Ex Alumnos Vocacional 14 Luis Enrique Errro Soler

A continuación les compartiremos una experiencia de un compañero Ex - Erro al respecto del Terremoto de 1985.

Todos caminábamos rápido, con desconcierto y sin rumbo fijo, sin saber la magnitud de aquel movimiento telúrico. En los pasillos, no lograba distinguir el rostro de mis compañeros, pues todo era poco visible y muy borroso entre tanto polvo y obscuridad. Noté algunas siluetas que corrían desesperadas pensando en salvar sus vidas. Bajé las escaleras, creo que fueron dos pisos. Salí de la Erro, muchas personas ya estaban en la calle.... Me encontré a mi amigo Martín Cano, igual de espantado que yo. Como ya no iba a haber clases, nos dirigimos al metro Balderas para regresarnos a nuestras casas. Al dar vuelta hacia la calle de Arcos de Belén, no creíamos lo que estábamos viendo: Enormes trozos de concreto regados en el suelo formaban un panorama gris, mientras que el cielo se opacaba por tanta tierra suelta de varias construcciones en ruinas. Edificios derrumbados, postes y cables tirados por todos lados. Todo era un escenario terriblemente desolador. La vida de la ciudad en ese momento estaba en silencio y en coma. Todo el mundo se encontraba asustado y desconcertado, sin saber qué hacer ni cómo regresar a su hogar. *Continuará*

No podía creer lo que estaba viendo a través de esa ventana y que parecía proyectarse en una pantalla de cine. El rostro de nuestro maestro empezó a palidecer, mientras que su mirada denotaba una gran angustia. Quiso conservar la calma, pero el miedo lo dominó y salió aterrorizado del salón siendo presa del pánico. Se empezó a escuchar el arrastre de las bancas. Un compañero, Javier Vaca, quien estaba sentado enfrente de mí, se paró rápidamente y, en su desesperación por sal...ir del salón, me tiró de mi banca, yéndose esta hacia atrás. Desconcertado, me incorporé del suelo. Todos mis compañeros y yo salimos temerosos y despavoridos del salón sin darnos cuenta de lo que estábamos viviendo. Un ambiente gris y obscuro se veía en los pasillos y en las escaleras, ya que se había ido la luz, ocasionando que todo estuviera entre penumbras. Sentí caminar sobre un piso terroso, y no era para menos, pues algunos muros y paredes de nuestra escuela se desmoronaron un poco. *Continuará*

¿Qué pasa?, me pregunté. Un segundo después, escuché la voz de Susana (nuestra compañera, la más alta del salón). Ella expresó dos palabras, dos simples palabras que siempre recordaré: Está temblando. El piso se empezó no sólo a mover, sino a sacudir. Por la ventana observé que aquel gran edificio, increíblemente se iba desvaneciendo poco a poco. Se le fueron cayendo las escaleras, ventanas y paredes, pareciendo de arena aquella inmensa edificación, que se doblaba y ondulab...a cual hoja de papel u ola del mar. *Continuará*

A continuación les compartiremos una experiencia de un compañero Ex - Erro al respecto del Terremoto de 1985.

TERREMOTO EN LA VOCACIONAL LUIS ENRIQUE ERRO SOLER (Escrito por José Carlos Guzmán Sevilla). Es jueves 19 de septiembre de 1985. Son las 7 de la mañana, llego a tiempo a mi clase de Contabilidad, en la Vocacional Luis Enrique Erro.... Nuestro maestro asiste trajeado, con bigote recortado y muy bien peinado. Como siempre, un edificio enorme es el paisaje que vemos en la ventana de nuestro salón de clases. La clase comienza y nuevamente nos preparamos para hacer nuestros asientos contables. El cargo y el abono son realizados una y otra vez con nuestros lápices. De repente, siento que se mueve mi silla, mi suelo, mi todo. Me dio la impresión que, alguien atrás de mí, movía mi silla con su pie para molestarme. *Continuará*

¿Qué pasa?, me pregunté. Un segundo después, escuché la voz de Susana (nuestra compañera, la más alta del salón). Ella expresó dos palabras, dos simples palabras que siempre recordaré: Está temblando. El piso se empezó no sólo a mover, sino a sacudir. Por la ventana observé que aquel gran edificio, increíblemente se iba desvaneciendo poco a poco. Se le fueron cayendo las escaleras, ventanas y paredes, pareciendo de arena aquella inmensa edificación, que se doblaba y ondulab...a cual hoja de papel u ola del mar. *Continuará*

No podía creer lo que estaba viendo a través de esa ventana y que parecía proyectarse en una pantalla de cine. El rostro de nuestro maestro empezó a palidecer, mientras que su mirada denotaba una gran angustia. Quiso conservar la calma, pero el miedo lo dominó y salió aterrorizado del salón siendo presa del pánico. Se empezó a escuchar el arrastre de las bancas. Un compañero, Javier Vaca, quien estaba sentado enfrente de mí, se paró rápidamente y, en su desesperación por sal...ir del salón, me tiró de mi banca, yéndose esta hacia atrás. Desconcertado, me incorporé del suelo. Todos mis compañeros y yo salimos temerosos y despavoridos del salón sin darnos cuenta de lo que estábamos viviendo. Un ambiente gris y obscuro se veía en los pasillos y en las escaleras, ya que se había ido la luz, ocasionando que todo estuviera entre penumbras. Sentí caminar sobre un piso terroso, y no era para menos, pues algunos muros y paredes de nuestra escuela se desmoronaron un poco. *Continuará*

Todos caminábamos rápido, con desconcierto y sin rumbo fijo, sin saber la magnitud de aquel movimiento telúrico. En los pasillos, no lograba distinguir el rostro de mis compañeros, pues todo era poco visible y muy borroso entre tanto polvo y obscuridad. Noté algunas siluetas que corrían desesperadas pensando en salvar sus vidas. Bajé las escaleras, creo que fueron dos pisos. Salí de la Erro, muchas personas ya estaban en la calle.... Me encontré a mi amigo Martín Cano, igual de espantado que yo. Como ya no iba a haber clases, nos dirigimos al metro Balderas para regresarnos a nuestras casas. Al dar vuelta hacia la calle de Arcos de Belén, no creíamos lo que estábamos viendo: Enormes trozos de concreto regados en el suelo formaban un panorama gris, mientras que el cielo se opacaba por tanta tierra suelta de varias construcciones en ruinas. Edificios derrumbados, postes y cables tirados por todos lados. Todo era un escenario terriblemente desolador. La vida de la ciudad en ese momento estaba en silencio y en coma. Todo el mundo se encontraba asustado y desconcertado, sin saber qué hacer ni cómo regresar a su hogar. *Continuará*

TERREMOTO EN LA VOCACIONAL LUIS ENRIQUE ERRO SOLER (Escrito por José Carlos Guzmán Sevilla). Es jueves 19 de septiembre de 1985. Son las 7 de la mañana, llego a tiempo a mi clase de Contabilidad, en la Vocacional Luis Enrique Erro.... Nuestro maestro asiste trajeado, con bigote recortado y muy bien peinado. Como siempre, un edificio enorme es el paisaje que vemos en la ventana de nuestro salón de clases. La clase comienza y nuevamente nos preparamos para hacer nuestros asientos contables. El cargo y el abono son realizados una y otra vez con nuestros lápices. De repente, siento que se mueve mi silla, mi suelo, mi todo. Me dio la impresión que, alguien atrás de mí, movía mi silla con su pie para molestarme. *Continuará*