Edificaré mi Iglesia

MARAVILLOSO "Y se llamará su nombre Maravilloso Consejero, Dios Eterno, Padre Eterno, Prínciphe de Paz" (Isaías 9:6) Actualmente los nombres no siguen un significado, pero en las culturas antiguas los nombres tenían un significado, decían mucho acerca del carácter de quien los llevaba.... En la Biblia el nombre de una persona tiene un significado, conoerlo es parte de su comprensión. El nombre del Salvador, anunciado ocho siglos antes de su nacimiento en Belén, tiene tan grande significado que un solo título puede expresarlo en forma inagotable. Sería llamado "Maravilloso". Lo maravilloso es mucho más que lo ordinario. Fue maravilloso su nacimiento, jamás hubo un nacimiento como el suyo, ni lo habrá. Fue anunciado por el cielo a humildes pastores con un mensaje: "Les ha nacido hoy, en la ciudad de David un Salvador, que es Cristo el Señor" (S. Lucas 2:11) El escritor Lucas registra que Jesûs nació en días del emperador Augusto César (Lucas 2:1) El pueblo esperaba que el emperador traería paz, pero la paz no viene de ningún hombre sino de Dios. El Salvador fue Maravilloso en su vida, su enseñanza y carácter siempre armonizaron con sus palabras. Dijo que debemos amar a nuestros enemigos, y lo primero que hizo cuando fue crucificado fue orar por sus enemigos (S Lucas 23:34) esto nos incluye a nosotros pues el pecado nos enemistó con Dios. "Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores Cristo murió por nosotros" (Romanos 5:8) Fue Maravilloso en su muerte, que da vida como el grano de trigo que da vida cuando muere (S. Juan 12:24) Fue maravillosa su resurrección, el único epitafio posible dice: "No está aquí, ha resucitado como dijo". El poder de su resurrección es Maravilloso, personas de todas las clases han recibido una nueva vida porque "Si alguno está en Cristo es nueva criatura; las cosas viejas pasaron, he aquí todas son hechas nuevas" (2a Corintios 5:17) Cristo es Maravilloso aún en las tribulaciones como la que estamos pasando ahora, pues Él gobierna todas las cosas y cumple sus propósitos perfectos en todo. Cristo vendrá otra vez al mundo, su venida será maravillosa. Que podamos contarnos entre los redimidos por el Salvador tan maravilloso, por la fe en Él. "Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo" (Hechos 16:31)

SEGURIDAD EN DIOS "Como Jerusalén tiene montes alrededor de ella, así Jehová está alrededor de su pueblo desde ahora y para siempre" (Salmo 125:2)... Antiguamente las ciudades se construían buscando defensas naturales, como las montañas. Los montes son firmes, no se mueven, y son permanentes, no cambian de lugar ni de posición, como dice este Salmo. Los montes permanecen para siempre, Dios también permanece para siempre porque es eterno. Dios no cambia, no se mueve en ninguna forma ni circunstancia, por ningún motivo cambia, "El consejo de Jehová permanecerá para siempre, los pensamientos de su corazón por todas las generaciones" (Salmo 33:11) La humanidad cambia frecuentemente, pero Dios no cambia jamás. El Salmo dice también que Dios está alrededor de su pueblo como los montes están alededor de Jerusalén. Esto es protección, Dios cubre a su pueblo poderosamente como los montes cubren a Jerusalén. También es dirección, como los montes dirigen la vida de Jerusalén. En tiempos de peligro la población volvía su mirada a los montes buscando el socorro oportuno: "Alzaré mis ojos a los montes; de dónde vendrá mi socorro? Mi socorro viene de Jehová, que hizo los cielos y la tierra" (Salmo 121:1 y 2) Todo esto es seguridad, esto eran los montes en las antiguas ciudades, y esto es Dios para aquellos que confían en Él. El Salmo 125 concluye diciendo: "Paz sea sobre Israel", también sobre aquellos que confían en el Señor en este tiempo de calamidad e inseguridad

EN EL PELIGRO "Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones Por tanto, no temeremos, aunque la tierra sea removida, y se traspasen los montes al corazón del mar" (Salmo 46:1 y 2)... Martín Lutero vivió años de conflicto y peligro. En 1521 fue excomulgado, el emperador Carlos V dio orden de arrestor en su contra, y ofreció una gran cantidad de dinero por su cabeza. Se convirtió en blanco de reyes y gobernadores. Fue detenido por un hombre enmascarado y llevado al Castillo de Wartburgo, por órdenes de Federico III, uno de los hombres más poderosos del mundo El Castillo era una fortaleza de más de 300 m de altura y protegida por un terreno rocoso, un lugar de muy difícil acceso. Allí tradujo El Nuevo Testamento del griego al alemán y escribió el himno "Castillo Fuerte", inspirado en el castillo donde se encontraba y en el Salmo 46 Hoy este himno es una inspiración para nosotros, que vivimos en el peligro de esta pandemia. Haríamos bien en memorizarlo y cantarlo en este peligro Castillo Fuerte es nuestro Dios, Defensa y buen eecudo, con su poder nos librará de todo trance agudo. Con furia y con afán acósanos Satán: por armas deja ver astucia y Gran poder; cuál él no hay en la tierra. Nuestro valor es nada aquí, con él todo es perdido; Mas con nosotros luchará de Dios el escogido. Es nuestro Rey Jesús, el que venció en la cruz, Señor y Salvador, y siendo él solo Dios, él triunfa en la batalla. Y si demonios mil están prontos a devorarmos, no trmeremos, porque Dios sabrá cómo ampararmos. ¡Que muestre su vigor Satán y su futor! Dañarnos no podrá, pues condenado es ya por su Palabra santa. Cuando vivía bajo amenaza de muerte

LA PUERTA Jesucristo dijo: "Yo soy la puerta; El que por mí entraré, será salvo, y entrará, y saldrá, y hallará pastos" (Juan a 10:9) La vida requiere una puerta, necesitamos una entrada segura.... Dios nos ha provisto de una puerta. Esa puerta es Jesucristo. Él no sólo nos señala la puerta sino que nos dice que Él mismo es la puerta. En la Biblia se usa mucho el lenguaje pastoril, que es el lenguaje que el Señor usa en este pasaje. Los pastores tenían sus rebaños, los cuales salían por las mañanas a buscar alimento y regresaban por las tardes al redil. Los pastores se colocaban a la entrada del redil, las ovejas tenían que pasar por donde ellos se encontraban colocados. De esa manera los pastores mismos eran la puerta de sus ovejas. Así es Jesucristo, cada día podemos salir y regresar, y encontrar el sustento que necesitamos, sobre todo para nuestra alma. Jesucristo dice que: Él es la puerta, no una puerta sino la puerta, una puerta única. Jesucristo es único. Los Apóstoles lo predicaron así cuando dijeron: "Y en ningún otro hay salvación: porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos" (Hechos 4:12). En la situación que estamos viviendo necesitamos una puerta todos los días para salir y regresar con seguridad, no sólo seguridad para nuestra salud sino, sobre todo, para nuestra alma. Necesitamos una puerta segura. Y esa puerta es Jesucristo. Que Cristo sea nuestra puerta de bendición y salvación todos los días de nuestra vida.

TRES MUNDOS El mensaje de la Palabra de Dios de tres mundos, cuando dice: "Y si no perdonó al mundo antiguo, sino que guardó a Noé, pregonero de Justicia, con otras siete personas, trayendo el diluvio sobre el mundo de los impíos, y si condenó por destrucción a las ciudades de Sodoma y Gomorra, reduciéndolas a ceniza, poniéndolas de ejemplo a los que habían de vivir impíamente, y libró al justo Lot, abrumado por la nefanda conducta de los malvados.... (2a Pedro 2:5-7). El primer mundo mencionado aquí es el que fue destruido en los días de Noé a causa de la maldad. La Palabra de Dios dice que vio Dios que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio del pensamiento del corazón de ellos era de continuo solamente el mal (Génesia 6:5). Esa fue la causa de la destrucción, Dios no tolera la maldad. La maldad fue también la causa de la destrucción de Sodoma y Gomorra, que quedaron como ejemplos para los que habían de vivir impíamente. El segundo mundo es el actual, otra vez debido a la maldad este mundo será destruido. La maldad es notoria en este mundo, así como el peligro en el que se encuentra. Dios nos ha dado un Salvador, que es su Hijo Jesucristo. La Palabra de Dios dice: "Por él seremos salvos de la ira" (Romanos 5:9). La ira de Dios es su castigo del pecado, que vendrá sobre este mundo. Ahora es tiempo de salvación. Todo tiene su tiempo y ahora es tiempo oportuno para escapar del castigo del pecado. Dios libró a Noé, también a Lot y librará a quienes creen en Jesucristo como su Salvador. El tercer mundo aún no ha llegado, dice en esta epístola: "Pero nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia" (2a Pedro 3:13). Que podamos estar en ese tercer mundo de cielos nuevos en los cuales mora la justicia.