André Fernández.

Es curioso cómo vienes a mi. En forma de recuerdo, o en ganas de redactar(te).

- No me dejes para después, no me dejes en un quizá. Ambos lo sabemos, que soy esclavo de tu amar, que toda mi poesía se resume en ti, que bebería los océanos de un sorbo para brindarte paso a lo desconocido, que conquistaría el infierno solo para nosotros dos, y el cielo moriría de envidia. Pero, no me dejes para después.... Sabes lo que yo cariño, que me quedaría en los inviernos crudos, vistiéndote de mi piel, para evitarte el frío. Que le declararía la guerra al mundo entero, si se niega a cumplir tus deseos. Pero, no me dejes para después. Que del amor al odio existe el mismo paso. Y yo llevo odiándote tanto tiempo que solo es cuestión del mismo para amarte a rabiar, que el rencor quiere menos, y esto nos urge. Pero no me dejes para después. Y lo menos a entregar es este, mi mundo, donde me hundo con la idea de tu presencia, Y me pierdo en el "Tan sólo si..." tan vagabundo, que anhelo no tener que padecer de tu ausencia. Pero, no me dejes en un quizá. Que la vida es un soplo de aire fino, que en tus ojos está el fin de mi proyecto, que me inclino a mis pasiones por tu cuerpo. Que.. no es simple impulso, mi razón domina este deseo. Pero, no me dejes en un quizá. Tú mi bella amapola, flor de lis, bebo del cáliz con demora, sabor a mora es tu esencia y crea un desliz, y tan feliz, no veo el error pues me enamoras. Pero, no me dejes en un quizá. Que es relativo, tan movible, tan cambiante. Tú inalcanzable, imperfecta, mi ideal, y yo te pienso como un amor eterno e inmutable, tu luz es guía de mi sombra que busca lo real. Pero, no me dejes en un quizá. Desvístete del pasado, usa el vestido del futuro Usa el pendiente del presente y ten por seguro Que tengo un verso entre mis labios de tu alma indescifrable. Y un discurso objetivo de este sentimiento que en mi acción es demostrable. Pero, no me dejes para después, no me dejes en un quizá. -André Fernández en colaboración con Kreep's N., espero les llene nuestra poesía.

Devorarle el clitoris, solo si has conseguido comerte todos sus miedos.

Tus reacciones me ayudan a saber que puedo seguir compartiendo mi trabajo, y que disfrutas de el.

Y yo que me aventuré a lo seguro, no sabía de ti, y la adición que conlleva el riesgo de amarte.

Gracias por hacer significativo mi existir.

La prudencia complementa la rutina.

Pones contenta, hasta la mas terrible de las tristezas.