Entre gallo y gallo
Privada de Morelos 62746 Cuautla, Morelos, Mexico

Los 3 gallos del arrollo (historia) #gallerosenaccion

Rancho "EL MOLINITO" IV don Andrés Arcadia

Rancho "EL MOLINITO" V don Andrés Arcadia

HISTORIA DEL GALLO CAMARÓN !!! El LEGENDARIO GALLO CAMARÓN que sirviera de inspiración a nuestra querida CHABUCA GRANDA perteneció al distinguido ciudadano chil...eno, DON HUGO MOZO, personaje indiscutible de la gallística chilena, amigo personal del ex PRESIDENTE AUGUSTO PINOCHET, y que fuera por más de 20 años presidente de los agricultores de Chile. En Julio de 1996 (Hace 21 años) a sus 73 años, conversaba con el diario P:M: recordando al animal que tantas satisfacciones le dio, su engreído CAMARÓN. Hijo de un gallo castellano, fue de color moro manzanillo, con la cola gacha, similar a la cola del crustáceo que motivó su nombre, salió de una camada de 5 machos, siendo todos los hermanos de diferente color, porque procedían de un corral con cuatro madres diferentes. Se crió algo separado del lote y cuando llegó el momento de moverlo, no se dejaba, se arrastraba y se mostraba flojo y torpe, incluso al momento de toparlo, arrastraba la cabeza por el suelo, provocando la ira del preparador, que no se percató que ésta era una de las técnicas de defensa que lo llevaría a conseguir el increíble record de 23 peleas ganadas. Fue un animal muy singular que se paseó por todas las canchas peleando y ganando, martirizando a sus rivales, haciendo un despliegue de defensa muy propio, moliendo finalmente a cachazos al rival. En una oportunidad, de una discusión entre un gallero de Chile que los gallos ganan solo a cachazos o puñaladas, y don Mario Mozó, que sostenía que un gallo gana con arte e ingenio, incluso sin necesidad de armas, surgió la última pelea de las 23 que protagonizara este famoso gallo, pero lo interesante del caso fue que nadie sabía que se trataba del CAMARÓN, único animal capaz de defender con argumentos la tesis de don Hugo. Llegó el día del combate, el amigo chileno llevó un gallo gallina negro, llamao INDIO, gallo ganador, armado con espuelas naturales, bonito de tipo y pesasaba 5.2 libras, igual que el CAMARÓN, el cual iría desarmado y con las patas vendadas. La pelea se pactó a 30 minutos y por 500 dólares, favoreciendo las tablas al gallo desarmado. Momentos antes de la pelea, al ser destapado el CAMARÓN, fue reconocido por el amigo chileno desafiado, quien indignado dijo; El orgullo que se siente de haber tenido un gallo que haya peleado y ganado en todas las canchas, no le pertenece exclusivamente a usted, Sr. Mozó, nos pertenece a todos, y después de 22 peleas y 22 satisfacciones que ha dado este animal a la afición, no lo voy a arriesgar por una apuesta ¡La apuesta no Va ! Esto originó un escandalo de proporciones en el ruedo, cuya gradería de madera se venía abajo, ante el griterío y protesta del público que coreaba a viva voz, que peleen, que no peleen, que peleen, que no peleen, y pelearon. LA PELEA. Se inició el combate, CAMARÓN hizo un despliegue de arte, de defensa y ataque, se metía abajo, corría, mordía el moño y le sacudía las patas en la cabeza, sin dejarse tocar, quitándole el juego al gallo INDIO, que en un momento ya inanimado, se aburrió de tanta patada que recibía en la cabeza, abriéndose justo cuando el juez tocaba la campana y entabla la pelea. Esto provocó la inmediata reacción del Sr. Mozó, que reclamó al juez exigiéndole que rectifique su sentencia, porque el gallo INDIO estaba corrido, logrando finalmente su objetivo tras una larga discusión, quedando demostrado que un gallo puede ganar una pelea, aun sin armas, aplicando el arte de la defensa en una forma adecuada. Esta fue la última pelea del gallo CAMARÓN que vivió 14 años y murió de viejo, siendo hoy en día recordado por todos aquellos que tuvieron la satisfacción de verlo triunfar en las diferentes canchas que participó. Su sangre aún corre por las venas de muchos gallos chilenos e inclusive peruanos, ya que fue pié de cría de los mejores galpones de la época. EL GALLO CAMARÓN CUANDO VINO AL PERÚ Teniendo un cerebro tan estrecho, fíjese que el gallo Camarón escuchaba las instrucciones. ‘Tira Camarón, tira Camarón', le decía y él se acomodaba y tiraba las patas. Hugo Mozó no olvida a su mejor gallo. Con un récord de 23 peleas y todas ganadas, dejaba la impresión de tener su propia técnica. Él metía la cabeza al suelo, casi la enterraba. ¿Cuándo le iban a pillar la cabeza así? Nunca. Hay gallos que tienen cierta habilidad de pelea que viene con ellos y la aplican hasta la muerte, asegura. Fue uno de los primeros gallos que tuvo. No es poco para un tipo que lleva más de 50 años en el rubro. Y que tiene puros recuerdos gratos. La pelea más recordada fue contra el gallo del Presidente de Perú. Sí, contra Zambullo, del general Manuel Odría. Fue en Lima, en la década de los '60. También metía la cabeza abajo y se zambullía, como Camarón, pero él tenía cinco peleas y cinco muertes. En ese tiempo Camarón tenía 13 peleas ganadas, pero en arte, sin muertes, era más bien martirizador, cuenta. Ambos entraban en la categoría de 5 libras y dos onzas. Mozó depositó la apuesta que se había acordado -dos mil soles- pero el ex Presidente quería sacarle más a los chilenos. Mi gallo juega 50 mil soles, espetó el general. No, no, Presidente, yo no soy un hombre que tenga plata, le respondió Mozó. Sus amigos peruanos, Braña y Larco Herrera, bien aristócratas ellos, se encargaron de engordar la apuesta hasta 30 mil soles. Una fortuna. Las tarjetas marcaban 10 contra 100 a favor del gallo peruano. La pelea estaba en marcha. No juegues más, que Camarón está clavado de una pata y no ejecuta, se defiende y no ataca, le advirtió el ‘Toro' Contreras, el preparador del chileno. Pero Mozó ya había jugado contra medio coliseo limeño. Demasiado tarde. De pronto, Camarón echa pie atrás, salió ‘a la capa', y de media vuelta tomó a Zambullo de atrás, le mordió el moño y le zampó las patas en los ojos. El gallo peruano quedó ciego, pero no arrugó y se tiró a ‘mosquear' buscando a su contendor. Pero Camarón lo pescó, le puso las patas encima y lo mató con un tiro en el nervio cervical. Fue la única vez que mató Camarón. No quiero plata, quiero mi gallo, mierda, gritó Mozó entusiasmado. Pero la gente echó la plata al ruedo. Será mucha la emoción, pero pucha que hay plata, le dijo el administrador y se la recogió. -¡¿Cuánto vale su animal?, le gritó iracundo el Presidente Odría a Mozó. -No tiene precio, respondió el dueño. Hasta el embajador Francisco Urrejola intentó interceder, pero Mozó mandó a Camarón a Arica esa misma tarde para evitar la tentación del negocio. Chabuca Granda, amiga de Mozó y que presenció la hazaña ante Zambullo, le hizo un valsecito después de verlo pelear: El Gallo Camarón. Y esa fue la mejor historia de Camarón. El gallo murió a los 14 años y está enterrado ahí, bajo la ventana de mi pieza, dice Mozó. Tomado de "ARRIBA PERU"