Escriatividad

No te enamores de mí. Te voy a doler tanto que querrás morir en todos los inviernos fríos, grises y solos. Te seré abeja que cuida colmena. ¡Entiéndelo! Te voy a convertir en estrella fugaz para que cubras cada deseo que se me ocurre y escurra. ... Te seré tan insoportable en la medida de una madre que cuida, protege y besa. Vas a llorar de felicidad, pero te haré, al fin y al cabo, llorar; no pocas veces. Vas a ser carcelera en mi corazón y arderás dentro, quiero que te quemes y sientas responsabilidad de la llama que encendiste; que, al fin y al cabo, nadie te pidió prender. Te haré responsable de cada beso no dado, de tus labios para con los míos. Que al fin y al cabo, espero los concluyas. Calla, no hables, has de tu oído y mi pecho uno solo Dime si lo escuchas, dime que es concha de mar que te canta un océano, que grita con olas. ¿Escuchas? Te estoy amando, y tú, tú me desarmas, estoy vulnerable a ti y al cariño que me tienes, que te tengo. Vas a pagar por todo esto, yo jure nunca sentir amor. Se acabo, se acabo, se acabo Por última vez: no te enamores de mí, porque yo me enamoraré de ti.

... Ojalá y me puedas amar con todas mi flaquezas, con estos ojos desorbitados, la nariz chueca, mi calvicie, mi olor a tabaco. Espero que me soportes a lo largo de los años; con mis nervios, los dientes chuecos, mis cejas pobladas, mis piernas flacas, mis costillas salidas. Ojalá y no te sea insoportable mis boca grosera, mi falta de modales, educación, mi cara de tarado, mi terquedad, necedad. ... Ojalá y me ames con este pito chico, la piel ceniza, el grano en la frente, las manos sucias, el alma intensa, la palabra firme. Espero me soportes en mis borracheras; que trataré de reducir, no te preocupes. Espero no hacer mucho daño cuando te grito, me fastidio o me largo a estar solo. Jamás, sin reprocharme y temer que a mi regreso, estés tan lejos que solo vea lo que la gente cuenta. Espero que puedas amarme, así con esto que llamo yo. Espero que sí, y si no ¡A chingar su madre! Que si hay alguien a quien amo sobre todas las cosas; es a este costal de huesos, a esta cabeza susurrante, mis ideas, mi yo, mi todo.

Infartos Los latidos van contados. La vida transcurre entre tambores, golpes y punzadas. ... Cuide una vida entera de llevar a marcha ligera la bomba de mi pecho. Vaya sorpresa; cuando tu mirada perfora la mía, cuando por fin alcanzo tu piel; mi corazón acelera desenfrenado en un impulso suicida, gastando munición a mansalva, riendo de la muerte, arrojándose al vació, quemando mi vida. Cada beso me cuesta años, cada caricia vida, y hacer el amor la vida misma. A veces creo no poder levantarme de la cama; a veces creo haber usado mis últimos latidos; que al eyacular mis ojos quedaran en blanco y mi alma evacuara por mi pene para vivir en tu interior; el regreso a la matriz. Si los latidos van contados y el alma se mide en orgasmos; observare, bebé, cometer suicidio; en la cama, a tu lado. Observa hasta donde puedo llegar y ayúdame a contar. Tengo curiosidad, ¿cuántos latidos puedo regalar? Cuantos hasta que el ultimo fragmento de mi alma abandone mi cuerpo y habite tu vientre. Ayúdame a contar latidos, porque no lo hago más. El miedo me abandono. No me importa si restan cien, mil, millones o un par. Ya verás a mis pupilas dilatarse una última vez; ya sentirás a mi alma fugarse por completo. Aunque me aceleres al borde del infarto, aunque los latidos van contados, aunque al besarte me muera un poquito más, aunque tocarte sea descarado suicidio; no pienso dar marcha atrás hasta obsequiarte cada latido, cada mirada, cada orgasmo. Deje de sentir miento, deje de contar. Ahora, lo único que me preocupa, es que tu corazón, no se acelere igual que el mío.

Claro que no somos una pompa funebre claro que no somos una pompa funebre, usamos el derecho a la alegrÌa... Mario Benedetti... GIOCONDA BELLI Claro que no somos una pompa funebre, a pesar de todas las lagrimas tragadas estamos con la alegria de construir lo nuevo y gozamos del dia, de la noche y hasta del cansancio y recogemos risa en el viento alto. Usamos el derecho a la alegria, a encontrar el amor en la tierra lejana y sentirnos dichosos por haber hallado compañero y compartir el pan, el dolor y la cama. Aunque nacimos para ser felices nos vemos rodeado de tristeza y vainas, de muertes y escondites forzados. Huyendo como profugos vemos como nos nacen arrugas en la frente y nos volvemos serios, pero siempre por siempre nos persigue la risa amarrada tambien a los talones y sabemos tirarnos una buena carcajada y ser felices en la noche mas honda y mas cerrada, porque estamos construidos de una gran esperanza, de un gran optimismo que nos lleva alcanzados y andamos la victoria colgandonos del cuello, sonando su cencerro cada vez mas sonoro y sabemos que nada puede pasar que nos detenga porque somo semillas y habitacion de una sonrisa Ìntima que explotara ya pronto en las caras de todos.