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Fraternidad Xochipilli 22.11.2022

Consejos populares para cocer los tamales Siempre han existido variedad de mitos, historias y consejos sobre la mejor manera de cocer los deliciosos tamales, pu...es no es solo es dejarlos en el bote con fuego, es primordial saber que los tamales deben ser consentidos o en ocasiones castigados para que queden listos para servirlos a la mesa. Las tamaleras persignan la masa y no pueden preparar tamales en los días de su menstruación o durante el embarazo porque entonces no se cuecen, ‘quedan masacotudos o empalados’. Tampoco hay que estar de malas porque el humor se transmite a la masa y el producto se agria o se aceda. ‘A los tamales les gusta la música. Salen más tiernos y sabrosos si la tamalera canta, chifla o tararea. Un secreto prehispánico en la elaboración de tamales es usar para la masa agua hervida con tequesquite y con cáscara de tomate; también se usan cenizas y anís. Todo ello con el objeto de que los tamales se ‘esponjen’. Otra costumbre es ponerle sal al agua que hervirá para cocerlos al vapor. Se piensa que así no resultan desabridos. En ocasiones se pone una cruz con chiles de árbol y unos nopales encima de estos envoltorios exquisitos como amuleto para que todo saliera bien. Incluso se suele cantar una melodía en náhuatl que habla de que los tamales están grasosos y el atole caliente como homenaje a ellos. Los tamales pueden entlacuacharse, es decir que no se cuecen por completo, si alguien no tiene mano para esta labor o si se enoja durante la elaboración. Esta condición hace que queden crudos, y por más que uno los hierva, ya no salen sabrosos. El consejo más conocido es que, en el fondo del tambo, se debe colocar una monedita para que avise cuando ya se consumió el agua y eso indica que están listos hay que estar bien y de buenas. Solo una persona debe batir la masa, y para saber cuando está lista, te hace ojitos, es decir, se forman agujeritos en la masa conforme la amasas, y si viertes un poco en un vaso con agua y flota, está lista. Para que salgan esponjosos se hierven las cáscaras de los tomates con los que se hace la salsa verde y esa agua se le echa a la masa. Al bote se le hace una cruz al frente con la misma masa. Se pone una moneda en el fondo para saber si le hace falta agua a la hora de cocerse. Y una vez acomodados, se cubren con las hojas restantes y se les ponen unos chiles de árbol secos, se cubren con una manta o servilletas de tela. Para que no salgan pintos, cuando los pones a cocer, les dices injurias, malas palabras y cuanta leperada te nazca para amenazarlos y que se salgan bien. hacerle unas orejitas en las asas de las ollas, es decir, amarrar hojas de totomoxtle en ellas, para que los tamales no escuchen chismes. Si llega una mujer embarazada mientras se están haciendo los tamales, ella tiene que probar o revolver la masa para que no se ‘encuaten’ (que salgan crudos o que la masa quede compacta en algunas porciones del tamal). Si las personas que hicieron los tamales se enojaron, debes golpear la olla muy duro con una pala de madera. O también puedes bailar alrededor de ella. Pero deberían participar de esta posible solución los que se enojaron. Si el problema no lo detectaron a tiempo, y aun así pusieron a cocer los tamales y se han dado cuenta que no se cuecen, debe hacerse un tamal de venas, y se le ponen unos lacitos a las orejas de la olla hechos con totomoxtle. Los tamales son como personas a quienes se les cuida de las malas vibras. Foto: Mariana Castillo

Fraternidad Xochipilli 21.11.2022

Cuentan los abuelos que existen unos antiguos duendecillos tan antiguos como la vida misma su nombre, los ateteos, que en un principio eran considerados como l...os guardianes del Dios Tláloc. Son descritos como diminutos, traviesos y siempre sonrientes, y especialmente se encuentran en lugares cercanos en donde fluye el agua pues el agua representa vida para ellos. Especialmente en la época de los 60´s, en las barrancas de la comunidad de San Andrés Ahuashuatepec, municipio de Tzompantépec, se escuchaban historias sobre los ateteos, los pobladores comentaban que se dejaban escuchar sus risas y juegos sobre todo al medio día y la medianoche,asegurando que nunca causaron daño a nadie y que muy por el contrario eran muy amigos de los animales silvestres. La misma leyenda se deja escuchar en el municipio de Hueyotlipan, Tlaxcala. Sin embargo en las leyendas narradas por personas mayores los ateteos con considerados como guardianes de los bosques e incluso existen personas que comentan los vieron y hablaron con ellos y los describen como pequeñas personitas, parecidos a un niño y siempre andan desnudos, al igual que les gusta estar en lugares cercanos al agua también les gusta esconderse en barrancas, cuevas y árboles. También se dejaban escuchar sus risas a media noche y gustan de bañarse a esa misma hora. Por la comunidad de San José Atoyatenco los pobladores muy por el contrario los describen como espíritus malvados que gustan llevarse la alegría de las personas por medio de sustos y sus lugares favoritos para esconderse son debajo de los puentes y zanjas. Y una vez que se llevan la alegría de las personas, deben buscar remedios como limpias u oraciones en el agua para que todo vuelva a la normalidad. Cuentan los abuelos que en la actualidad los ateteos siguen dando de que hablar.

Fraternidad Xochipilli 20.11.2022

Los tlaxcaltecas siempre estuvieron en constante batalla con sus poderosos vecinos: los aztecas o mexicas que habitaban en la gran Tenochtitlan, sin embargo sus... dominios se extendieron por toda Mesoamérica, sometiendo a los pueblos más poderosos, a los que exigían tributo. Era bien sabido que en las batallas que llevaban a cabo tomaban prisioneros para ofrendarlos a los dioses a través del sacrificio. Fue en medio de una gran batalla entre los mexicas y tlaxcaltecas que descubrieron al gran Tlahuicole quien destacaba por su valentía, decisión y fortaleza, era un guerrero de origen Otomí. Varios guerreros mexicas cayeron, antes que Tlahuicole pudiera ser hecho prisionero, por un número importante de combatientes mexicas. Los mexicas llevaron a Tlahuicole ante el hombre más poderoso conocido en esta época, el emperador Moctezuma II, quien ya sabía del valor sin igual de tan grande guerrero. Moctezuma II, en lugar de sacrificar a Tlahuicole, le ordenó combatir con su ejército a los purépechas, en el actual Estado de Michoacán. Aún cuando no resultaron victoriosos, Tlahuicole demostró, una vez más, ser un gran guerrero, por lo que el emperador méxica le pidió que fuera uno de los capitanes de sus ejércitos, pero como esto significaba que tenía que pelear contra su pueblo y contra sus amigos tlaxcaltecas, el gran guerrero no aceptó la invitación de Moctezuma, quien como recompensa a su honor y valentía le devolvió su libertad. Sin embargo, Tlahuicole no quería volver derrotado a su tierra, por eso, le pidió a Moctezuma II la oportunidad de morir peleando en un ritual que los mexicas llamaban el sacrificio gladiatorio. Así lo ataron a una piedra y tuvo que pelear contra 28 guerreros mexicas; era tanta su habilidad y fuerza que antes de morir quitó la vida a ocho de ellos y dejó heridos a muchos más. Por eso hoy lo recordamos en Tlaxcala como un personaje ejemplar de valor extraordinario.

Fraternidad Xochipilli 20.11.2022

Y con miedo caminamos en la vida, se le teme a lo desconocido.

Fraternidad Xochipilli 20.11.2022

¡ Tal cual amigos!!

Fraternidad Xochipilli 20.11.2022

La vieja leyenda dice: A Quetzalcóatl, el dios grande y bueno le gustaba ver a los hombres Un día este bajo al mundo en su forma de hombre y ese día camino y ca...mino, observando la hermosa tierra, sin embargo como todos los humanos se sintió cansado y con hambre pero aun así el continuo su camino para poder contemplar las maravillas de lo que el mismo había hecho. Y no vio descanso hasta que las estrellas comenzaron a brillar y la luna se asomó a la ventana de los cielos. Quetzalcóatl fatigado y hambriento decidió sentarse a la orilla del camino, a tomar el aire y a observar la luna blanca que iluminaba aquella noche estrellada. Pero bajo la mirada al escuchar que unas ramas se movían, un conejo había salido a cenar sin temor del dios disfrazado de hombre. Quetzalcóatl miro al conejo que se acerco al zacate y comenzó a comer de el. -¿Qué estás comiendo?, -le preguntó el dios tratando de ver lo que estaba haciendo el conejo blanco. -Estoy comiendo zacate. ¿Quieres un poco? -Gracias, pero yo no como zacate. El conejo se asombro y pregunto: -¿Qué vas a hacer entonces? -Morirme tal vez de hambre y de sed. El conejito se sintió triste el dios disfrazado de hombre no podía morir de hambre pero tampoco comer zacate, se quedo pensado por un momento y despues se acercó a Quetzalcóatl. -Mira, yo no soy más que un conejito, pero si tienes hambre, cómeme, estoy aquí. Entonces el dios agradecido acarició al conejito y le dijo: - Tú no serás más que un conejito, pero todo el mundo, para siempre, se ha de acordar de ti. Y lo levantó alto, muy alto, hasta la luna, donde quedó estampada la figura del conejo. El pequeño conejo quedo asombrado al ver su sombra en un lugar tan lejano. Después el dios lo bajó a la tierra y le dijo: -Ahí tienes tu retrato en luz, para todos los hombres y para todos los tiempos. Y a partir de entonces y hasta nuestros días podemos ver en la luna la sombra de un conejo que se quería sacrificar por un hombre y recibió el regalo de un dios.



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