No decimos nada, aunque esté sufriendo el corazón, Estoy tirado en la cama, escuchando a lo lejos el televisor, Cómo melodía tétrica, Acompañando de fondo, a este adiós... Quiero gritarte...¡No te vallas!, ¡Sin ti para que vivir!, ¡Que no ves que te amo!, ¡Soy de tus besos esclavo!... ¡No me dejes solo!, Pero es más grande la necedad, Y tú qué lento, te cansas de esperar, A qué te detenga, Terminas, caminas a la puerta, Una sola lágrima que rueda, Por tu mejilla pintada, Un adiós, que me perfora el alma. ¡Maldito orgullo!, Demuestro calma, Aunque por dentro quiero morir, Con las maletas en mano, das tímidos pasos, Mi piernas no me responden, Mi orgullo de hombre, De maldito necio, Cada paso, siento lento, Cómo me falta el aire... Y cuando la puerta se va cerrando, Así callado doy un salto, Te abrazo fuerte, Como un agonico, al estar frente, A la muerte, Así me anclo, en esos tus brazos, Detengo tus pasos, Y siento como rompe desde mi pecho, Hasta la garganta, Todas esas guardadas palabras... Aquí este macho, por fin se traga ese maldito orgullo, Con las lágrimas en los ojos, Te digo: Amor, perdón, te amo tanto, sin ti no vivo... No te vallas, eres tú mi destinó, Acepto que siempre he sido, Un ciego testarudo, Que nunca te ha valorado, Aunque en otros brazos he estado, Solo a ti, solo a ti he amado... Tus ojos llenos de lágrimas... Te quedas callada, Das la media vuelta... Y en mi ser se clava tu respuesta... Lo siento mi amor... ya es demasiado tarde... Arishat yanat. Diego José Cruzado Ramos México 05 de abril del 2020. 4:38 PM.