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El Escribidero 23.11.2022

Pedro Páramo Por Chantal Favier Acabo de concluir, por segunda vez en el año, la lectura de Pedro Páramo. Dio un golpe seco contra la tierra y se fue desmoronando como si fuera un montón de piedras.... La primera vez, en febrero, lo leí en versión libre. Leí con la cabeza ligera, las pupilas en modo crucero, doblando la esquina de la hoja cuando me pillaba la hora de una cita, la cena o el sueño. Leí pues, en la forma clásica que se lee un libro normal. Y como de costumbre, como el año anterior, o el previo a ese, me quedó la deliciosa sensación de acudir a una tertulia en un idioma extranjero, al que le has dedicado esfuerzos pero no acabas de dominar, y cuyas resonancias te embelesan a cada vez y sin remedio. Ahora he vuelto a él, en versión notariada: los ojos avivados, lápiz y papel en mano. Hay pueblos que saben a desdicha. Se les conoce con sorber un poco de su aire viejo y entumido, pobre y flaco, como todo lo viejo. Un censo de palabras que empaqueto para llevar, unos rumores que no sabes si van o vienen, unos diálogos tan reales que juras escuchar voces. Dos columnas de nombres ordenadas en vivo/muerto, y en mitad, un espacio vacío para los que aún no acaban por decidirse. Al alcanzar el punto final, la lectura notariada exige seguir de corrido hacia la primera frase. Vine a Comala porque me dijeron que acá vivía mi padre, un tal Pedro Páramo. Mi madre me lo dijo y yo le prometí que vendría a verlo en cuanto ella muriera. Le apreté sus manos en señal de que lo haría, pues ella estaba por morirse y yo en un plan de prometerlo todo. Y seguir recto, sin detenerse, hasta entrada la mitad del libro. Como el arqueólogo que en lo profundo de la tumba inexplorada, siente la necesidad imperiosa de volver a la boca de la galería para descifrar la primera inscripción, esa que pasó de largo sin atender. Al cabo, no queda más que deslizar el libro en la penumbra del cajón, permitir que los detalles se diluyan, las certezas se vuelvan conjeturas, la muerte adultere a la vida, y las piedras se desmoronen. Entonces, al año siguiente, aguarda la alegría de retomar el libro, en lectura libre. See more

El Escribidero 23.11.2022

Cosas sin importancia Por Fernando Tamariz Para Chantal, desde el corazón del área... Alguien dijo que el futbol es lo más importante de lo menos importante. Para poder estar de acuerdo me tendrían que explicar por qué algo que no tiene importancia me produce sensaciones que no me produce lo importante. A menos que las emociones deban considerarse menos importantes. A menos que la felicidad se mida en pesos o en metros cuadrados, no encontraría motivo para desdeñar aquello que produce una expectativa tan intensa semanalmente y que nos haca destilar hiel o miel cada fin de semana, por más que a mi vida cotidiana, o a la nación, o al universo y sus planetas no les altere un pelo lo que pase en el estadio. http://elescribidero.com/cosas-sin-importancia/

El Escribidero 23.11.2022

Crear para creer Por Fernando Tamariz ¿En qué creé Dios? ¿En nada, no lo necesita? Dios es ateo, agnóstico probablemente. Mejor respuesta sería que crea, cuando menos, en sí mismo. Siempre es bueno tener un dios con alta autoestima.... Pero si Él no cree será porque sabe que creer no tiene sentido. Dios sería un descreído. Y si estamos hechos a su imagen y semejanza, Dios tendría un problema. Así que no, que Dios sí cree. Creer se vuelve para Él una necesidad e igual como es omnipotente se crea a sí mismo un Dios por poner el ejemplo y para compartir sus dudas con alguien. Porque por muy Dios que sea, algo de autocrítica tendrá y mirándonos a nosotros, seguro se percata que sus ensayos son fallidos y se verá como un aprendiz y alguien imperfecto debería creer en algo perfecto, aunque sólo sea por motivos aspiracionales. ¿Y cómo será el dios de Dios? ¿Creerá en Dios? See more

El Escribidero 23.11.2022

La Mesa Por Louise Resulta una propuesta novedosa para encarar el tema de la migración, un acercamiento íntimo que deja la sensación de escuchar a hurtadillas, con el oído pegado al confesionario. Si ven caminar a un hombre por los barrios latinos de Los Ángeles cargando una mesa plegable de plástico con dos sillas a juego, bien puede tratarse de León Krauze. Los invitados a tomar asiento no tienen...Continue reading

El Escribidero 22.11.2022

AHÍ NOS VEMOS Por La Doctora Vitiligo Eso fue lo que dijo y se bajó del coche. Ni un beso ni un Cuídate tan característicos de nuestras despedidas cuando no estamos tan mal. Vi a mi madre perderse por la puerta de la escuela de natación. Esa mujer de setenta años sermoneando a su hija de cuarenta por tener, siempre, tan mal carácter; por guardar ese silencio implosivo ante los pequeños traspiés de la vida o bien estallar en gritos por cosas como el que el de adelante... no avance si ya se puso el semáforo en verde. ¿Por qué siempre estoy tan enojada? Buena pregunta, madre. Qué quieres que te diga: ¿que no desarrollé el carácter para enfrentarme a la frustración? O peor: ¿que todo me frustra? ¿Qué me cruzo de brazos ante el mañana? ¿Qué le tuerzo la cara al presente? ¿Que siempre miro hacia atrás con rencor y pesar? No tengo confianza en decirte nada porque las palabras entre tú y yo nunca han servido para construirnos un puente. Y si quieres saber algo más: esta desconfianza se ha extendido a las palabras, todas, y hacia los demás. Mejor dejémoslo ahí. Mejor, anda, levántate temprano y súbete al coche y sermonea a tu hija por no ser la que tú esperas. Luego bájate del coche, y sí, ahí nos vemos: más tarde o mañana o a ver cuándo. See more

El Escribidero 21.11.2022

Camaradas tendré el gusto de impartir este taller de narrativa a partir del mes de enero, por si saben de alguien interesado o simplemente difundan, por favor. Gracias y felices fiestas a todos

El Escribidero 21.11.2022

Anótate al reto Por Louise En este tan sonado día de la Mujer, yo quiero felicitar a una mujer muy en particular: mi suegra.... Somos las mujeres quienes tenemos bajo nuestro cuidado a los hombres del porvenir. Se nos ha otorgado la facultad de escribir nuestra versión, en una página en blanco, y de enseñarle a los niños, desde la más tierna edad, a valorar a la madre, la hermana, la mujer que apoya con el aseo, la maestra. Siempre con el ejemplo. Ese niño venido a hombre tendrá aprecio por su mujer, y por cualquier otra, con la misma naturalidad que hablará el idioma aprendido en casa. De ahí la oportunidad singular, de las que nos tocó criar varones. Me anoto al reto. Anótate tú también.

El Escribidero 21.11.2022

La sexta Por Fernando Tamariz Traté de suicidarme otra vez. Me doy cuenta de que, en eso de morirme, también soy un fracasado. Conseguí unos retortijones bestiales y lo más cerca que estuve de ver llegar la muerte, fue por la humeante rozadura de culo que me provocó la diarrea. Mi madre dice...... http://elescribidero.com/la-sexta/

El Escribidero 20.11.2022

¿No has escrito nada acerca de Trump? Por Louise No. Le vengo dando vueltas, desde hace semanas. Mi diccionario de sinónimos y yo nos hemos sentado más de una vez frente al cursor, que parece retarnos con su parpadeo machacón. Hurgo en el diccionario. Repulsivo: repugnante, repelente, nauseabundo, fétido.... http://elescribidero.com/no-has-escrito-nada-acerca-de-trump See more

El Escribidero 20.11.2022

http://elescribidero.com/tramite-oficial-para-salvar-a-la-/

El Escribidero 20.11.2022

Por Fernando Tamariz Adiestramiento Mi gato se subió a las piernas de aquella hermosa desconocida. Hice ademán de bajarlo pero ella no me lo permitió, aludiendo a una poderosa atracción por los felinos. Lo acarició largamente hasta que el gato se fue cansando, se puso en pie y circundando su cintura se metió entre la silla y su espalda. Momentos después ella se quejó de que el animal acababa de morderle uno de sus atractivos glúteos. Presuroso me ofrecí a chupar la herida par...a extraer el veneno. Ella me detuvo y me dijo que, si alguien nos observara, aquello no sería apropiado. Pero si estamos solos, aseveré. Tardó en responder. Está el gato y pensará, equivocadamente, que su veneno es mortal, cuando solamente me produce un poco de ardor. A mí también, agregué, qué coincidencia. Permítame entonces untarle algún ungüento que nos lo alivie. Tomó al gato por las patas delanteras, giró sobre su eje y mirándome sobre el hombro señaló hacia sus nalgas con un movimiento de cabeza. Me relamí los bigotes. Cuestión de enfoques Llevé a mi gato al veterinario pensando que era ciego. Cuando le pusieron enfrente la gran letra E no fue capaz de leerla. Obvio decir lo que pasó con las letras más pequeñas. Tanta noche acabó por metérsele por los ojos, pensé. El médico me tranquilizó. Mi gato era analfabeta. Lee poco, mentí. Quedó claro por qué se estrellaba en las puertas de cristales, con ostensibles letreritos de JALE o de EMPUJE. Pensé enseñarle, pero me di cuenta que pronto andaría por ahí escribiendo sonetos en los muros, con arrestos de poeta, sin que nadie entienda lo que quiso decir. Y es más difícil hallar un lingüista que un veterinario. Silueta Camina muy lento, maravillado por ese universo de estrellas fugaces que se escapan en trayectorias vertiginosas. Fulgores perseguibles que le roban el aliento, al alcance de una carrera, de una dentellada. Lanzas que palpitan vitales en su inmediatez asesina. Cometas blancos, río arriba; rojos, río abajo. Alelado, el perro sigue andando contra sus instintos, contra el estruendo de las alarmas encendidas, de las sirenas inminentes. La belleza le arranca una sonrisa a la muerte. El sonido desaparece. No hay olores. Pasos de sombra entre la luz y con cada uno, es menos perro y más silueta.



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Teléfono: +52 442 183 3781

Ubicación: Paseo de Amsterdam 238 ´76904 Querétaro, México

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