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Olatu Surf 23.11.2022

PERO, ¿HAY LECTURAS PARA EL PURO PLACER? Por: Aquiles Córdova Morán No hace tanto que las declaraciones de un alto funcionario de la Secretaría de Educación Pú...blica (SEP) de nombre Marx Arriaga, encargado de revisar y editar los libros de texto gratuitos, provocaron revuelo y airadas protestas de varios y respetados profesionales de la pluma. Sucede que Arriaga, hablando de la necesidad de una educación revolucionaria para los niños, sostuvo que leer por puro placer es una simple manifestación de consumismo. Quienes objetaron esa afirmación, defendían esa lectura como inofensiva y como un derecho inalienable de las personas; incluso como una necesidad para todo el que quiera adquirir una cultura o mejorar la que ya posee. Hubo quien publicó un recuento bastante completo de las muchas lecturas placenteras de Marx, a cuya autoridad teórica se acoge Arriaga, como lo manifiestan las oportunas citas de sus autores favoritos repartidas en todas sus obras. En síntesis, las contrarréplicas (al menos las que yo pude leer) aceptaban, expresa o tácitamente, la existencia de un tipo de literatura cuyo propósito exclusivo es procurar placer al lector. La polémica se sintetizó en la siguiente disyuntiva: ¿hace bien o mal leer solo por placer? En mi modo de ver, se trata de una falsa disyuntiva, porque hace falta demostrar, primero, la existencia de este tipo de obras: ligeras, carentes de todo contenido profundo, fáciles de entender sin esfuerzo. Y esto sin mencionar todavía que la afirmación de Arriaga es todavía más inconsistente, que entraña serios peligros para la formación de la juventud mexicana y para el fomento a la cultura. Creo, además que entraña un ataque implícito a los fundamentos filosófico-políticos del modelo socioeconómico vigente, lo que debe calificarse como una peligrosa extralimitación de funciones de un alto funcionario con capacidad ejecutiva y cuyas responsabilidades están legalmente acotadas. Comienzo por lo primero. Es un error evidente, o violencia innecesaria al recto sentido del concepto, llamar consumismo a la lectura de obras de creación (en concreto poesía, drama, cuento y novela) que, por razones muy suyas, disgustan o repugnan al señor Arriaga. En la jerga económica al uso, consumismo es la adquisición de cualquier tipo de bienes o satisfactores en cantidad y variedad excesivas, es decir, que rebasan sobradamente la necesidad real de la persona que los adquiere. Dicho de otro modo: consumismo es gastar sin freno y sin justificación racional, y consumir en demasía todo lo que puede adquirirse en el mercado o lo que el ingreso personal permita. En nuestro caso, el consumismo solo puede significar comprar libros sin tasa ni medida, por el puro gusto de acumular, a sabiendas de que jamás se podrán leer (aquí se antoja preguntar: ¿habrá gente capaz de semejante locura?). El consumismo, pues, en materia de libros, significa exactamente lo contrario de lo que denuncia y condena Arriaga: no el exceso sino la falta de lectura de los libros adquiridos. Más aún, ¿hay un límite preciso para la lectura de libros de cualquier naturaleza, más allá del cual se justifica hablar de exceso de consumo? ¿Cuál es ese límite y como se mide en un caso determinado? Es evidente que tal límite no existe, por lo que toda taxativa, venga de quien venga, es arbitraria y un abuso de autoridad. Alguien ha dicho, y yo concuerdo con eso, que la buena lectura es la única adicción que las personas pueden y deben cultivar. La introducción aquí del calificativo de consumismo es tan apropiada como la de Poncio Pilatos en el Credo. No ignoro que la condena de este Marx se dirige no al aspecto cuantitativo sino al cualitativo del consumo de libros. Él no acepta la lectura de obras placenteras ni poco ni mucho porque, aunque no lo dice expresamente, es claro que las considera inútiles y hasta nocivas para el lector. Tampoco se atreve a formularlo con palabras, pero su condena es un llamado a echar al basurero toda la creación literaria de la humanidad, desde la epopeya de Gilgamesh, la más antigua obra escrita que se conoce, hasta autores recientes como Dan Brown y similares, pasando por la literatura greco-latina, origen y base de la cultura occidental. Así pues, al hacer a un lado lo de consumismo, se hace visible la semejanza de criterios entre Arriaga y Joseph Goebbels, el ministro de propaganda de Hitler, el que ordenó a Alemania quemar las obras de los autores consagrados que no abonaran a la ideología racista y genocida del Tercer Reich. Que quede claro: no estoy acusando a Arriaga de nazi; digo que coincide con Goebbels en la idea de que todo régimen nuevo que intente sobreponerse al que existía, necesita destruir, o al menos prohibir terminantemente, las obras creadas por el genio humano antes del arribo de la revolución en marcha. A pesar de las diferencias claras, el objetivo es el mismo: colocar una venda sobre los ojos al pueblo para conducirlo dócilmente a donde los poderosos quieran. Fue el mismo error de Mao Tse-Tung (grafía antigua) quien, a pesar de sus inmensos méritos revolucionarios, quiso constreñir el pensamiento del pueblo chino a las pocas sentencias sacadas de su obra y sintetizadas en el famoso libro rojo mediante la revolución cultural. El error cobró su sangrienta factura a los epígonos del maoísmo luego de la muerte del Gran Timonel, en septiembre de 1976. El error estriba en olvidar que el propio Marx subrayó siempre que el triunfo de las ideas nuevas sobre las viejas no se alcanza mediante el uso de la fuerza y la represión del pensamiento libre, sino secando la fuente económico-social de donde se alimentan mediante la transformación revolucionaria de la vida de las masas. Eso es suficiente para que se extingan por sí solas, lo que no elimina, por supuesto, la necesidad de lucha ideológica. Es el mismo error que comete Arriaga al querer imponer la ideología de la 4 T prohibiendo la lectura de los clásicos y sustituyéndola por cápsulas de un marxismo reduccionista, dogmático y petrificado a través de los libros de texto gratuitos. En lugar del pensamiento vivo y original de Marx, Engels y Lenin, pequeñas dosis de ese batiburrillo confuso y contradictorio que es la filosofía de la 4 T. Quienes así piensan, desconfían de la penetración y capacidad de convicción de su propia ideología y de la destreza crítica de los educandos. Y tienen razón en esto último, porque la capacidad de análisis riguroso no es innata en el individuo, sino producto de su educación. Por eso, en vez de prohibirle leer libros placenteros, hay que enseñarlo a pensar de modo disciplinado, sistemático y penetrante; hay que dotarlo de una herramienta mental capaz de abrir las entrañas a la realidad, analizar su contenido y someter sus conclusiones a la prueba de la práctica. Con esto, se le puede soltar para que navegue solo en el complejo y contradictorio mar del pensamiento humano, sin peligro de que fracase y se ahogue. Pero Arriaga comete un error todavía más significativo y determinante mediante el cual deja claro que no se ha ocupado en serio de estudiar la verdadera naturaleza de la creación artística. No sabe que el motor que impulsa al artista a crear no fue nunca, ni es hoy, el de crear belleza, y menos una belleza superficial para deleite del espectador zafio; que lo que lo mueve es algo más complejo, profundo y difícil de captar en su obra terminada. Todo verdadero artista está poseído del espíritu fáustico, es decir, del deseo irrefrenable de inmovilizar el instante, de eternizarlo, de anular su carácter efímero y fugaz. Por eso intenta crear algo capaz de superar la acción del tiempo, es decir, capaz de abolir el cambio y el movimiento eternos, aunque solo sea en su obra. Todo artista es un cazador de eternidad. Así se explica, por ejemplo, que el desarrollo de la pintura siga una línea descendente de lo concreto a lo abstracto: de la copia simple e ingenua de las cosas a su artización cada vez mayor para hacerlas menos parecidas al original; de aquí pasa a la prescindencia absoluta de todo modelo exterior y lo sustituye por sus propias sensaciones, emociones y sentimientos, hasta llegar al intento de plasmar solo conceptos, y conceptos de lo abstracto, no de lo material-concreto. Con razón o sin ella, el artista cree que cuanto más alejada se halle su obra de la realidad concreta, más cerca se hallará de su meta de alcanzar la eternidad. El camino para avanzar en esta dirección es ir de lo singular a lo general, a lo universal, hacia la abstracción cada vez mayor. La obra de arte puede definirse como la búsqueda de lo universal a partir de lo singular-concreto. A pesar de esto, todo artista refleja en su obra la concepción filosófica, social y política del lugar y la época que le tocó vivir, e incluso de la clase social a la que pertenece, aunque él crea y sostenga lo contrario. Toda obra de arte es tendenciosa, toma partido, aunque no de un modo directo y panfletario, por una determinada concepción del mundo y de la vida social. Por eso quien la contemple o la lea, si no está pertrechado con un método de análisis afilado y con un criterio firme de verdad, corre el riesgo de ser confundido y atrapado por el artista, como teme Arriaga. Pero el verdadero creador, si quiere acercarse a lo eterno, debe ser siempre riguroso y veraz en lo que hace o dice. Por ello su creación resulta muchas veces lo contrario de lo que se propone; un reaccionario termina creando una obra revolucionaria contra su voluntad, porque refleja la realidad de manera más precisa, vívida y revolucionadora de conciencias que los áridos esquemas de los tratados de sociología y economía. Ejemplos clásicos son el Quijote de Cervantes; Las Almas Muertas de Gógol, un místico que murió siendo monje, que denunció la feroz explotación del mujik, que continuaba incluso después de su muerte; o Resurrección, de Tolstoi, noble terrateniente y místico también, que trazó un cuadro insuperable de la miseria y la explotación del campesino ruso, con el cual contribuyó a la maduración de la Revolución de Octubre. Estas novelas, y muchas más que no menciono por razones obvias, caen en la categoría de lecturas de puro placer según Arriaga. Pero se equivoca como acabamos de ver. No hay obras revolucionarias y reaccionarias por sí mismas, útiles o perjudiciales para educar al individuo; solo hay obras malas, vulgares y zafias y obras geniales que educan, y mucho, a cualquiera que las conozca. Obras que representan una manera distinta, a veces insuperable, de conocer la realidad, siempre y cuando se esté bien preparado y mejor entrenado para aprovecharlas. En caso contrario, pueden resultar dañinas y tóxicas, pero no por culpa del autor o de la obra, sino de quien se mete a cohetero sin saber manejar la pólvora.

Olatu Surf 23.11.2022

¿POR QUÉ SE MIENTE TAN PUERIL Y DESEMBOZADAMENTE SOBRE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL? (Segunda y última parte) Por: Aquiles Córdova Morán... El 25 de julio de 1934, Hitler hizo el primer intento de apoderarse de Austria mediante un golpe sorpresivo de tres grupos de las SS austriacas. El golpe falló, pero el canciller Engelbert Dolfuss murió desangrado en sus oficinas mientras los SS combatían con las fuerzas de seguridad que los sitiaron. Hitler tuvo que esperar mejor ocasión. En 1935, Gran Bretaña, violando el Tratado de Versalles, firmó un acuerdo con Hitler para permitirle reconstruir su armada hasta el equivalente al 35% de la armada británica. Ese mismo año, mediante un plebiscito, recuperó el Sarre, una zona rica en mineral de hierro y carbón que se hallaba bajo la protección de la Sociedad de Naciones, violando las fronteras trazadas en Versalles. Occidente, pues, estaba dispuesto a perdonar los crímenes de lesa humanidad de los nazis y a prestarles ayuda para reconstruir su ejército y para lograr el Lebensraum, el espacio vital que pedían. La pregunta es: ¿por qué razones? La primera es su anticomunismo radical, que nació junto con la URSS. Robert Lansing, secretario de Estado de Wilson, en un memorándum del 2 de diciembre de 1917, dijo al presidente que era imposible reconocer al gobierno de Lenin por su naturaleza política e ideológica. Wilson estuvo de acuerdo y añadió que el régimen bolchevique era una conspiración demoniaca que había destruido la promesa democrática del Gobierno provisional. Juzgaba especialmente dañina su doctrina de la lucha de clases, la dictadura del proletariado y su odio hacia la propiedad privada. Este es el verdadero origen de la guerra fría, aunque el nombre es muy posterior. Este mismo anticomunismo es el que empujó a las potencias europeas a apoyar a los nazis. En 1924, dos años después de que Mussolini y sus Camisas Negras tomaran el poder en Italia, el dueño de The Daily Mail, lord Rothermere, dijo en su periódico que al salvar a Italia, ha frenado los avances del bolchevismo que habrían arruinado Europa a mi juicio, ha salvado a Occidente. Sir Austen Chamberlain, ministro de exteriores, dijo desde Roma: es un hombre maravilloso que trabaja por la grandeza de su país. Winston Churchill afirmo en 1927: Si yo fuese italiano, me pondría la camisa negra fascista. Algo similar ocurrió con Hitler. La mayoría en el Gobierno británico era partidaria de alentar a Alemania a satisfacer sus ambiciones expansionistas en Europa del Este y en Rusia. En 1935, sir John Dill, jefe de la Oficina de Operaciones Militares, planteó abiertamente: ¿No podríamos dejar crecer a Alemania hacia el Este, a expensas de Rusia?. Baldwin, entonces primer ministro, dijo: si alguna batalla se ha de librar en Europa, querría ver en ella a nazis y bolcheviques. Un diplomático alemán aseguró que Horace Wilson, asesor de Chamberlain le confió: Sería el colmo de la locura si estas dos señaladas razas blancas (ingleses y alemanes) se exterminasen mutuamente en la guerra. El único beneficiado sería el bolchevismo La otra razón para apoyar a Hitler era que los británicos sabían que, desde el fin de la Primera Guerra Mundial, su imperio venía debilitándose y perdiendo terreno frente a EE.UU. y Alemania. Ya no eran el taller del mundo; la City ya no era la prestamista del planeta y la libra esterlina cedía terreno ante el dólar como moneda mundial. Esto les hacía temer una guerra con Alemania aliados solo con Francia. Ya en 1937, la clase dirigente se dividió en dos bandos: el de los apaciguadores, partidarios de un entendimiento con Hitler, y el de los que creían que la guerra era inevitable. Al primer grupo pertenecían Stanley Baldwin, Neville Chamberlain y lord Halifax; el segundo tenía a Churchill como guía y figura central. Ambos eran rabiosos anticomunistas y ninguno deseaba la guerra. La diferencia era que el segundo entendía mejor el proyecto de Hitler y sacaba consecuencias de gran importancia para el Imperio Británico. La Segunda Guerra Mundial no fue, pues, una guerra en contra del fascismo, sino una lucha por el dominio global del mundo. Había muchos aspirantes pero el título era uno solo; la cuestión tenía que decidirse mediante las armas. Pero todos coincidían en un punto: el comunismo era la peor amenaza y Hitler el mejor instrumento para eliminarlo. Así se explica el silencio general ante sus crímenes de lesa humanidad y las jugosas concesiones que lo volvieron más peligroso. En mayo de 1937 Neville Chamberlain sucedió a Stanley Baldwin en el poder y de inmediato nombró embajador ante Hitler a sir Neville Henderson, un conocido profascista. Henderson organizó una entrevista con Halifax, entonces lord del Sello Privado, con Hitler, para el 17 de noviembre. Halifax comenzó elogiando a Hitler por prestar tan gran servicio a Alemania aplastando al bolchevismo y acabó abriéndole la puerta para modificar las fronteras de Europa trazadas en Versalles. Entre esas modificaciones, precisó, se encontrarían Danzig (Polonia), Austria y Checoslovaquia. Inglaterra (solo) quería asegurarse de que cualquier modificación sería por la vía pacífica, evitando métodos que pudieran generar disturbios de gran calado. Austria, Checoslovaquia y Polonia acaban de ser entregadas a Hitler. Lo que siguió fue cuestión de mero trámite. En febrero de 1938 Halifax fue nombrado ministro de exteriores; el 12 de marzo, Hitler proclamaba el Anschluss (la anexión) de Austria al Reich en la propia Viena. El 28 de septiembre del mismo año, Chamberlain y Daladier, primer ministro francés, firmaron el Pacto Múnich por el que cedían a Hitler los Sudetes, más o menos la quinta parte de Checoslovaquia, sin tomar en cuenta al Gobierno ni a la población del país. Seguía Polonia. Los polacos resistieron las presiones de Ribbentrop, ministro de exteriores alemán; Chamberlain y Halifax comenzaron a maniobrar por un acuerdo semejante al de Múnich e hicieron varias ofertas comprometedoras, pero Hitler respondió con evasivas. A fines de agosto de 1939, Göring aclaró las cosas: Danzig no es el objetivo de la disputa, en modo alguno. Se trata de expandir nuestro Lebensraum hacia el este al tiempo que nos aseguramos el abastecimiento de alimentos y resolvemos los problemas del Báltico. Es decir, vamos por toda Polonia y seguiremos hacia el Este. Hitler sabía que esta vez sería la guerra, ya que los aliados, al entregar Checoslovaquia, solo contaban con Polonia para cuidar su flanco oriental. Detrás de Polonia solo quedaba la URSS, pero el anticomunismo de los británicos les cerraba ese camino. Pero no a él, que al tiempo que se aprestaba para invadir Polonia, aceleró sus gestiones diplomáticas en busca de un pacto de no agresión con la URSS. Así aseguraría su flanco oriental y manos libres para tomar Polonia y atacar a Occidente. La URSS ingresó a la Sociedad de Naciones en 1934 y desde esa fecha comenzó a gestionar un pacto de defensa mutua con los aliados. Desde el primer momento Stalin dejó claro su interés por los territorios perdidos en la Primera Guerra Mundial: la parte de Polonia comprendida entre su frontera actual y la llamada línea Curzon, Besarabia y la Rusia Blanca, los países bálticos y el este de Finlandia. La razón era clara: Hitler atacaría la URSS tarde o temprano y sus fronteras actuales eran muy difíciles de fortificar y fáciles de perforar por el enemigo; necesitaba fronteras más seguras. Los aliados dieron largas, pero acordaron no ceder a Stalin ningún territorio. Stalin insistió hasta que, finalmente, a mediados de agosto de 1939, logró una reunión en Moscú, misma que terminó en desastre porque los delegados aliados, al final, dijeron no tener facultad para firmar nada sino solo para informar a sus Gobiernos. Tal rechazo en condiciones de grave riesgo, alertó a Stalin sobre el peligro de que Occidente se aliara con los alemanes para destruir a la URSS; entendió que la única salida era ganarles la delantera y firmar antes que ellos el pacto que Hitler le venía ofreciendo de tiempo atrás. Hitler, a su vez, se apresuró a ofrecerle los territorios que Occidente le negaba, aunque sabía los motivos de tal interés. Pero por el momento, lo urgente era asegurar su frontera oriental para invadir Polonia (y después Francia), sin el temor a un ataque en su flanco oriental. Así, el pacto Mólotov-Ribbentrop, fuente de todas las acusaciones y calumnias en contra de Stalin y de la URSS, se firmó en Moscú el 23 de agosto de 1939, una semana antes de la invasión de Polonia. La culpa recae entera en el anticomunismo ciego de Occidente y fue una jugada abierta, con las cartas boca arriba, entre Hitler y Stalin. La invasión de Francia duró del 10 de mayo al 25 de junio de 1940; después de esa fecha no hubo ya ninguna batalla de consideración entre los aliados y Hitler hasta el desembarco de Normandía el 6 de junio de 1944. Desde el 22 de junio de 1941, fecha de la invasión a la URSS, hasta este desembarco, todo el peso de la guerra cayó sobre los hombros del pueblo soviético. El 75 % del poderío militar de Hitler, sus aliados y los países conquistados con ayuda de Occidente, se concentró en el combate contra la URSS, mientras Inglaterra y EE.UU. se empleaban a fondo contra las fuerzas de Rommel en el norte de África y luego en Italia con una Alemania en retirada. Y a pesar de todo, el Ejército Rojo derrotó a Paulus en Stalingrado, expulsó a los alemanes de su territorio, liberó a Europa Oriental (que ahora vergonzosamente reniega de sus salvadores), entró en Alemania y tomó la orgullosa capital del Reich. Y esto, precisamente todo esto, es lo que ahora se pretende tergiversar y negar para que olvidemos o ignoremos el inmenso sacrificio del pueblo soviético, de su heroico Ejército Rojo y del Estado revolucionario de obreros y campesinos que salvaron a la humanidad entera. Quieren hacernos creer que fue el imperialismo, que ahora domina el mundo en lugar de Hitler y sus hordas nazis, nuestro verdadero salvador, aquél al que debemos agradecer y servir con toda fidelidad, entrega y sumisión, por los siglos de los siglos. Que Rusia y China son el imperio del mal y que es un error fatal buscar en ellos el modelo de un mundo mejor para los pobres de la tierra. Por eso tergiversan la verdad de los hechos.

Olatu Surf 23.11.2022

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Olatu Surf 23.11.2022

BARBOSA: CÁRCEL PARA QUIENES PIDEN ALIMENTOS Por: Aquiles Córdova Morán En la semana recién pasada, por varios conductos de gente buena que nos quiso alertar, s...upimos que hay una orden de aprehensión en contra de la dirigente antorchista Rosario Sánchez Hernández (su nombre está equivocado en la orden, pero no hay duda de que se trata de ella) y dos antorchistas más, acusados de robo agravado y probablemente de otros más que por el momento ignoramos. ¿En qué se basa la acusación contra Chari (como la llaman afectuosamente sus compañeros) y sus dos compañeros? Es del dominio público el manejo clientelar y discriminatorio de los programas de gobierno destinados a aliviar la situación de los menos favorecidos del país, desde las transferencias monetarias directas hasta los créditos de 25 mil pesos para las micro, pequeñas y medianas empresas más dañadas por el Covid-19. De los primeros, se sabe que los beneficiarios fueron seleccionados con criterios partidistas mediante un padrón levantado antes de que el actual Gobierno tomara legalmente las riendas del país. La tarea corrió a cargo de un ejército de morenistas sin personalidad legal, los llamados servidores de la nación, que hicieron un trabajo sigiloso y sin ninguna normatividad oficial y que, en las visitas domiciliarias, portaban playeras que los identificaban claramente como morenistas. Sobre los microcréditos, no hace más de una semana que los medios informaron el hecho de que los beneficiarios, que también fueron preseleccionados con sigilo, recibían, junto con el dinero, una carta personalizada y firmada por el presidente de la República. Usted, amigo lector, amiga lectora, puede imaginarse con qué propósito. La gente en general, sobre todo la necesitada de ayuda, asegura que este mismo manejo sigiloso y clientelar se aplica a otros programas de apoyos gubernamentales, tales como el mejoramiento y construcción de vivienda popular, la entrega de fertilizante subsidiado a los pequeños productores del campo, la formación de comités comunitarios para promover la cultura y el deporte y la contratación de nuevo personal para algunas dependencias, en particular para el sector salud. En todos estos casos, y otros que la gente menciona, se aplica, dicen, el mismo filtro: si eres morenista (o estás dispuesto a serlo), sí; en caso contrario, ¡no! Y hazle como quieras. Es en este contexto que se explica el crimen que le imputan a Chari. Varias semanas atrás, algunos medios nacionales y de varios estados informaron sobre la protesta nacional que se conoció como de banderas blancas, que eran trapos de ese color colocados en los hogares más urgidos de apoyo alimentario. Esa protesta fue particularmente intensa en el estado de Puebla. Por tal motivo, se desbordó el conocido y temido visceralismo del gobernador poblano Miguel Barbosa, quien declaró a los medios que tenía pruebas de que detrás del movimiento estaban los antorchistas (como si eso fuera de por sí un delito) y que, por tanto, no les daría ni agua a los inconformes. Son los mismos líderes corruptos, aseguró, que una vez más insisten en manipular las ayudas oficiales en beneficio propio. Pero eso se acabó, fue la sentencia definitiva del gobernador. Pero eso no tenía ninguna lógica. Primero, porque Barbosa sabe que el gobierno tiene el poder sobrado para imprimir a sus programas de ayuda la modalidad que se le pegue la gana, como vimos renglones arriba, es decir, que podía perfectamente atender la urgente necesidad de los hambrientos y, al mismo tiempo, impedir que los líderes corruptos olieran siquiera las despensas (o lo que fuera). Segundo, porque resultaba evidente que no eran los líderes antorchistas quienes necesitaban y pedían alimentos. Ellos, literalmente, no habían dicho ni una palabra sobre el movimiento de los trapos blancos, y menos aún sobre cómo debería repartirse la ayuda. Era el grito de auxilio de las familias con hambre, la gran mayoría de las cuales no eran antorchistas ni tenían nada que ver con nuestra organización. Todo fue una invención malévola de Barbosa para castigar a los antorchistas por su militancia política. Su verdadero propósito era dar un uso electoral a los alimentos; hacer saber a la gente que, si quería recibir su ayuda, tendría que intercambiar su militancia por una despensa. Pero la presión popular por alimentos siguió aumentando en intensidad y Barbosa tuvo al fin que acceder a repartir algunas despensas para paliar la inconformidad. Esta decisión forzada hizo explotar de nuevo la iracundia del gobernador, porque vio en ella una victoria de los antorchistas. Para desquitar su furia, repitió con más amenazante energía lo que ya había dicho cuando los trapos blancos: para los antorchistas nada, ni agua. Esa fue la instrucción para los repartidores de despensas que, además, iban advertidos de que deberían llamar a la fuerza pública si era necesaria para hacerla respetar a como diera lugar. En efecto, el reparto fue rigurosamente selectivo: se entregó una despensa a las personas previamente seleccionadas y a nadie más. En algunos casos, de manera sigilosa, pero en las colonias con presencia antorchista, se hizo abiertamente y a plena luz del día, con la clara intención de provocar la deserción de los hambrientos a cambio de alimento, o de exponer a los tercos a la burla de quienes sí habían recibido una despensa. Uno de estos repartos provocadores tuvo lugar en una colonia del norte de la ciudad de Puebla, la zona donde se hacinan en chozas miserables e infrahumanas los más pobres entre los pobres de la capital. En esa colonia existe, en efecto, un importante grupo antorchista, uno de los muchos que reconocen a Chari como su lideresa natural y legítima. Pero, contra lo que probablemente digan sus acusadores, ella nada tuvo que ver en la aglomeración de la gente en torno al camión de las despensas. Se necesita ser irremediablemente obtuso para ponerse a buscar un culpable que está a la vista de todo el mundo: ese culpable es el hambre secular del pueblo, agravada por la pandemia, y los gobernantes despóticos y arrogantes que se niegan a atender a los más necesitados. ¿Qué necesidad tenía la gente de que alguien la llamara a exigir una despensa a los empleados de Barbosa, si con su hambre tiene motivo de sobra? Y ¿qué derecho tienen los empleados y Barbosa mismo a negarles el alimento, es decir, a condenarlos a la muerte por inanición? A pesar de todo esto, la verdad simple y sencilla es que Chari llegó al lugar de los hechos cuando la protesta tenía rato de haberse instalado en torno al camión de las despensas en demanda de que el reparto fuera parejo. Y también que fueron algunos de los antorchistas que se hallaban entre los inconformes los que, tratando de impedir que las pasiones se desbordaran, pidieron su presencia para poner orden y tratar de hacer entender a los repartidores la necesidad de la gente. Y eso hizo Chari; ese es el nefando crimen por el que ahora se la persigue para refundirla en la cárcel. No hay duda de que ella actuó como la líder de masas que siempre ha sido; que acudió convencida de que la gente tenía razón en su demanda de reparto parejo. Por eso, al tiempo que ponía orden en el tumulto, encaró con decisión a los repartidores exigiéndoles que dieran despensa a todos hasta agotar las existencias. Pero nunca puso la mano sobre ninguna despensa ajena ni se introdujo, ni ella ni ningún antorchista, en el vehículo repartidor para usurpar las funciones de los empleados de Barbosa. No hay materia para acusarla de robo. Es más, a Barbosa debería causarle preocupación y vergüenza acusar a un ciudadano humilde del delito de robar por hambre. Nadie roba por hambre donde todos tienen qué comer. Su prepotencia y su insensibilidad le impiden, además, entender que la injusta persecución de una lideresa popular genuina como Chari, solo sirve para incrementar la inconformidad y el odio de los descamisados ante la injusticia social que padecen y que este régimen y este gobierno no ha hecho más que incrementar. No es muy inteligente ponerse a fumar despreocupadamente junto a un barril de pólvora. Los antorchistas de todo el país estamos informados de la posición del gobernador Barbosa en contra de nuestro Movimiento. Sabemos bien que el brutal atropello del IEEP al derecho del Movimiento Antorchista Poblano (MAP) a convertirse en partido político estatal obedeció a una orden directa del gobernador Barbosa. También sabemos que la instrucción que ha dado a sus funcionarios es: ¡Nada para Antorcha! Para ellos, palo y va. Así, con ese lenguaje escogido y elegante, se expresa de nosotros el señor gobernador de Puebla. Finalmente, por varios conductos fiables nos enteramos que, a raíz de la visita del Presidente de la República a Puebla, el gobernador, furioso por las protestas de ese día entre las cuales algunas fueron de los antorchistas, explotó ante testigos: hay que ch a esos hijos de; no dejen pasar ninguna oportunidad, por mínima que sea, para fincarles delitos y refundirlos en la cárcel. Lo que ocurre hoy con Chari, pues, es el primer fruto de una premeditada política represiva ordenada por Barbosa. Los antorchistas del país nos aprestamos, por eso, a defendernos a escala nacional. Leí hace poco, en la columna Frentes Políticos de Excélsior del 11 de julio, que el Presidente de la República sostuvo que serán respetuosos del Estado de Derecho para llevar a cabo el proceso judicial contra (César) Duarte, y no se fabricarán delitos, como sucedía en las administraciones pasadas. Si esto es así (y ojalá lo fuera), si es verdad que el Presidente no permitirá que en su gobierno se fabriquen delitos o se mezcle lo político con lo jurídico, ¿sería mucho pedir que le echara un vistazo a lo que ocurre en Puebla? ¿Sería mucho pedir que ordene frenar los inauditos abusos de poder de Barbosa en contra de los poblanos y que cese en sus feroces cuanto ilegales amenazas y órdenes de persecución en contra nuestra, precisamente con delitos prefabricados? Sea o no mucho pedir, yo cumplo con mi deber y hago uso de mi legítimo derecho, al ponerlo, a él y a todo el país, al tanto del batidero que se está haciendo en Puebla con el derecho y la justicia por parte de quien tiene el deber de garantizarlos y defenderlos en bien de la paz pública. Para que nadie, el día de mañana, tenga oportunidad de echar las culpas propias sobre espaldas ajenas.

Olatu Surf 22.11.2022

Isla La Roqueta, Acapulco.

Olatu Surf 22.11.2022

ROUNDS DE SOMBRA SOBRE EL REGRESO A CLASES Por: Aquiles Córdova Morán En un insufrible alarde de autoritarismo y prepotencia, el presidente de la República decr...etó, el 25 de julio, en gira oficial por Veracruz, que habrá regreso a clases presenciales llueva, truene o relampaguee (EL FINANCIERO, 25 de julio). Según la misma nota, el presidente argumentó que no vamos a mantener cerradas las escuelas. Ya fue bastante; y en seguida: México es con Bangladesh el país que más tiempo lleva con las escuelas cerradas y esto no es bueno. En el mismo acto, calificó de pequeños rebrotes la tercera ola de COVID-19, y aseguró que desde luego, vamos a seguir apoyando para enfrentar la pandemia; no vamos a confiarnos porque hay un rebrote, no como los anteriores, pero tenemos que seguir vacunando (misma nota de EL FINANCIERO). Vacunar a la población es correcto pero totalmente insuficiente para garantizar la salud de más de 35 millones de estudiantes, encerrados en aulas sin ventilación y sin espacio suficiente para mantener la sana distancia. Pero fue la única ayuda concreta que comprometió el presidente. Las reacciones en contra del ucase no se hicieron esperar. El 90% de padres de familia no está de acuerdo con el regreso a clases: CNTE, escribió Nurit Martínez en EL SOL DE MÉXICO del 25 de agosto, por ejemplo. Los estudiantes de la FNERRR también rechazaron la medida objetando falta de vacunas y de condiciones sanitarias en los edificios escolares. Forbes México del 29 de julio dijo que el presidente demócrata reaccionó en los siguientes términos: No me importa que la mayoría esté pensando en no regresar, yo voy a sostener de que es indispensable que se regrese a las clases por el bien de los niños, de los adolescentes, de los padres de familia (no aclaró si, para él, este supuesto bien vale más que la salud y quizá la vida de la niñez y juventud del país), por el bien de todos, por el bien de la educación y el desarrollo del país. Luego pidió a los padres y autoridades escolares limpiar las aulas para que los niños y jóvenes regresen el próximo mes a clases presenciales. Todos ayudemos a limpiar las escuelas, a que estén en buen estado. Todos significa la participación de madres, de padres, maestros, maestras, autoridades municipales, de gobierno estatales de lo que nos corresponde como gobierno federal, porque hay una postura de que no haya clases. Como se ve, la única tarea que asume como suya el gobierno federal es repartir tareas y responsabilidades a los demás. El 12 de agosto, en la mañanera, el presidente volvió a la carga: el regreso a clases es indispensable porque no hay nada que sustituya a la escuela. La escuela es el segundo hogar, ahí no solo se aprende, ahí se convive con otros niños, ahí se sienten feliz (sic) los niños, los adolescentes, con sus amigos, ahí se aconsejan mutuamente. Subrayó que se está trabajando la vuelta a las aulas, limpiando y rehabilitando las escuelas (¿quién?). Es mucho el daño que se origina si no regresamos a las aulas. Vamos a cuidar con protocolos sanitarios a las niñas, a los niños (MILENIO de la fecha mencionada). Todos los argumentos que el presidente esgrime en defensa del retorno a clases presenciales son totalmente ciertos y plenamente compartidos por la inmensa mayoría, si no es que por la totalidad de la población del país, incluso (y en primer lugar quizá) por quienes se oponen al retorno inmediato a las aulas. Por eso, al escuchar sus reiterados alegatos, uno no puede menos que preguntarse: ¿contra quién combate o a quién busca vencer (o convencer), si todos estamos convencidos desde siempre de que urge el retorno a las aulas? ¿Por qué o para qué esos rounds de sombra? Si reflexionamos más detenidamente el asunto, veremos que tales golpes al vacío no son un simple despropósito sino que tienen una finalidad precisa: eludir el verdadero problema a discusión para colocar en su lugar un falso dilema: si conviene o no el regreso a las clases presenciales. Pero la verdadera preocupación de quienes cuestionan el retorno inmediato a las aulas es otra, a saber: si la comunidad escolar y la población en general, así como los edificios escolares, reúnen las condiciones mínimas necesarias para un retorno a clases seguro, con todo lo relativo que pueda tener aquí el término seguro. Y es aquí, cuando se plantea en sus justos términos el problema, cuando aparece la madre del cordero. Primero, porque pone en evidencia que la causa de que México sea uno de los países con sus escuelas cerradas por mas tiempo y donde los daños a la educación son más severos, junto con el hecho innegable de que también estamos entre los primeros lugares mundiales en contagios y trágicas muertes por COVID-19, estriba en el pésimo manejo de la pandemia, en la manipulación demagógica de las medidas de mitigación y contención de la peste, en el manejo electoral de las vacunas junto con la ineptitud del personal encargado de elaborar el programa de aplicación del biológico y de su ejecución práctica. Todo lo cual es responsabilidad directa e ineludible del gobierno, es decir, del subsecretario de salud Hugo López-Gatell y del propio presidente López Obrador. Ahora mismo, ante la tercera ola de contagios con la variante Delta, el presidente la minimiza llamándola rebrote y el subsecretario López-Gatell se niega a vacunar a los menores de 18 años argumentando que no existe evidencia científica del peligro en este sector de la población ni de la necesidad de combatirlo con la vacuna. Y el presidente apoya estas temeridades (nacidas no sé si de la ignorancia o de la mala fe) que juegan con la vida ajena, diciendo que exigir vacunas para quien no las necesita o reclamar una tercera dosis de refuerzo para los ya vacunados, es consumismo. Y todo esto cuando los medios están llenos de información alarmante sobre la magnitud del rebrote y sobre el contagio y muerte de niños y jóvenes, en México y en el mundo. Los casos de covid-19 en niños van en aumento en Estados Unidos (CNN del 21 de julio); Las reaperturas inseguras de escuelas en EE. UU. aumentan los casos de COVID-19 en niños (wsws.org, 24 de agosto); Cuerpos se apilan en un crematorio de Florida por el repunte de covid-19 (Agencia EFE); España continúa con la reapertura de las escuelas a pesar de las altas tasas de contagios (wsws.org, 26 de agosto); Reabrir las escuelas representa un gran riesgo para las vidas de los niños (wsws.org, 14 de agosto); Es el peor momento para regresar a clases presenciales, advierten exsecretarios de Salud (EL ECONOMISTA, 18 de agosto); Saturan llamadas por Covid infantil (REFORMA, 19 de agosto); Jóvenes saturan hospitales y centros de vacunación (EL SOL DE MÉXICO, 31 de julio). Esta es una síntesis desordenada, (solo de los encabezados) de algunas de las notas aparecidas en conocidos y confiables medios de México y el mundo. Por otra parte, desde los primeros días de este 2021 cuando menos, se comenzó a hablar de la necesidad del retorno a clases presenciales en virtud del daño que el cierre prolongado de las escuelas estaban causando a los estudiantes, a los padres de familia y al país mismo. Y no fue el gobierno, sino la opinión pública, la que comenzó a alertar sobre el problema. Organismos mundiales reconocidos como la OMS, la OPS, la UNICEF y universidades públicas y privadas, dijeron que tal regreso era posible a condición de que un porcentaje mínimo (70%) de la población estuviera inmunizado; se garantizara un riguroso protocolo sanitario para alumnos y personal escolar y, en primerísimo lugar, espacios educativos amplios, limpios, bien ventilados, con filtros del aire que respirarían maestros y estudiantes y con todo el instrumental digital para detectar a tiempo posibles casos de contagio. Los expertos de la UNICEF, entre otros, mencionaron que tales condiciones eran suficientes para el regreso a clases razonablemente seguro, como lo probaba la experiencia de algunos países avanzados del norte de Europa. No omitieron señalar que la situación de las escuelas mexicanas estaba lejos de las de los países piloto, lo cual era un llamado implícito al gobierno mexicano para que pusiera de inmediato manos a la obra. Ante la prisa actual del presidente, es hora de preguntarle: ¿qué ha hecho en concreto, para cumplir los requisitos mínimos que se le recomendaron hace más de medio año? Esta y el mal manejo de la pandemia son las cuestiones que pretende eludir con sus rounds de sombra. Pero la respuesta la conocemos todos: ¡Nada! No ha hecho absolutamente nada serio. Por eso nos sale ahora con que en la vida se corren riesgos siempre, si se quiere hacer algo o avanzar en algo. Sí, la vida entraña riesgos siempre, y justamente por eso el hombre ha tenido que aprender a preverlos y a evitarlos cuando es posible. Pero de lo que aquí se trata es de que los riesgos fueron previstos a tiempo y las medidas para reducirlos al mínimo también, pero su gobierno simplemente se quedó cruzado de brazos. Y hoy quiere regresar a los niños y jóvenes a las aulas sin protección, a pecho descubierto, apelando al sofisma de que los riesgos son inevitables. El colmo es que está echando toda la responsabilidad de la tarea que él no hizo sobre las espaldas de los padres y madres de familia y, en menor medida, de los profesores y el personal auxiliar. El periódico 24 HORAS del 13 de agosto lo dijo con toda claridad: La SEP deja a padres tarea de cuidado sanitario de las escuelas. A quien se quiera tomar la molestia de documentar esta verdad, le recomiendo la nota de Francisco Rojas en EXCÉLSIOR de la misma fecha. Allí podrá leer que las tareas, responsabilidades y costos del regreso a clases para la comunidad y los padres de familia forman un complejo de problemas tan exagerado y abusivo, que no lo podría cumplir ni la propia titular de la SEP, si le pagaran solo para eso. La pregunta obligada es: ¿por qué si al presidente le preocupa tanto el bienestar de niños y jóvenes y del país entero, no ordenó iniciar a tiempo los trabajos de restauración y limpieza de las escuelas ni destinó el presupuesto necesario para abastecer los insumos indispensables a todos los estudiantes y a todas las escuelas del país? Hay motivos para sospechar que el fondo de su prisa es otro. A este respecto, el portal wsws.org del 14 de agosto dice: la marcha de los funcionarios gubernamentales para abrir las escuelas no es meramente una cuestión de irracionalidad individual. El carácter internacional de esta campaña se basa en la necesidad imperiosa de la clase capitalista para () que los padres regresen a los lugares de trabajo inseguros Y en efecto, una revisión somera de la prensa mundial confirma el carácter planetario de la campaña con argumentos idénticos a los que maneja López Obrador, como lo prueba el caso de EE. UU. El portal chino spanish.people.cn completa el cuadro: en Estados Unidos -dice-, que a menudo se jacta de ser un faro de la democracia y un ejemplo brillante de derechos humanos, la respuesta a la pandemia siempre ha estado dominada por el capital. Para probarlo cita al New York Times según el cual un grupo de trabajo sobre coronavirus de la Casa Blanca y el Consejo de Seguridad presentó el 14 de febrero de 2020 un proyecto en que sugería medidas estrictas contra la pandemia, pero los legisladores las rechazaron porque conducirían al colapso del mercado de valores. Y sigue: Es impactante que los políticos estadounidenses incluso hayan utilizado la ley de supervivencia del más apto darwiniana para excusarse por su indiferencia ante lo que la gente ha sufrido en la crisis de salud pública. En México no solo nos recetan los mismos hipócritas argumentos sobre la salud mental y física de niños y jóvenes, sino que, sin decirlo, también nos han aplicado y nos siguen aplicando la ley darwiniana de la inmunidad de rebaño, como lo demuestra en su libro Un daño irreparable: La criminal gestión de la pandemia en México, la doctora Laurie Ann Ximénez-Fyvie. Ahora mismo, López-Gatell niega la vacuna a jóvenes menores de 18 años alegando que no hay evidencia científica de que la necesiten, justo cuando los contagios en este sector de población se están disparando en México y en el mundo, como acabamos de ver. Al mismo tiempo, apoya el inmediato regreso a clases. Esto es inmunidad de rebaño: que se contagie quien sea y que se muera quien se tenga que morir. Lo que importa es salvar al gran capital transnacional y al gobierno de la 4T. Por lo demás, solo escribo este artículo por deber de conciencia, y de ahí su carácter relativamente extemporáneo. Vale.

Olatu Surf 21.11.2022

LA VERDAD SOBRE EL CAMPO VS EL DISCURSO DEL PRESIDENTE Por: Aquiles Córdova Morán El presidente López Obrador ha sacado del desván de los trastos viejos su sob...ado discurso sobre los moches y la supresión de esa práctica corrupta a cambio de la entrega directa, sin intermediarios, de las ayudas de su gobierno a las familias más necesitadas. Las fechas y las formas hablan de una maniobra calculada para deslegitimar anticipadamente una posible protesta de los antorchistas por la próxima discusión y aprobación del proyecto de Presupuesto de Egresos para 2022, por la Cámara de Diputados, y para reconquistar el voto de los campesinos. Le urgen para mantenerse en la silla. Pero esa deslavada retórica se estrella frontalmente contra la dura realidad del campo mexicano. Se calcula que son millones de hectáreas de tierra laborable las que han quedado yermas debido a que sus propietarios o poseedores han tenido que emigrar a otros estados del país o a Estados Unidos, en busca de un mejor empleo y mayores ingresos. Las causas de este desplazamiento son numerosas y variadas, pero hay dos que se destacan: a) el incremento de la actividad del crimen organizado, que despoja a los productores de su propiedad o de su cosecha mediante grupos de sicarios fuertemente armados, y que trata de enrolar, también por la fuerza, a la gente joven de las comunidades; b) el insuficiente apoyo oficial a la actividad productiva del campo, agravado por el excesivo y complejo papeleo requerido para acceder a esos recursos o a los créditos blandos de la banca de desarrollo. Según el INEGI, en México hay 9.3 millones de predios rurales, que abarcan una superficie total de 190.3 millones de hectáreas. De este total, el 69% se dedica a la agricultura, el 11% a la ganadería y el resto son bosques o terreno cerril. Del total destinado al cultivo, 51.56%, es decir, poco más de la mitad, son minifundios de entre media y dos hectáreas; el 21.87% son parcelas de entre 2 y 5 hectáreas; el 18.75% parcelas entre 5 y 20 hectáreas y los propietarios superficies mayores a 20 hectáreas son, apenas, el 5.82%. Esto quiere decir que el campo mexicano está integrado esencialmente por minifundios que producen para el autoconsumo. Ahora bien, el discurso oficial habla de un apoyo a la producción agropecuaria mayor que nunca; pero el presupuesto de la Secretaría respectiva ha sufrido una contracción muy significativa en los tres años del actual gobierno. En 2018, último año del gobierno de Peña Nieto, la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA) dispuso de un presupuesto de 76 mil 476 millones de pesos; en 2019, primer año de la 4T, esa Secretaría, rebautizada como Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER) contó con 65 mil 434 millones de pesos, 14.4% menos que el del año anterior; en 2020, cayó a 46 mil 253 millones, 29.3% menos que en 2019, y en 2021 dispuso de 49 mil 291 millones, un ligero aumento pero muy lejano todavía al último año de Peña Nieto. ¿Es verdad, entonces, que hoy el campo recibe apoyo como nunca? La SADER dice que el dinero se dispersó así: 1 mil 600 pesos por hectárea para los productores de granos en pequeña escala (minifundistas); mil pesos por hectárea para los de escala media; 5 mil pesos para cada productor de café de pequeña y mediana escala y 7 mil pesos para productores de caña de azúcar. Quedan claras dos cosas: primera, que las cuotas por productor son, en todos los casos, totalmente insuficientes para el buen cultivo de las parcelas, dejando a un lado las necesidades personales del productor y su familia; segunda, que se deja fuera al sector más vulnerable, a los jornaleros agrícolas, la mayoría de los cuales no posee tierra y, por tanto, no pueden recibir la ayuda oficial. El investigador sobre agricultura sustentable de la Universidad Autónoma de Chapingo, Gerardo Noriega Altamirano dice: en el medio rural del país hay cuatro grandes grupos sociales: los campesinos de subsistencia, que disponen de minifundios, cuyo rezago educativo y tecnológico es enorme y producen apenas para comer. Otro sector es el integrado por jornaleros, quienes carecen de tierra, venden su fuerza de trabajo y se mueven de un lugar a otro; el tercero es el de los pequeños propietarios, quienes tienen más acceso a la educación, a los recursos naturales de suelo y agua y producen más de lo que consumen, es decir, venden parte de su producción. El cuarto grupo es el más reducido y está conformado por los empresarios agrícolas del norte, noroeste y occidente y produce para la exportación. Según Noriega, el insuficiente presupuesto al campo está afectando a los 4 grupos sociales (las negritas son mías, ACM), aunque no por igual. Los más perjudicados son los minifundistas y los jornaleros. Las carencias mayores -dice- se reflejan en los índices de pobreza de estados como Guerrero, donde () no hay opciones de empleo, razón por la que gente, sobre todo de La Montaña, al terminar el ciclo agrícola, sale de sus pueblos rumbo a Sinaloa, Baja California u otras entidades. El Colegio de la Frontera Norte afirma que Tan solo el año pasado, en plena pandemia de Covid-19, unos 200 mil jornaleros abandonaron sus comunidades y pueblos de origen para trabajar en las grandes estancias agropecuarias de los estados norteños y del noroeste del país. El 80.5% de ellos laboró en Baja California, Baja California Sur, Sonora y Sinaloa. Es decir, que los campesinos pobres y los jornaleros del sur sostienen con su trabajo mal pagado el éxito de la agricultura de exportación del norte. El estudio Los efectos del presupuesto en el sector rural, de la organización civil FUNDAR, dice que la inversión oficial en el campo tiene dos características: que el 52.7% se concentra en las entidades del Norte y el Occidente del país, específicamente en Sinaloa, Jalisco, Chihuahua, Sonora, Michoacán, Guanajuato y Tamaulipas () La otra característica es que el resto del financiamiento, menos del 30%, se destina a estados del Sur: Guerrero, Oaxaca, Chiapas, entre otros. (Aquí volvemos a comprobar que el sur empobrecido subsidia al norte desarrollado, por supuesto con la ayuda de todos los Gobiernos, incluido el actual). Además, este financiamiento presenta una alta regresividad, especialmente en FIRA, donde las y los productores de más altos ingresos, que representan el 3.3% de las unidades de producción, recibieron el 59.3% del financiamiento que otorga esa institución. El abandono de los campesinos pobres y los jornaleros no es un simple error del Gobierno, es un plan premeditado para favorecer la agricultura capitalista a expensas de la de autoconsumo. (Toda la información anterior está tomada del reportaje de Trinidad González, publicado en el semanario Buzos de la Noticia N 997). Esta es la feroz realidad del campo y los campesinos, una realidad que no respalda, de ningún modo, los cantos de victoria del presidente por su política de apoyos directos, sin intermediarios corruptos, que acaba de desenterrar para consumo de su público cautivo. Antes de terminar, hay dos aspectos más de esta amarga realidad. En un artículo publicado también en Buzos y titulado Una economía enferma, un país vulnerable, el Dr. Abel Pérez Zamorano resume así el fruto final de la política agrícola de la 4T: Tampoco es para regocijarse que las importaciones de alimentos vayan a la alza, no obstante los discursos de soberanía alimentaria, discursos comestibles: La caída en la producción de granos básicos como el maíz, trigo, sorgo y frijol ha propiciado que México registre récords en importaciones de esos productos () en los primeros cinco meses del año, el país ha importado 16.7 millones de toneladas de granos básicos, de acuerdo con datos del Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA) () un incremento histórico de 13.6% en las importaciones de granos y oleaginosas respecto al mismo periodo de 2020 () (El Sol de México, 21 de junio de 2021). ¿A dónde se fueron los éxitos de la política agrícola de la 4T? Solo vemos mayor dependencia alimentaria respecto a EE. UU., peligrosa situación que nos explotará en la cara el día menos pensado. Finalmente, Homero Aguirre, en su artículo semanal El grito infantil que nadie oye en la 4T, dice: en palabras del Reporte Anual 2020 sobre las Peores Formas de Trabajo Infantil, elaborado por el Departamento del Trabajo estadounidense, Hay menores en México que son sometidos a las peores formas de trabajo infantil, entre ellas la explotación sexual con fines comerciales, a veces como consecuencia de la trata de personas, y a actividades ilícitas, como la producción y el tráfico de drogas. Los niños también realizan tareas peligrosas en la agricultura, entre otras, en la producción de chile, café, caña de azúcar y tomates. (Son los pequeños hijos e hijas de los jornaleros trashumantes que laboran en los campos agrícolas del norte sin ningún tipo de protección laboral. ACM). Los datos de la Encuesta Nacional de Trabajo Infantil (ENTI 2019), financiada por el Departamento de Trabajo de los EE. UU. () También indican que el 52% de los niños trabajadores realizan trabajos peligrosos y el 25% de los niños trabajadores no asisten a la escuela. (). Esta dura realidad es la que explica que, últimamente, al presidente lo reciben las masas inconformes con quejas, peticiones y manifestaciones de protesta donde quiera que va. No son las organizaciones corruptas, dolidas porque les quitó los moches, como dijo el domingo reciente en Huauchinango, Puebla; son los agraviados por la parcialidad de sus operadores en campo y por el incumplimiento total de sus promesas de ayuda, tal como se lo dijeron de frente los damnificados del huracán Grace. No había por qué meter con calzador a Antorcha Campesina; el presidente solo trató de hurtar el cuerpo a su responsabilidad personal, como lo hace siempre en casos parecidos. Los antorchistas no se esconden nunca cuando salen a protestar; no tienen motivos para hacerlo y prefieren que el país entero sepa de su lucha y de la razón que les asiste. Todos saben esto, y si a pesar de saberlo siguen fingiendo esfuerzo para descubrirlos y denunciarlos, es porque pretenden usarlos como chivos expiatorios de culpas ajenas. Como en Huauchinango. Y como este sucio juego de manos puede repetirse en circunstancias más graves y comprometidas, creo mi obligación el deslinde claro y definitivo de acciones como la del domingo. Ahora que todavía hay oportunidad de hacerlo. Que conste.

Olatu Surf 21.11.2022

¡QUE INVESTIGUEN A BARBOSA! Por: Aquiles Córdova Morán El diario MILENIO, en su edición del 23 de abril de este año, dio la siguiente noticia: Denuncian a Anto...rcha Campesina ante FGR por corrupción y lavado de dinero, y a continuación: La Unidad de Inteligencia Financiera presentó las denuncias contra la organización, al detectar anomalías en las operaciones de 40 gasolineras que manejan en el país, así como cuentas millonarias de sus principales líderes. El día lunes 17 de este mes, a pregunta de reporteros que lo abordaron en Palacio Nacional, el director de la UIF afirmó que, en colaboración con las Fiscalías de Puebla y del Estado de México, había ordenado la congelación de las cuentas bancarias de 10 líderes de Antorcha Campesina, una organización que ha recibido dinero en efectivo de manera ilegítima. El día miércoles 19, en su mañanera en Querétaro, el Presidente de la República afirmó que, en efecto, había una investigación en contra de Antorcha y que pediría al Lic. Santiago Nieto que, sin violar el debido proceso, presentara a los medios los argumentos en que se apoya la decisión de congelar las cuentas de Antorcha. Ayer lunes 24 de agosto, se entregó a los medios un documento oficial de la UIF en el cual se ofrecen las razones que el Presidente prometió en su mañanera. Ante estos hechos, doy mi modesto punto de vista al respecto. Veo una contradicción evidente en el hecho de que se hable de una investigación en curso cuando el director de la UIF en persona aseveró, de manera implícita pero lógicamente indiscutible, que esta investigación, que venía incluso desde inicios de 2019, estaba concluida. De no ser así, no se entendería cómo pudo presentar la denuncia ante la FGR. No se trata de otras acusaciones ni de otras personas, pues los medios se han encargado de revelar que se trata de los mismos delitos y los mismos líderes de Antorcha Campesina mencionados el 23 de abril. Por tanto, se impone la pregunta: ¿por qué o para qué una nueva investigación? ¿Y por qué se recurre a la colaboración de las Fiscalías de Puebla y del Estado de México, cuando el asunto está ya en manos de la FGR? La segunda Fiscalía, por cierto, ha hecho saber que no tiene arte ni parte en el asunto, de modo que, por iniciativa propia o por órdenes superiores, el asunto se cocinó en la Fiscalía poblana. La lógica científica dice que cualquier contradicción descubierta invalida automáticamente el razonamiento o juicio completo que la contenga. En este caso, prueba la falsedad completa de la nueva investigación de la UIF. Desde el 23 de abril, varios medios afirmaron que la UIF sostuvo haber descubierto cuentas de algunos líderes antorchistas por cientos de millones de pesos. Esta misma afirmación ha vuelto a repetirse ante la congelación de esas y otras cuentas. El gobernador de Puebla, el morenista Miguel Barbosa, al negar que haya persecución política en contra de los antorchistas, aseguró que sus líderes se han hecho inmensamente ricos: cientos de millones de pesos, dijo, y ahí están las pruebas, ahí está la congelación de sus cuentas. Hagamos caso omiso de la tontería (o de la auto delación involuntaria) que implica presentar la sanción del delito como prueba de la culpabilidad del delincuente; lo que me interesa destacar es la reiteración de que las cuentas congeladas manejan cientos de millones de pesos. Resulta muy revelador que nadie (ni la UIF, curiosamente) se ha tomado la molestia de informar sobre el monto total de las 20 cuentas congeladas a 10 derechohabientes antorchistas. ¿Por qué? Pueden alegarse muchas razones, pero yo creo que se debe a que este dato pone al desnudo la escandalosa mentira de los cientos de millones de pesos. Doy el dato concreto: entre las 20 cuentas congeladas apenas suman poco más de 27 millones de pesos, es decir, un promedio de un millón y 350 mil pesos cada una, algo muy, pero muy alejado de los cientos de millones de que hablan la UIF y sus amplificadores mediáticos. El documento más reciente en el que la UIF da cifras que, tomadas a bulto, sin desagregarlas y sin el análisis correspondiente para desentrañar su consistencia o su falsedad (lo que resulta imposible para la opinión pública), resultan realmente escandalosas. Igualmente escandalosas son las afirmaciones de que algunas de esas cuentas ingresaron cientos de millones de pesos de origen ilícito y transacciones bancarias delictivas. Es muy claro que se busca el linchamiento mediático de los acusados, un delito que viola la secrecía de la investigación, la presunción de inocencia y el derecho al debido proceso, como lo prueba el hecho siguiente: en el documento de la UIF se evita cuidadosamente mencionar el nombre de Antorcha y el de los titulares de las cuentas congeladas, claramente para evitar la acusación de que violan la ley; pero, en cambio, sí aparecen esos nombres en los medios. ¿Quién se los proporcionó? ¿Quién los autorizó a violar el debido proceso? ¿No está claro el doble juego de la UIF y, por tanto, su propósito de linchamiento mediático? Las cifras millonarias que menciono fueron obtenidas sumando los recursos que entraron y salieron de las cuentas congeladas durante un período de diez años, de 2010 a 2019, pero se manejan como si hubieran ocurrido en uno, o a lo sumo, en varios meses de este año. Esta operación es totalmente arbitraria y sin sentido y no prueban absolutamente nada. Con semejante procedimiento, sumando las entradas y salidas de toda una vida, se puede probar que el micro negocio más insignificante, un bote de tamales por ejemplo, maneja en sus cuentas cientos de millones de pesos. Respecto a la recepción de cientos de millones ilegales por alguno de los dueños de las cuentas, o a la acusación general de Santiago Nieto de que Antorcha ha recibido dinero en efectivo de manera ilegal, afirmo que es una acusación totalmente gratuita que jamás podrán probar fehacientemente. Los antorchistas quedamos en espera del, o los videos en que alguno de nosotros aparezca recibiendo dinero ilícito, no importa si en sobres amarillos, portafolios o maletas, y le deseamos suerte a la UIF en sus pesquisas. También es falsa, en estricto sentido, la afirmación de que las cuentas pertenecen a líderes antorchistas. Con ello se insinúa que no justifican el origen del dinero que manejan. En realidad, son cuentas que registran los movimientos financieros normales de un negocio propiedad de Antorcha, registrado a nombre de los compañeros más honrados y confiables como un recurso seguro y expedito para legalizarlos y cumplir cabalmente con sus obligaciones hacendarias. No hay más. Y todo esto es del pleno conocimiento y aprobación de los miembros activos de toda la organización. También es falso que Antorcha tenga empresas fachada para dispersar recursos ilícitos y ocultar los millones mal habidos. Todas las empresas de antorcha existen realmente, funcionan con normalidad y tienen un domicilio conocido y debidamente registrado ante Hacienda. Todas pueden dar cuenta puntual de su proceso de formación y de sus movimientos financieros, lo cual, además, ya han venido haciendo muchos de ellos, requeridos o acosados por la autoridad correspondiente. Pero no nos engañemos. Hoy todos sabemos que lo que estamos viviendo en estos días (y lo que viviremos en los próximos meses), como el escándalo Lozoya, el llevado y traído avión presidencial y otros espectáculos menores, se explican por la proximidad de las elecciones intermedias y obedecen a la necesidad del partido en el poder de ganarlas a como dé lugar, incluso violando derechos elementales de ciudadanos y partidos enemigos de Morena, como ya estamos mirando. Es en este contexto en el que hay que entender las escandalosas y absurdas acusaciones contra el Movimiento Antorchista Nacional. Nosotros no somos ingenuos. Estamos conscientes de que la persecución en nuestra contra, como la de todos los imputados no morenistas en la declaración de Emilio Lozoya, llegará tan lejos como lo requieran el interés electoral y el miedo a la derrota del grupo gobernante. No nos creemos con la fuerza suficiente para desafiar al Leviatán que nos acusa y nos acosa, pero nos defenderemos. Nos defenderemos mientras haya un antorchista vivo, me atrevo a decir; por la vía legal y por la vía de la protesta pública, incluso desafiando al coronavirus si fuera necesario. Exigiremos que la justicia sea, por lo menos, pareja, mientras se mantenga en pie la actual Constitución y las leyes legalmente derivadas de ella. Llamamos una vez más a todos los agraviados por el sistema a que formemos un frente para la defensa colectiva de la ley y el Estado de derecho que todavía nos rigen. Y comenzamos por la casa. Los medios han hablado claro: cien mil dólares y la reubicación en la capital del país de un hermano suyo, empleado de PEMEX, fue el precio que Miguel Barbosa le puso a su compromiso de no oponerse a la aprobación de las Reformas Estructurales de Peña Nieto. Según MILENIO del 21 de los corrientes, Barbosa tiene una coartada para sacudirse la acusación: él votó en contra de la Reforma Energética. Pero da la casualidad que Lozoya no lo acusa de haber vendido su voto, sino su compromiso de no oponerse a la aprobación de dicha reforma. Parece que Barbosa cumplió remata el diario. Cuando comenzaba la pandemia y Barbosa declaró que a nosotros los pobres no nos ataca el coronavirus, los medios dijeron que este pobre era dueño de la mansión que fue del ex presidente Miguel de la Madrid, valuada en treinta millones de pesos y cuya propiedad omitió en su declaración patrimonial ¿Qué ha respondido Barbosa? Sobre la mansión, nada; sobre la imputación de Lozoya, el mismo MILENIO dijo el 20 de agosto que fue borrado (¿por quién?) de la declaración de Lozoya. Ni el silencio ni el haber sido borrado clandestinamente prueban la inocencia de Barbosa. Él mismo dijo que la acusación de Lozoya es la palabra de un delincuente que no merece, por tanto, ninguna credibilidad. Muy bien. Ahora nosotros exigimos que se investiguen a fondo las acusaciones en contra de Barbosa y que éste demuestre su inocencia ante los tribunales. Solo así sus acusaciones merecerán credibilidad, según su propio dicho. De lo contrario, tendremos pleno derecho, como él, a recusar como absolutamente carentes de valor las acusaciones de un delincuente.

Olatu Surf 21.11.2022

POLÍTICA EXTERIOR: PALABRAS A LA IZQUIERDA, HECHOS A LA DERECHA Por: Aquiles Córdova Morán El divorcio escandaloso entre el discurso izquierdista del president...e y los hechos de signo contrario en que aterriza tal discurso, no ocurre solo en política exterior; pero, ciertamente, es en la política exterior donde tal contradicción adquiere mayor resonancia mundial. Se acaba de celebrar el Diálogo de Seguridad de Alto Nivel entre México y Estados Unidos en el cual podemos comprobar esto. Para el gobierno mexicano fue un éxito rotundo, porque se logró un cambio en la relación con EE. UU. al pasar de una cooperación asistencialista, limitada y asimétrica, regida por el llamado Plan Mérida, a una integral entre iguales, de acuerdo con el canciller Marcelo Ebrard. Dijo, además, que hoy se construye una alianza de respeto en la que ambos gobiernos aceptan una responsabilidad compartida, para resolver los problemas comunes. Ambos países acordaron dejar atrás la Iniciativa Mérida y convertirla en el Entendimiento Bicentenario, con el cual se hará frente a la seguridad, pero con nuevos enfoques en los que la prioridad es la protección de la población (EL UNIVERSAL, 9 de octubre). Por su lado, los incondicionales de la 4 T se dieron vuelo asegurando que todo lo debemos al genio político del presidente López Obrador, según ellos, es el nuevo Francisco de Asís que ha domado con su sola palabra al Lobo de Gubia norteamericano y lo habría convencido de dejar de actuar como imperialismo para convertirse en un igual, en un hermano de los pueblos de Latinoamérica. Pura bazofia sin valor informativo. El reportero Alejandro Domínguez (MILENIO, 9 de octubre) entrevistó al secretario de Estado Antony Blinken, jefe de la delegación norteamericana, quien da una versión más sobria y relativamente más clara. Según el reportero, Blinken dijo estar consciente que su país comparte con México el compromiso de garantizar condiciones de seguridad para los habitantes de las dos naciones, como reducir el consumo de drogas en su país y combatir el tráfico de armas hacia México. Además de que ambos trabajen en la aplicación de la ley en el combate al crimen, (Blinken) ve viable renovar la cooperación en materia de seguridad para darle un enfoque también de atención a las causas de la drogadicción y la criminalidad, por lo que admite que su país está dispuesto a invertir en los programas sociales de la cuarta transformación para lograrlo. Aquí podemos ver que no se trató de una rendición incondicional a la opinión de López Obrador, como dicen sus turiferarios, oficiales y oficiosos, sino más bien de un quid pro quo en el que todavía falta investigar quién ganó y quién perdió en el intercambio. Cuando el reportero pregunta directamente sobre la política de abrazos, no balazos y sobre la ley que restringe la presencia y actividad de espionaje de los agentes de la DEA en México, el secretario Blinken evita contestar directamente: Como mencioné, lo que acordamos fue un enfoque integral que tenga ambas cosas, aplicando la ley de una manera moderna y efectiva, pero también hay que asegurarnos de hacer cosas que eliminen algunas de las causas subyacentes que llevan al crimen, la inseguridad y al tráfico. Cuando el reportero insiste sobre las visas para los agentes de la DEA, Blinken se torna más tajante: Hablamos de todo esto, pero no entraré en detalles. El reportero pregunta: En esta nueva etapa de la iniciativa Mérida, ahora con otro nombre, ¿qué le pide México a EU en vez de armas, helicópteros y este tipo de apoyo? (). Y la respuesta: Son varias cosas. () tenemos que invertir en encontrar oportunidades para la ciudadanía, ya que si no tienen oportunidades, parte será orillado a recurrir al crimen, las drogas, etc. Tuvimos un diálogo económico de alto nivel sumamente exitoso en Washington hace un mes donde establecimos planes concretos para hacerlo, incrementar la inversión, el comercio, e invertir especialmente en comunidades marginadas. () como dije, es dar y recibir () El reportero insiste: Entonces, ¿este nuevo mecanismo implica cooperación e inversión en programas sociales? Respuesta: Absolutamente. Es invertir en programas sociales. Y es algo de lo que el presidente Andrés Manuel López Obrador se siente muy convencido y estamos de acuerdo en ello. Dos cosas importan aquí: la franqueza con que se formula el quid pro quo de que he hablado antes y la afirmación de que esta reunión es, en esencia, la continuación de otra de alto nivel, celebrada en Washington, para hablar de cuestiones económicas. En ella se tomaron acuerdos que significan un estrechamiento mayor de los vínculos de todo orden entre México y EE. UU, política que el gobierno de López Obrador impulsa desde antes de ser presidente, según él mismo confiesa. Esto desenmascara el carácter fingido, teatral, de los desplantes izquierdistas de AMLO. De aquí la amabilidad de los delegados norteamericanos y la equivocación de quienes predicen un desastre en las relaciones recíprocas. Según han precisado columnistas experimentados, la responsabilidad compartida es, en los hechos, echarnos encima cargas que, en buena lógica, no tenemos por qué aceptar. EE. UU. acepta combatir la adicción entre su población (que es su obligación elemental) a condición de que México aplique sus reglas y acepte su injerencia en la lucha contra el flujo de estupefacientes hacia su territorio; accede a frenar el contrabando de armas hacia México a cambio de que este se comprometa a decomisar las que logren cruzar la frontera; se compromete a invertir en programas sociales en el sur de nuestro país y en Centroamérica a cambio de que México ponga su parte, siga frenando las oleadas migratorias en su frontera sur y continúe recibiendo en su territorio a todos los migrantes que ellos expulsen. Así, el triunfo de las ideas de AMLO es, en realidad, un sometimiento mayor a la política norteamericana. A pesar de todo esto, el cambio en la postura norteamericana es un hecho, como lo es también el trato respetuoso, como de iguales, de los altos funcionarios norteamericanos hacia la delegación mexicana. Queda, pues, suficiente material para que los fans de AMLO lo declaren genio de la política y expliquen así el éxito en la negociación reciente. Por mi parte, creo que esos hechos solo pueden entenderse si se entiende también la situación mundial y la posición actual del imperialismo norteamericano. Crece cada día el consenso sobre el declive económico norteamericano, un declive que no obedece a causas externas como el avance de China, sino a causas intrínsecas al sistema mismo. En términos muy resumidos, se trata del acelerado desarrollo tecnológico y la automatización de la producción, que obligan al capital a sustituir su maquinaria vieja por una tecnológicamente más avanzada para enfrentar la competencia y a despedir cada vez más obreros. Lo primero modifica aceleradamente la composición orgánica del capital aumentando la parte fija del capital constante a costa de la parte circulante, lo que le resta flexibilidad para saltar de una rama a otra más redituable, lo desfasa de la demanda y lo empuja a crear sobreproducción artificial. Lo segundo reduce directamente la cuota de ganancia y ambos factores sumados provocan y aceleran el declive de la tasa de ganancia. El imperialismo lucha desesperadamente por su sobrevivencia. Y aquí entra Latinoamérica y el papel que el imperialismo norteamericano le ha asignado a México. El discurso revolucionario y otros desplantes izquierdistas de López Obrador en vísperas de la VI cumbre de la CELAC, no tenían más propósito que hacer creíble su propuesta de crear un frente único de todos los países de la CELAC para negociar de igual a igual un New Deal con Estados Unidos; comprometerlo a respetar la soberanía y el derecho a la autodeterminación de los pueblos y países latinoamericanos a cambio del apoyo para levantar su alicaída economía y frenar el avance de China en América Latina. En síntesis, un bloque pronorteamericano y antichino. Así lo confirmó el actual secretario de Gobierno de la CDMX, Martí Batres, en su réplica al columnista Raymundo Riva Palacio: En resumen, no es cierto que el gobierno de México busque optar por una alianza estratégica con China y contra Estados Unidos, como dice Riva Palacio. En cambio, sí es verdad que el gobierno mexicano prefiere una alianza estratégica con Estados Unidos en un marco de respeto a la soberanía de cada Estado. Pero a nivel internacional las cosas se dicen más claramente. El portal RT publicó, el 7 de octubre, una investigación del conocido economista Ariel Noyola: ¿Será México el caballo de Troya de EE. UU. en América Latina? El nuevo intento por resucitar el ALCA. Más abajo dice: Expertos consultados por RT sostienen que la propuesta del inquilino del Palacio Nacional, además de inviable en términos económicos, representa un grave riesgo para la soberanía regional, toda vez que Washington siempre impone condicionamientos para hacer valer sus intereses. Y renglones adelante afirma: Lanzar un acuerdo de libre comercio de alcance continental obedece, según López Obrador, a la necesidad de hacer que EE. UU. no caiga en la tentación de optar por la vía militar para impedir la caída de su economía frente a China. Esto prueba de modo indiscutible que AMLO no entiende que el declive de la economía de EE. UU. nace de sus propias entrañas, y que la vía militar es para ellos la única puerta de salvación, por lo que su enfrentamiento con China es inevitable. Samuel Ortiz Velásquez, profesor de la Facultad de Economía de la UNAM -dice RT-, sostiene que la suscripción de un acuerdo de libre comercio tal como lo propone el mandatario mexicano, lejos de disuadir la confrontación entre EE. UU. y China, no hará sino intensificar las tensiones entre ambas potencias. Y esta es la verdadera realidad de las cosas. AMLO tampoco entiende que, aunque el sacrificio de la soberanía y las riquezas de América Latina lograran volver a posicionar a EE. UU. como la economía dominante, su afán de dominio mundial y su tendencia a desatar conflictos armados, reales y potenciales, no cesarían ni aun en ese caso, porque sin ese dominio absoluto, su economía no podría sostenerse en el primer lugar. Finalmente, tampoco ve que la única posibilidad real de una negociación equitativa entre los países de América Latina y los EE. UU. solo será posible cuando estos no tengan ya la capacidad de imponernos tratados leoninos por la fuerza. Es decir, que su debilitamiento no es una tragedia sino una bendición para los pobres del mundo, su mejor oportunidad de conquistar su plena soberanía y para conseguir finalmente superar la pobreza y el subdesarrollo. Por no entender nada de esto, AMLO se ha autoimpuesto el triste papel de pastor de los pueblos latinoamericanos para reconducirlos al redil del imperialismo depredador y abusivo. Haber aceptado prestarles tan gran servicio, es lo que explica el buen trato que le dispensan los jerarcas norteamericanos, fingiendo que reconocen su superioridad intelectual y que se someten a sus ideas en materia de combate al crimen y a la migración. Pero, como vimos, esa victoria pírrica solo nos trajo nuevas y más difíciles tareas y compromisos que cumplir. Esta es la amarga verdad.

Olatu Surf 21.11.2022

LA REALIDAD NO SE MODIFICA CON UN SIMPLE CAMBIO DE NOMBRE Por: Aquiles Córdova Morán El carácter ideológico, es decir, no científico, de algunas (no todas) cat...egorías de la economía del capital, fue demostrada por Marx en el primer volumen de El Capital aparecido en 1867. Demostró, por ejemplo, que el valor de una mercancía, aquello que la capacita para venderse y comprarse en el mercado, esconde, de manera intencional o no, el hecho real de que lo que en verdad se compra y se vende es el trabajo socialmente necesario del obrero (o del grupo de obreros) que la fabricó. Se oculta de ese modo la verdadera naturaleza del tráfico mercantil, del que brota, convertida en dinero, la ganancia del capitalista. Pero Marx no se limitó a revelar la naturaleza del valor, como si eso bastara para revolucionar la economía capitalista en uso. Sabía que el valor era solo una parte de un complejo entramado de categorías que se apoyan, se sostienen y se influyen entre sí y sostienen el edificio entero de dicha economía. Había, pues, que revisarlo todo, de arriba a abajo, y no solo el valor, si se quería incidir seriamente en él. Para lograr esto, Marx tuvo que llevar a cabo un trabajo intelectual gigantesco, ímprobo (del que se puede uno hacer una pálida idea estudiando sus manuscritos económico-filosóficos de París), para entender y conocer a fondo la anatomía y la fisiología, es decir, la estructura interna y la mecánica de funcionamiento del modo capitalista de producción, de toda sociedad productora de mercancías a base del trabajo asalariado. Solo así podría descubrir el secreto de la contradicción social más visible e inquietante de este modo de producción: la abismal desigualdad entre los dueños del capital y las grandes masas de trabajadores, sumidas en la pobreza y el desamparo a pesar de ser las directamente encargadas de la producción. Quería, basado en tal conocimiento, otear el futuro previsible de esta sociedad; indagar si era posible, y cómo, cambiarla para bien, es decir, organizar la producción y la distribución de la riqueza de manera que beneficiara a todos quienes participan en su creación, y no solo a los dueños del capital. Marx, a diferencia de los socialistas utópicos, no creía que bastaban la indignación moral y el sentido innato de justicia de los seres humanos para crear una sociedad mejor. Aquí no hay un problema de moral, decía, sino un reto a la investigación científica de las leyes materiales, objetivas, que rigen la vida y el desarrollo de la sociedad, dominarlas y aplicarlas correctamente si se quiere contar con una mínima garantía de éxito en esa tarea. Y fue tratando de enfrentar ese reto que tropezó con un problema que, en principio, no se esperaba: que las categorías, los conceptos nodales de la teoría económica del capital, lejos de reflejar correctamente el fenómeno que designaban y de facilitar así la comprensión del conjunto, lo oscurecían todo y entorpecían y dificultaban enormemente dicha comprensión. Este tropiezo fue el que lo obligó a una revisión completa de toda la economía clásica existente hasta entonces, incluyendo, como inevitable punto de apoyo, el desentrañamiento del verdadero contenido de las categorías fundamentales de esa economía. Muchos años de estudio y de profunda reflexión de los problemas económicos permitieron a Marx, por fin, enderezar toda la economía clásica, ponerla sobre sus verdaderos pies, corregir todos sus errores de enfoque y de razonamiento y elaborar el cuadro exacto, completo, científicamente trazado, de la estructura y funcionamiento del capital. Pero nos puso en guardia contra el error de creer que lo conseguido por él bastaba para que el capitalismo fuera automáticamente derrotado y sustituido por una sociedad mejor organizada. Las ideas no modifican por sí solas la realidad; mi teoría, dijo Marx, es solo una herramienta que necesita encontrar el brazo material que la haga suya y la ponga en práctica, para entonces poder producir algún resultado tangible, alguna mejora real en la sociedad. La actividad intelectual de Marx y los frutos que cosechó nos dejan muchas lecciones valiosas. De ellas quiero destacar dos. La primera es que no bastan el deseo ni la voluntad de lograr descubrimientos valiosos o de crear nuevas categorías en una ciencia, la que sea, para obtener resultados de verdadero valor científico. Se requieren, además, muchos años de trabajo arduo y disciplinado, de paciente observación, de experimentación planeada y controlada cuando sea posible, de estudio intenso y exhaustivo de todo lo hecho con anterioridad y de una valoración sensata y autocrítica del conocimiento y el pensamiento propios sobre el tema que se quiere manejar. Innovar o aportar a la ciencia no es asunto de aficionados o de dilettantes, que solo cosecharán el ridículo si lo intentan. La segunda es que ninguna teoría (y menos un solo concepto aislado), por exacta, científica e irrebatible que sea, puede modificar un ápice de la realidad. Esa es tarea reservada solo a la acción, solo a la actividad práctica de los seres humanos que trabajen, eso sí, alumbrados por la teoría. Ítem más. Hegel fue también un revolucionario de la ciencia, en este caso, de la lógica que se venía cultivando de modo sistemático, al menos desde Aristóteles, que vivió en el siglo IV antes de Cristo. Esta lógica divide el proceso del conocimiento en dos fases, bien diferenciadas aunque indisolublemente ligadas entre sí: la fase sensorial y la fase racional o propiamente lógica. Esta segunda fase se cumple en tres pasos, igualmente distintos e interdependientes: concepto, juicio y razonamiento. Hegel dinamitó el edificio de siglos de esta lógica al postular algo que, a primera vista, parece más bien trivial: el concepto, si es verdaderamente científico, nunca es el punto de partida sino el punto de llegada, el punto de arribo del conocimiento después de recorrer un largo camino de estudio, observación, experimentación y esfuerzo mental para conocer, del modo más concreto posible, el objeto o fenómeno cuyo contenido deberá reflejar con exactitud el concepto. ¿Y qué es para Hegel el conocimiento concreto? Es el conocimiento más completo posible de esa cosa, un conocimiento que debe colmar los requisitos de multilateralidad, profundidad y relaciones dinámicas con su entorno. Esto implica estudiarla desde todos los puntos de vista externos, en todos sus aspectos visibles o sensoriales, hasta estar seguros de que no se nos escapa nada importante; luego pasar a su interior y allí estudiar sus partes constitutivas, su estructura, las relaciones e interdependencias recíprocas de esas partes hasta descubrir la ley de su existencia y funcionamiento; finalmente, deben agotarse las relaciones sucesivas y simultáneas del objeto con los otros objetos de su entorno. Según Hegel, pues, solo quien ha trabajado lo suficiente para adquirir tal conocimiento concreto puede aspirar, racionalmente hablando, a contribuir al desarrollo y perfeccionamiento de la ciencia. Tener presentes la vida y la obra de estos dos gigantes del pensamiento científico, nos permite dimensionar el tamaño de la arrogancia, la magnitud de la sobrevaloración, el egocentrismo y la megalomanía que hacen falta para lanzarse, sin más, a descalificar conceptos y categorías de una ciencia sin ser, ya no digamos un especialista, sino ni siquiera un autodidacta coherente y sistemático de esa disciplina; para atreverse a imponer por decreto la propia opinión en el terreno científico, como si la ciencia estuviera obligada a obedecer nuestro mandato igual que la corte de aduladores que suele rodear al poderoso. Podemos ver que solo un místico que cree ciegamente en los milagros, o un fanático irracional a secas, puede pensar que un simple cambio de nombre al fracaso o a la falta de resultados en el manejo de la economía, puede trocar el fracaso en éxito y la pobreza en abundancia y felicidad. Las limitaciones del Producto Interno Bruto (PIB) como medida de la riqueza social, hace tiempo que se conocen y reconocen por los más calificados economistas del capital, quienes han propuesto complementarlo con otros indicadores como los de la desigualdad, la pobreza, el desempleo, el desarrollo humano y el bienestar integral de la gente. A pesar de esto, no se han atrevido a proponer su eliminación total porque conocen bien la dificultad de sustituirlo con ventaja, y porque saben que mientras no exista ese sustituto, es necesario contar con la información limitada del PIB. Nadie hasta ahora, al menos que yo sepa, ha soltado la temeridad de que puede él solo, y en tiempo record, crear una especie de Aleph económico, esto es, un solo índice que concentre y refleje toda la complejidad de la situación económica y humana de los distintos grupos sociales. Creo que el primero en prometer semejante hazaña es el actual presidente de México. Y ha dicho más: que cuando tenga lista esa maravilla, convocará a un cónclave de todos los científicos relacionados con el tema, para retarlos a criticar o a superar su nuevo y revolucionario descubrimiento. Una arrogancia y una desmesura mayores, solo la podemos encontrar en Hitler. El Führer se creía un elegido, un ser excepcional al que los dioses habían encomendado una misión superior. Con este aval, se creyó con derecho a gobernar Alemania sin obedecer más que a su propia voluntad y razón; para eliminar a las razas inferiores y poblar el mundo con la raza superior, la raza aria. Pensó que le estaba permitido conquistar y dominar por las armas al mundo entero, y sin pensarlo dos veces, asumió el mando supremo de las fuerzas armadas alemanas y se lanzó a la más descabellada aventura, a la más sangrienta hecatombe en toda la historia de la humanidad. Y ni siquiera cuando los cañones, las bombas y las ametralladoras soviéticas atronaban el aire justo encima de su cabeza, oculta en el búnker de la cancillería, reconoció su error y pidió perdón al mundo por el inmenso e inútil sacrificio al que lo había arrastrado. Antes de rendirse y rendir cuentas a la humanidad, prefirió suicidarse, no sin antes ordenar que su cuerpo fuera incinerado para evitar vejaciones a su cadáver. Esto es lo que puede hacer una arrogancia sin límites aliada a un sentimiento místico de predestinación, que la colocan más allá de las leyes, de la moral y de la justicia que rigen a los seres comunes y corrientes. Pienso en eso y me estremezco. Por mí y por México.

Olatu Surf 21.11.2022

LA RECUPERACIÓN DE LA OPOSICIÓN EXIGE VIGILAR Y DEFENDER LA DEMOCRACIA Por: Aquiles Córdova Morán... Hace poco leí las declaraciones del Lic. Manlio Fabio Beltrones en un foro virtual convocado por Movimiento Líder, una corriente de opinión al interior del PRI de cuya existencia es ésta la primera noticia que tengo. La experiencia y la autoridad políticas del Lic. Beltrones son del dominio público y no es necesario puntualizarlas aquí. Paso, pues, directamente a los puntos de sus declaraciones que me interesan. En la reseña que leí, el Lic. Beltrones aconsejó a sus compañeros de partido alejarse de los movimientos golpistas, especialmente de los promovidos por la derecha rancia disfrazada de sociedad civil. Según la nota, habría agregado textualmente: Estoy muy alejado, es más, soy un crítico contumaz de todos aquellos que desde ahorita están diciendo o quieren instrumentar el quitar al presidente de la República en turno que llegó de manera contundente y democrática. Renglones abajo, otra cita textual: Podrá ser un gobierno malo como lo denuncian o bueno como se enuncian, pero al final de cuentas, estamos en un sistema democrático y existen figuras democráticas para hacer los equilibrios y esas son las elecciones de 20-21 y la revocación del mandato el 22. Y en seguida: Los priistas están formados en la política, los acuerdos y no en el golpismo, comentó. Y otra vez textualmente: Para eso somos un partido político serio y maduro, bien configurado (por lo cual) alejarnos de ello (del golpismo derechista, entiendo yo, ACM) va a ser muy importante, indicó. Todo lo transcrito lo he tomado de la columna de Fabiola Martínez, publicada en La Jornada del 4 de julio de los corrientes. Estoy totalmente de acuerdo con dos de los puntos de vista expresados por el Lic. Beltrones que, además, considero de vital importancia en las actuales circunstancias por las que atraviesa el país. Esos puntos son, primero, la imprescindible necesidad de deslindarse de quienes combaten al gobierno actual con la vista y el corazón puestos en el pasado inmediato anterior a la 4 T; segundo, el llamado a no apartarse de la vía democrática, de la lucha electoral regulada y tutelada por nuestras leyes como la única vía legal y legítima para ganar el poder político de la nación, si es que en verdad lo que se busca es devolver al país la paz, el sano equilibrio entre todas las corrientes políticas y el progreso sustentable y equitativo para todos los ciudadanos. Para eso, en efecto, no hace falta la violencia: estorba. Pero además, creo que ambos asuntos están íntimamente ligados entre sí como causa y efecto: un deslinde neto y una autodefinición puntual resultan indispensables para que un partido, el que sea, recupere la confianza y el apoyo popular, sin los cuales no puede ni soñar en reconquistar el poder, solo apegándose religiosamente a las reglas democráticas. Sin embargo, ese deslinde respecto a la derecha rancia (y también, desde luego, respecto a la falsa izquierda) no puede ni debe reducirse a una diferencia puramente enunciativa, discursiva; a un deslinde de palabra, aunque le añadamos el gesto positivo de una negativa tajante a marchar junto con ellos en las batallas políticas. Para el pueblo, para la gran masa de votantes, eso no sería suficiente. Hace falta reconocer con profundo espíritu autocrítico que ya antes, mucho antes de que la 4 T llegase al poder, esas mismas masas, la inmensa mayoría del país, se debatían en un abismo de desigualdad, pobreza y marginación en el seno de una economía que, según los expertos, es una de las más grandes del mundo. Hay que reconocer con toda honradez la realidad de hechos tan hirientes y vergonzosos como la pobreza alimentaria, la falta de empleo, el bajísimo nivel de los salarios, la falta de una educación de calidad con cobertura universal, de vivienda digna, de servicios urbanos elementales y de un sistema de salud eficiente al alcance de todo el que lo necesite. Y hay que aceptar, además, que eso ocurría ante la vista de gobiernos emanados de los partidos que hoy son oposición y buscan, con todo derecho, volver a gobernar. Todas esas carencias (y otras que no menciono por falta de espacio), que en el gobierno de la 4 T no han hecho más que agudizarse, deben servir de base a un nuevo proyecto de país que se proponga en serio la erradicación de esas lacras sociales en un plazo relativamente corto, y que traduzca ese compromiso en medidas muy concretas y entendibles para la gente de a pie. Creo que esto es perfectamente factible si un nuevo Gobierno con amplio respaldo popular pone en juego su poder y una voluntad inquebrantable para alcanzar un acuerdo en tal sentido con la iniciativa privada; es decir, si ambas entidades logran entender que esta es la única vía segura para librarnos, todos, de una catástrofe social de dimensiones impredecibles. Lo que actualmente ocurre con el gobierno de Morena puede ayudar a allanar el camino a tal acuerdo. Pienso, finalmente, que un proyecto de tales características jugaría el papel de un deslinde en todos sentidos, como atinadamente aconseja el Lic. Beltrones, y que bastaría, además, para colocar a cualquier partido en la ruta del triunfo democrático. Porque el verdadero error de la derecha rancia no es el golpismo, sino su ciego empeño en devolvernos al pasado reciente sin modificarle un ápice, como si aquello fuera el Paraíso Perdido. El pueblo ya no está dispuesto a tragarse esa rueda de molino. Respecto al llamado a atenerse a la vía democrática y pacífica para reconquistar el poder, me parece muy claro que equivocarse en eso y elegir, por ejemplo, el camino del golpismo, sería un error fatal para el país; sería abrir la compuerta a la violencia social que, como un río salido de madre, sería una fuerza ciega que causaría males y calamidades mayores y más graves que los que se pueden remediar. Y que eso se puede evitar fácilmente ateniéndonos todos a las reglas democráticas en las que hemos decidido vivir. Pero es necesario subrayarlo: hace falta que todos, absolutamente todos, pueblo y gobierno, nos sujetemos a las reglas previamente establecidas y a las instituciones electorales previamente designadas. En caso contrario, si alguno de los actores, particularmente si es uno tan poderoso como el propio gobierno, intenta cambiar subrepticiamente las reglas o modificar la composición de las instituciones cargando así los dados en su favor, la democracia pierde automáticamente su autoridad, toda su respetabilidad y su legítimo derecho a exigir obediencia y acatamiento irrestricto a su veredicto. Pierde por tanto su capacidad para preservar la paz y servir de dique a la violencia. Por eso me parece indispensable que al llamado maduro y responsable del Lic. Beltrones, hay que agregarle sin falta el llamado a que todos los mexicanos respetemos y preservemos las reglas y las instituciones democráticas; que todos exijamos a una voz que cualquier modificación a las mismas se haga con estricto apego a las leyes aplicables al caso. Este añadido no es gratuito. Todos sabemos del propósito clientelar con que actualmente se manejan los programas de gobierno, particularmente los que consisten en transferencias de dinero en efectivo a las familias pobres, a los adultos mayores y a los jóvenes en edad de votar; y lo mismo ocurre con los créditos a las micro y pequeñas empresas. Se sabe que muchos de tales programas ni siquiera cuentan con una normatividad clara para su operación. El acceso a tales programas tampoco es transparente y abierto al público; sus dineros se dispersan según padrones semisecretos levantados, también secretamente, por miembros de Morena que no se recatan para hacer proselitismo político con ellos. Son del dominio público los ataques presidenciales al INE y a los consejeros insumisos, ataques que buscan debilitar el prestigio y la autoridad de esa institución, y junto con eso, se conocen los trapicheos para colocar en las cuatro plazas vacantes del INE a puros incondicionales de Morena. No ha pasado un mes desde que el ciudadano Presidente nos sorprendió con la nueva de que se ha autonombrado guardián de la limpieza y la transparencia de las elecciones que vienen, pasando por encima de las atribuciones legalmente del INE y olvidando que, en el mundo entero, nadie puede ser juez y parte en una causa que le atañe directamente. Finalmente, como un ejemplo más, cito lo que dijo la columna Frentes Políticos de Excélsior del 5 de julio: Nunca cambian. De cara al inicio del año electoral 2021, los Congresos estatales de al menos 10 estados realizan reformas que, acusan las minorías legislativas, favorecen a la mayoría de Morena o a los gobernadores. Luego la columna asegura que en Tabasco, Morelos, Puebla y Veracruz han avalado, o están por hacerlo, modificaciones para la desaparición de instancias electorales, la intervención gubernamental en los organismos encargados de los comicios, la reducción de recursos a los partidos y el incremento del número de legisladores. Todo con tal de tener el control de los resultados electorales. La amenaza, pues, es real. Por eso creo que es deber de todos los que podemos hacerlo, alertar desde ahora al país sobre los peligros que se ciernen sobre nuestra democracia y sobre la paz y la estabilidad de toda la sociedad. No hacerlo así y limitarse a llamar a los ciudadanos a no abandonar el camino democrático, puede resultar ingenuo y suicida. Porque ya se ha dicho (y espero que valga la analogía): predicar la paz a los débiles y desarmados mientras se guarda silencio frente a los guerreristas armados hasta los dientes, es un error o una manera disimulada de apoyar a éstos últimos. Predicar el respeto a la democracia a los que no tienen más remedio que hacerlo, y no denunciar las maniobras y trapacerías de quienes se aprestan a forzarla y prostituirla, puede ser pura ingenuidad o propósito deliberado de ayudar a los violadores, pero el resultado será exactamente el mismo: la destrucción de la paz social.

Olatu Surf 21.11.2022

¿POR QUÉ SE MIENTE TAN PUERIL Y DESEMBOZADAMENTE SOBRE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL? (Primera de dos partes) Por: Aquiles Córdova Morán... La noticia apareció en varios medios de circulación mundial. Copio de uno de tantos: ¡El 8 de mayo de 1945, EE.UU. y el Reino Unido consiguieron la victoria sobre los nazis! El espíritu de EE.UU. siempre ganará. Al final eso es lo que sucede, reza un tuit de La Casa Blanca Otro más informó: con ocasión de este 75 Aniversario, el Departamento de Defensa de EE.UU. ha hecho un relato en el cual la parte fundamental de la victoria se la atribuyen a sí mismos. La Guerra llevaba casi cinco años cuando las fuerzas de EE.UU. y de los aliados desembarcaron en las playas de Normandía, Francia, el 6 de junio de 1944. La invasión marcó el comienzo del fin de Hitler y de Alemania nazi. En menos de un año, Alemania se rendía y Hitler estaba muerto, escriben. En pocas palabras, llegaron ellos y terminaron la guerra. Por su lado, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, dijo estar informado de acusaciones que culpan a la Unión Soviética de haber preparado y desencadenado la Segunda Guerra Mundial. el presidente ruso Vladímir Putin, calificó este viernes (8 de mayo) de delirio las acusaciones a la Unión Soviética de preparar y desencadenar la Segunda Guerra Mundial. ¡No tenemos y no podemos tener ningún sentimiento de culpa! Pusimos 27 millones de vidas de los ciudadanos [] de la Unión Soviética en el altar de la Victoria, aseveró Putin. Pienso que se requiere una gran dosis de desmemoria, o de perversión, para salir ahora (75 años después de la derrota de los nazis, cuando se han escrito tantas obras sobre la Segunda Guerra Mundial como para llenar bibliotecas enteras y se han publicado toneladas de documentos infalsificables sobre ella) con que a Estados Unidos y sus aliados les bastó menos de un año para acabar con la amenaza más grande que ha pesado sobre la humanidad, desde sus orígenes hasta hoy. Peor y más repulsivo resulta pretender arrojar el fardo de las culpas propias sobre las espaldas del pueblo que lo sacrificó todo para librarnos de la sangrienta catástrofe desencadenada por Hitler y sus hordas, hambrientas de territorio (el famoso Lebensraum) y sedientas de sangre. ¿Cómo entender tan monstruosas mentiras, verdaderos estupros a la verdad histórica y a la inteligencia? Haré mi modesto intento por ayudar a poner la verdad en su lugar. El proyecto de dominación mundial de Hitler fue bien conocido por todos los intelectuales y los políticos del mundo, al menos desde 1924, año de la publicación de Mein Kampf, la biblia nazi redactada por el propio Hitler. En ella dejaba claro que mi lucha se fundamentaba en cuatro ejes: 1) el derecho de Alemania a disponer de un espacio vital (Lebensraum), eufemismo para mal disfrazar un nuevo reparto del mundo; 2) la denuncia unilateral del Tratado de Versalles, que prohibía a Alemania crear y armar un gran ejército moderno y la obligaba al pago de una elevadísima suma por concepto de indemnizaciones de guerra; 3) la superioridad de la raza aria, que le daba derecho a conquistar y someter a su dominio a los países y pueblos habitados por razas inferiores y 4) su propósito de acabar de raíz con el problema de los judíos y los comunistas que vivían y operaban en Alemania. Nadie, en el momento de la aparición de Mein kampf, pareció inquietarse por su terrible contenido. ¿No lo tomaron en serio? ¿No encontraron en él nada que se opusiera a los valores occidentales que dicen defender? ¿O acaso más de uno se identificó con aquello del derecho a dominar al mundo por la raza superior anglosajona, que sigue vigente hasta nuestros días? No lo sabemos. Pero el hecho es que nadie dijo nada ante la brutal amenaza. Y que fueron las condiciones leoninas que los aliados (incluido EE.UU. y sin la participación de Rusia) impusieron a Alemania en el Tratado de Versalles, las que impidieron que la República de Weimar se consolidara como el primer régimen republicano y democrático en toda la historia de Alemania, y las que proporcionaron a Hitler y su partido nazi algunos de sus mejores argumentos y banderas para conquistar la simpatía del pueblo alemán. Cuando Hitler, apoyado en su exigua mayoría parlamentaria, forzó al anciano presidente, mariscal Hindenburg, a nombrarlo canciller en lugar de Franz von Papen, puso de inmediato manos a la obra. Arrancó a Hindenburg un decreto que daba a su ministro del Interior, Hermann Goering, entera libertad para suspender a discreción el derecho de reunión; prohibir mítines y reuniones políticas; censurar y prohibir publicaciones peligrosas para el régimen; incorporar a la policía de Prusia a 40,000 miembros de la SS, brazo paramilitar del partido nazi. Con estas fuerzas bajo sus órdenes, Hitler ordenó de inmediato el asalto y destrucción de la sede del Partido Comunista, no sin antes incautarse sus archivos, alegando que los rojos estaban preparando un golpe de Estado. Para incrementar su apoyo parlamentario y su poder personal, convocó a los industriales más ricos de Alemania y los forzó a aportarle 3 millones de marcos para organizar unas elecciones de Estado en que su partido arrollara a los opositores. Finalmente, el 27 de febrero de 1933, a eso de las nueve de la noche, el edificio del Reichstag (parlamento) comenzó a arder por todos lados, como si fuera una antorcha del cielo, según dijo Hitler. De inmediato Goering, sin ninguna prueba, declaró a la prensa que los culpables eran los cabecillas comunistas, y ordenó a su policía que procediera al arresto de todos los que pudiera encontrar esa misma noche. La cosecha fue abundante porque se hizo con base en las listas halladas en los archivos incautados al partido días atrás. Con esto se demostró, sin ninguna duda, que el incendio había sido planeado con toda anticipación por el propio Hitler y su secretario del interior, buscando el pretexto ideal para aplastar a los comunistas. Hitler fue ungido Canciller el 30 de enero de 1933, y poco menos de un mes después, gozaba ya de poderes dictatoriales sobre la población civil, había asaltado y destruido la sede del Partido Comunista y había encarcelado a cientos de sus líderes tras el incendio del Reichstag. Todo esto tuvo amplia difusión fuera de Alemania, pero, como en el caso de Mein Kampf, nadie dijo nada. Suma y sigue. El primero de abril de 1933, el Gobierno convocó a una jornada nacional de boicot a los judíos. De inmediato promulgó una serie de decretos que ordenaban renunciar a sus cargos en la Administración, la Universidad, la Jurisprudencia y la Medicina, a todos los no arios. Varios miles de judíos tuvieron que cambiar de empleo o exiliarse. El caso más destacado fue el de Albert Einstein, el padre de la teoría de la relatividad, que enseñaba física en la Universidad de Berlín, quien tuvo que buscar asilo en EE.UU. Siguió la quema de las ideas. Goebbels, ya entonces ministro de propaganda, organizó la quema de obras literarias, políticas y filosóficas cuyos autores eran enemigos de las ideas nazis. En las piras, que iniciaron en Berlín pero que pronto se extendieron a toda Alemania, ardieron las obras de Thomas Mann, Remarque, Proust, Wells, Einstein, Heine, Zola, etc. Igual destino se decretó a las obras de pintores como Kandinsky, Klee, Picasso y Van Gogh, que se salvaron gracias a que Goebbels convenció a Hitler de que sería más provechoso venderlas en el mercado mundial de arte. Las medidas vesánicas se extendieron a la juventud en general, a los programas de enseñanza, a los profesores universitarios y, finalmente, a los partidos políticos de oposición, que fueron disueltos y sus bienes confiscados por órdenes del Führer. Nada de esto se ignoró en occidente y, sin embargo, una vez más guardó silencio. Hindenburg murió el 2 de agosto de 1934. De inmediato Hitler, sin consultar a nadie, anexó al Canciller, que era él, los poderes presidenciales, con lo que se constituyó en el amo absoluto de Alemania. Es a partir de esta fecha que comienza a tomar decisiones de trascendencia internacional, de cuyo conocimiento y tolerancia cómplice no podrán librarse las potencias occidentales por más que retuerzan la verdad histórica. Con calculada discreción y lentitud, comenzó a ejecutar medidas que violaban abiertamente el Tratado de Versalles: canceló el pago de las indemnizaciones de guerra, comenzó a levantar un ejército de millones de hombres, al mismo tiempo inició el rearme de Alemania con la construcción de buques de guerra, de submarinos, de aviones de caza, de cañones y ametralladoras con alta capacidad de fuego. Era evidente que se preparaba para tomar revancha por la derrota de 1918. El 7 de marzo de 1936, finalmente, Hitler dio un paso decisivo. Ordenó a sus tropas ocupar la orilla izquierda del Rin, colindante con la frontera oriental de Francia y desmilitarizada por el Tratado de Versalles. Para colmo del desafío, Francia y Gran Bretaña, en el Tratado de Locarno firmado en 1925, se comprometieron a responder con una acción militar conjunta en caso de que Alemania violara los límites fijados en Versalles. Pero, al conocer la invasión alemana, el premier británico, Stanley Baldwin, se negó a tomar las armas alegando que eso era la guerra, y que si Hitler salía derrotado, probablemente Alemania se haría bolchevique. Francia misma, dijo, corría el peligro de volverse comunista. El general Gamelin, comandante en jefe del ejército francés, dijo a su Gobierno que 300,000 soldados alemanes, bien armados y pertrechados, se hallaban ya en Renania. Cualquier respuesta armada, dijo, exigiría una movilización a gran escala, que los políticos rechazaban. Pero el informe de Gamelin era falso. El propio Hitler confesó más tarde: Las 48 horas previas a la marcha sobre Renania fueron las más tensas de mi vida. Si en aquel momento los franceses hubieran avanzado hacia Renania, nosotros habríamos tenido que retirarnos con la cola entre las piernas, porque los recursos militares de que disponíamos habrían sido claramente inadecuados para una resistencia siquiera moderada. Entonces, ¿cuál fue la verdadera causa de la inacción de los aliados? La que dijo Baldwin: temían más al comunismo que a Hitler y sus hordas nazis.

Olatu Surf 20.11.2022

LA DEMOCRACIA MEXICANA EN CRISIS Por: Aquiles Córdova Morán La división de poderes (Ejecutivo, Legislativo y Judicial) es, como todos sabemos, la piedra angular... de la teoría democrática liberal. Tal división lleva implícita, necesariamente, la delimitación precisa del área de responsabilidad de cada uno y la absoluta independencia recíproca, que impida la invasión de atribuciones entre ellos. Sin embargo, la división de poderes se contradice en los hechos con la actividad de los partidos políticos, también amparada por la ley como algo indispensable para toda verdadera democracia. Las atribuciones legales de los partidos implican la posibilidad de que un mismo partido conquiste en las urnas tanto el poder Ejecutivo como el Legislativo. Si, además, como sucede en México, en estos dos poderes recae la facultad de elegir y conformar el poder Judicial, el resultado final es la anulación de facto de la división de poderes, es decir, que los tres poderes acaban funcionando como uno solo. Y si este partido, a su vez, está sometido a la voluntad de un solo hombre, lo que tenemos realmente es una autocracia velada con el ropaje de la teoría democrática. Las consecuencias son muchas y graves. Los mexicanos lo sabemos muy bien porque esta fue, sobre poco más o menos, la situación que imperó durante todo el largo período de la hegemonía priista, misma que mantuvieron sin cambios significativos los regímenes de la alternancia. Según opinión casi unánime de los expertos, el sistema político mexicano puede calificarse como un régimen presidencialista, que se caracteriza, además, por un presidencialismo exacerbado, es decir, que la Constitución y sus leyes derivadas, sumadas a nuestra herencia histórica, otorgan al poder Ejecutivo facultades extraordinarias que lo convierten, de facto, en el poder dominante sobre los otros dos, de donde resulta que la democracia mexicana ha funcionado siempre como una dictadura del Presidente de la República en turno. En esta dictadura sui géneris, los poderes Legislativo y Judicial han sido (salvo breves períodos excepcionales) simples ejecutores de la voluntad presidencial en lo que a ellos concierne; impotentes, por tanto, para jugar el papel de verdaderos contrapesos del hipertrofiado poder presidencial, por lo que la estabilidad institucional y el respeto a los derechos y garantías de los ciudadanos han dependido de la capacidad de autocontrol y de autolimitación del propio Presidente. En México, por eso, la elección de Presidente de la República ha sido siempre un asunto (casi) de vida o muerte, aunque no todos lo hayamos concientizado así. Cuando nos hemos equivocado, las consecuencias han sido catastróficas para los intereses nacionales: hemos ido del nacionalismo revolucionario a la preferencia por la inversión privada, de ahí a la economía mixta, a la sustitución de importaciones apoyada en el proteccionismo, al libre mercado y, finalmente, al neoliberalismo rampante (previo remate a precio de ganga de las empresas de propiedad nacional) cuyas consecuencias estamos pagando hoy. Y todo esto por decisión del Presidente en turno y de sus más allegados, sin que ni los otros poderes ni la voluntad popular hayan sido tomados en cuenta en alguna medida. Hoy estamos viviendo la cuarta transformación. México está siendo sometido, según el discurso oficial, a un cambio radical de régimen cuyos fundamentos filosóficos, políticos, sociales y económicos, y cuyos objetivos de corto, mediano y largo plazo nadie conoce o nadie considera necesario explicar, amplia y razonadamente, a la opinión pública nacional. La acción y el discurso de quienes nos gobiernan parecen querer decirnos que lo que sea y lo que se proponga alcanzar esta transformación no son asunto de nuestra incumbencia, de los ciudadanos de a pie cuyo destino se juega en esta nueva aventura; que nuestro único papel consiste en creer a pies juntillas lo que dice el Presidente en sus diarias conferencias matutinas y en obedecer las decisiones que se sirve tomar en nuestro nombre, aunque, eso sí, pensado exclusivamente en nuestro bienestar. Implícitamente se nos sugiere seguir la vieja receta de ver, oír y callar de la época virreinal, cuando México era una colonia de España. El autoritarismo y el irreductible dogmatismo del actual Presidente de la República, ponen de relieve, como nunca antes, la supresión real de la división de poderes en favor de uno solo: el poder Ejecutivo. Si los señores diputados de legislaturas anteriores se tuvieron que someter a la voluntad presidencial, hoy ese sometimiento es, además voluntario y un timbre de orgullo que se pregona a los cuatro vientos, a voz en cuello, tal vez sin reparar en que, con tal conducta, denigran el papel de representantes del pueblo que éste les confió y traicionan su deber de actuar como un poder soberano e independiente, capaz de limitar y acotar los desbordamientos del poder presidencial. En este servilismo voluntario reside la causa de que la conformación del tercer poder, del poder Judicial se haya ido amoldando y sometiendo a la voluntad presidencial. La grave consecuencia de esto es que todo el organigrama del aparato encargado de impartir justicia pierde libertad e independencia para cumplir la elevada misión que la nación le encomienda. Y junto con esto, estamos presenciando la destrucción de organismos autónomos o, por lo menos, de su verdadera autonomía para vigilar el comportamiento del gobierno, entre los cuales se incluyen algunos tan importantes como el INE y toda la estructura encargada de organizar y vigilar los procesos electorales. En estos días, los medios abundan en noticias referentes al papel de verdaderos caballos de Troya de al menos dos de los cuatro miembros del INE recientemente nombrados por los senadores. ¿Podemos los mexicanos confiar la limpieza y transparencia de los resultados electorales del 2021 a esta clase de funcionarios electorales? El derecho del Ejecutivo a elaborar y presentar iniciativas de ley para la discusión y aprobación del Legislativo se ha convertido, en las actuales condiciones, en un mero trámite, pues todo se aprueba tal como lo envía el Presidente y en el plazo fijado por él. Incluso estamos a punto de llegar al absurdo de que el Congreso abdique de su facultad exclusiva de modificar y aprobar el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) en favor del Ejecutivo. Esta indebida relación entre Ejecutivo y Legislativo ha convertido al Presidente en el verdadero legislador de la 4 T, y así se explica que se hayan aprobado una serie de leyes terribles que contradicen a la propia Constitución, a los principios básicos del derecho universal y atentan gravemente contra la libertad y la integridad personal y material de los ciudadanos. La legislatura morenista pasará a la historia como creadora de engendros tales como la Ley Federal de Remuneraciones de los Servidores Públicos, que prohíbe a cualquier funcionario ganar más que el Presidente; La Ley Nacional de Extinción de Dominio, que permite a la autoridad confiscar bienes de particulares que sospeche de procedencia ilícita; la Ley de Seguridad Nacional, que equipara caprichosamente los delitos fiscales a la delincuencia organizada, con prisión preventiva forzosa para ambos; la Ley de Austeridad Republicana, que agrede derechos ya conquistados por los trabajadores del Estado en materia salarial y que, además, invade las atribuciones de otros organismos. Y podemos añadir enormidades como la lista interminable de delitos que ameritan prisión preventiva oficiosa, o las elevadísimas penas para delitos electorales mal definidos, que abren la puerta a la represión de los opositores del gobierno actual. Es consenso nacional que el combate a la corrupción se ha transformado en un arma para amedrentar, perseguir y encarcelar a los opositores más peligrosos para el gobierno morenista. Así lo atestigua el perfil de los personajes señalados, las fechas escogidas para capturarlos y someterlos a juicio y la terrible irregularidad procesal de filtrar a los medios cargos y pruebas contra el indiciado, que son secretos por ley. Se busca predisponer a los jueces y a la opinión pública en contra del acusado y cerrar la puerta a toda esperanza de una sentencia absolutoria. Todo es un burdo montaje, se dice, para amedrentar a la oposición y para disuadirla de cualquier intento de unirse y coaligarse para derrotar a Morena en el 2021. En Puebla, el gobernador Miguel Barbosa ha tenido la valentía de obligar al Ministerio Público a acusar de robo calificado a una líder popular de larga trayectoria en defensa de los más pobres y olvidados de la capital poblana. Ella misma, la respetada y querida dirigente Rosario Sánchez Hernández, salió del seno de esa pobreza contra la que lucha, gracias a la educación y orientación del Movimiento Antorchista Poblano (MAP). Pero hoy se ha convertido en una perseguida política del gobernador Barbosa. Los antorchistas poblanos han protestado enérgicamente contra semejante abuso y tan descarada prostitución de la ley. Como respuesta, han recibido información fiable de que 16 dirigentes antorchistas de primer nivel están siendo investigados a petición de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de Santiago Nieto. Pero según algunos medios nacionales, hace ya semanas que este mismo funcionario presentó una denuncia contra líderes antorchistas ante la Fiscalía General de la República, lo que supone que la investigación estaba ya completada. ¿Cómo se entiende esta nueva investigación? No es remoto pensar que se trata de una nueva maniobra represiva de Barbosa, digno discípulo de quien lo aupó en el gobierno de Puebla. Y Antorcha es uno de sus enemigos políticos más odiados y temidos, como lo prueban: a) el cochinero legal que armaron Barbosa, el IEE y el Tribunal Electoral del Estado para negarle al MAP su legítimo derecho a convertirse en partido político estatal, b) la inmensa cobardía y sevicia de perseguir a una humilde luchadora social como Charis y c) las reiteradas amenazas telefónicas contra la vida del licenciado Ovidio Celis Córdova, líder de los transportistas poblanos a quienes Barbosa niega el derecho a ganarse el pan de cada día, solo por ser antorchistas. Quede aquí la denuncia oportuna del peligro y quede advertido el gobernador de Puebla de que conocemos a los esbirros y sabemos al servicio de quién operan. La democracia mexicana está en grave riesgo: así lo prueban los hechos aquí brevemente narrados.

Olatu Surf 20.11.2022

Ando buscando un novillo que del corral se salió...

Olatu Surf 20.11.2022

¿NO PODRÍAMOS DEFENDER LA LEY Y EL ESTADO DE DERECHO UNIFICADA Y CONSECUENTEMENTE? Por: Aquiles Córdova Morán La persecución política en México, haciendo un us...o pervertido y faccioso de la ley, se está volviendo una práctica de gobierno cada vez más extendida y desembozada. Todos los ciudadanos mexicanos no afectos a la 4 T o, peor aún, opositores declarados de la misma, estamos en un peligro inminente de ir a parar con nuestros huesos a una mazmorra, acusados de delitos prefabricados y graves que ameriten muchos años de cárcel. Los diputados morenistas al Congreso de la Unión, cuyo sometimiento irrestricto a la voluntad del Ejecutivo es algo que ellos mismos pregonan a voz en cuello como timbre de orgullo, han aprobado leyes que, como señalé en mi artículo anterior, contradicen abiertamente la Constitución General de la República y son claramente violatorias de varios derechos fundamentales de los ciudadanos. La cosa es tan seria que, según algunos medios y articulistas de reconocida solvencia moral e intelectual, esas leyes han dado lugar a varias controversias constitucionales, acciones de inconstitucionalidad y miles de amparos interpuestos por ciudadanos que se sienten vulnerados en sus derechos. Esos recursos están en poder de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que deberá decir la última palabra al respecto. Sin embargo, quienes tenemos conciencia del peligro, no debemos sentarnos a esperar simplemente. Creo que es momento ya de unificar a todos los perjudicados, ofendidos y atropellados por el autoritarismo y las políticas desacertadas de la 4 T, para iniciar una lucha conjunta en defensa de la ley y del Estado de derecho y para demandar, además, acciones eficaces contra las tres grandes plagas del momento: el desastre económico, el descontrol absoluto de la pandemia y la inseguridad rampante que amenaza la vida y la seguridad de todos. Es urgente denunciar la manipulación que se esconde tras el supuesto combate a la corrupción; explicarle al pueblo cómo, detrás de esta bandera legítima, se oculta una auténtica cacería de brujas en contra de los opositores más representativos del régimen actual; en contra de aquellos de los que recela una competencia real y peligrosa para su propósito de retener todo el poder en las elecciones del 2021. Hacerle notar qué significa haber llegado al grado de que, para conseguir la imputación directa a las cabezas que realmente interesan a la 4 T, estemos recurriendo a la nefasta práctica de la justicia yanqui del testigo protegido y del testigo colaborador, que no son más que eufemismos para no llamarlos testigos de paga, testigos comprados que, naturalmente, pueden servir para cualquier cosa, menos para dar certeza jurídica a un acusado. Alguien con la soga al cuello es capaz de inculpar al Santo Papa, si se le garantiza con ello su propio pellejo. Juntémonos todas las víctimas de la 4 T, las reales y las potenciales; hagamos de los miles de arroyos aislados un solo y poderoso torrente que se haga escuchar por el país entero. Convoquemos, por ejemplo, a todos los que se quedaron sin apoyo con la desaparición de Prospera, Progresa y programas similares; a los que se quedaron sin el seguro popular, es decir, sin ningún apoyo médico; a quienes perdieron las guarderías infantiles y los comedores comunitarios; a los pueblos y comunidades sin obra pública; a los ayuntamientos sin participaciones; a los campesinos que dejaron de recibir fertilizante subsidiado; a las mujeres víctimas de violencia familiar que perdieron los albergues; a las feministas; a los padres y madres de niños con cáncer; a los diabéticos que perdieron de pronto medicina y diálisis gratuitas; a los infectados con VIH que carecen de retrovirales; a médicos, médicas y trabajadores de la salud en general, sin protección adecuada y sin recursos para curar a los enfermos graves de Covid-19. Suma y sigue: a quienes perdieron el empleo y todo o una parte significativa de su ingreso; a las micro, medianas y pequeñas empresas que están cerrando por falta de apoyo gubernamental; a quienes se sienten amenazados por la ley de extinción de dominio; a los empresarios amenazados de ser tratados como miembros del crimen organizado por un error en la tributación; a quienes ya se ven tras las rejas por el abuso de la prisión preventiva oficiosa; a los maestros y maestras sin plaza y con legítimo derecho a ella, a los abogados amenazados y perseguidos por ejercer su oficio en defensa de enemigos del gobierno; a quienes se les ha obligado a ganar menos que el presidente o a quienes han sufrido severos recortes a su salario; a quienes buscan en vano justicia y protección contra el crimen organizado; a los obreros que reclaman mejores salarios, prestaciones y verdadera libertad sindical, y no solo cambio del charro en turno. Y agréguele usted los que tenga en mente. Especial importancia merecen los medios y los periodistas injuriados y amenazados por sus críticas a la 4 T. También a ellos los debemos convocar a la unidad nacional por la justicia y la ley. Ellos saben mejor cuánto se está agudizando y poniendo en evidencia la represión y la persecución política ante la proximidad de las elecciones de 2021; saben que los morenistas tienen miedo de perder el poder por culpa de sus terribles errores, y por eso están echando mano de todo tipo de distractores y del terrorismo político para distraer la atención del público. Circo en abundancia, pero en lugar de pan, garrote vil. Hay que golpear con mano firme a los enemigos para someterlos o refundirlos en la cárcel de una vez por todas. El pretexto del combate a la corrupción es muy eficaz y difícil de desenmascarar. Es eficaz porque el pueblo odia la corrupción y aplaude el castigo severo a los corruptos; y es difícil de desenmascarar porque nadie defiende a un acusado de corrupción, aunque lo sepa inocente, por temor a que lo acusen de cómplice. Así, todos contribuimos con nuestro silencio al éxito de la maniobra oficial. Y esto es particularmente relevante en el caso de los medios. Me llama la atención la facilidad con que caen en contradicciones obvias de las que parecen no darse cuenta. Por ejemplo, son ellos los que denuncian el carácter ilegal de las llamadas filtraciones porque, dicen, viola la secrecía de la investigación y lesiona gravemente el derecho al debido proceso. La filtración incita intencionalmente el linchamiento público del acusado para condenarlo antes que la ley, e impide a los jueces, por eso, dictar libremente la sentencia que a su juicio corresponda. Resulta difícil y peligroso, en tiempos de dictadura, contradecir el veredicto popular. Todo esto es absolutamente cierto, y por eso sorprende más que sean esos mismos medios los que se apresuren a recoger y a difundir diligentemente la filtración, que saben que es siempre ilegal aunque sea cierta. ¿Tanta es la ambición por ganar la primicia o las ocho columnas? ¿No sería esperable, por elemental sindéresis, que él o los medios que reciben la filtración se negaran a publicarla en tanto no dé la cara el responsable de la misma? La segunda contradicción que registro es que, estando claros los medios y los buenos periodistas del terrible e irreparable daño (moral, material y social) que causa el linchamiento mediático, no se den cuenta (o finjan no darse cuenta) de que son ellos los que, al difundir alegremente las filtraciones, ponen en manos del público, ávido de castigo a los perpetradores de delitos particularmente odiosos, las armas indispensables para el linchamiento moral del imputado. Parecen rechazar simplemente su responsabilidad; pero ese rechazo no es suficiente para librarlos de culpa. La tercera contradicción es la afición casi deportiva de muchos columnistas a completar con sus propias acusaciones las contenidas en la filtración; es decir, su gusto por reforzarla sumándole sus propias aportaciones y sellar con ello la suerte del acusado. Y lo más sorprendente es que ellos tampoco aportan pruebas fehacientes (salvo casos raros en que citan documentos o fuentes verificables) de sus dichos. En no pocas ocasiones, además, son los mismos medios y columnistas los que se responsabilizan de la acusación. Con igual frescura e insensibilidad que el gobierno, se arrogan el papel de fiscal, juez y verdugo con el único respaldo de una fuente de muy alto nivel, personas muy cercanas a tal o cual funcionario o testigos confiables que pidieron el anonimato. Eso, como lo entiende cualquiera, no demuestra absolutamente nada. La cuarta y última contradicción es la dureza, la frialdad y la total falta de humanismo que muestran medios y periodistas ante el trato brutal a un acusado. No parecen conmoverse por nada; no parecen preocuparse porque un delincuente, un ser humano al fin y al cabo, sea maltratado como una bestia inmunda. Los periodistas parecen incapaces de meterse, siquiera por un segundo, en el pellejo de la víctima, o de imaginar que algún día ellos mismos pueden hallarse en una situación parecida. Una deshumanización que procede del sentimiento de invulnerabilidad que les garantizan los poderes públicos para tenerlos de su lado. De ahí su debilidad para ejercer la crítica profunda y consecuente del régimen establecido. Medios y periodistas actúan como modernas Penélopes: en un día destejen lo que han tejido antes con trabajo y esfuerzo. Su correcta y puntual denuncia de los vicios y los abusos de poder queda anulada con la difusión que hacen de las filtraciones ilegales; con las acusaciones sin pruebas que añaden a las del gobierno; y cuando se ponen a gritar a coro con el público asistente al circo: ¡sangre, queremos sangre! de condenados. Y yo me pregunto: ¿qué pasaría si lográsemos unirnos todos los hombres y mujeres buenos de este país con los medios y periodistas más poderosos e influyentes en defensa de la ley, el derecho y la justicia? ¿Qué maravilla de país seríamos capaces de construir entre todos? ¿Un sueño de tontos?

Olatu Surf 20.11.2022

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