Escritos de una ciudad desesperada

Crónica de un recuerdo. Tomas una hora de la noche, despiertas de un sueño, olvidas de que trataba, la luna ilumina la habitación, te acompaña, escuchas susurros, platicando en la oscuridad, volteas para despertarla, lo olvidas, estás solo, tomas tus pantuflas y caminas a ciegas, pones atención, esas voces, las fotos, hablan, un lenguaje que ya olvidaste, pero sientes, entiendes, las levantas de su lugar, te sientas a un lado de ella, en esa fotografía, le tomas la mano y recuerdas.

Parece que la ciudad acaba de llorar, o tal vez las lágrimas no son de ella, puede que sean de aquellas almas desprendidas a mano violenta, a punta de arma; ellos que solo ven parados desde las nubes, entre el cielo y este purgatorio, preguntándose; ¿Qué hubiera sido si...?, ¿Qué podría ser? Pero ya no importa, dejo de importar, desde que un desconocido eligió su destino, dejó de importar desde que el crepúsculo se volvió eterno en sus ojos... Dejó de importar. Almas perdidas que se cobijan en las nubes, anhelando tener otra oportunidad, pero no sera así. Ellos entran en razón, en un instante se nubla, en un instante dejan salir sus lagrimas, parece que va a llover.

Parece que la ciudad acaba de llorar, o tal vez las lágrimas no son de ella, puede que sean de aquellas almas desprendidas a mano violenta, a punta de arma; ellos que solo ven parados desde las nubes, entre el cielo y este purgatorio, preguntándose; ¿Qué hubiera sido si...?, ¿Qué podría ser? Pero ya no importa, dejo de importar, desde que un desconocido eligió su destino, dejó de importar desde que el crepúsculo se volvió eterno en sus ojos... Dejó de importar. Almas perdidas que se cobijan en las nubes, anhelando tener otra oportunidad, pero no sera así. Ellos entran en razón, en un instante se nubla, en un instante dejan salir sus lagrimas, parece que va a llover.

Crónica de un recuerdo. Tomas una hora de la noche, despiertas de un sueño, olvidas de que trataba, la luna ilumina la habitación, te acompaña, escuchas susurros, platicando en la oscuridad, volteas para despertarla, lo olvidas, estás solo, tomas tus pantuflas y caminas a ciegas, pones atención, esas voces, las fotos, hablan, un lenguaje que ya olvidaste, pero sientes, entiendes, las levantas de su lugar, te sientas a un lado de ella, en esa fotografía, le tomas la mano y recuerdas.

Las caras del ahora están junto a las caras que el tiempo se llevo, que ya nadie recuerda más que yo... con carros del año, brillantes y la banda con todo volumen...dicen que son del narco, malos pasos...el vidrio bajo presión termina quebrándose, y ayer se quebró.

Lo que la cultura no toca ¿De donde vengo? Supongo que de donde todos vienen, ¿Quién soy? Creo que soy lo que olvidaron, ya casi de los que se olvidan a sí mismos.